Cuando Sezh se acordó de sus objetivos, miró a Raytan.
Incluso después de que ella terminó de resolver los problemas que él le asignó, continuó leyendo el libro que había escogido para si mismo el día de hoy.
'Realmente le debe gustar leer'.
Su atención se volvió hacia el libro en su mano.
<Los magos del Imperio Denhelder>.
Su elección de hoy fue sorprendentemente mansa en comparación con los títulos que Sezh normalmente lo observaba leer detenidamente.
Le resultaba un poco extraño que hubiera elegido un libro sobre magos, especialmente porque, hasta donde ella sabía, este interés parecía surgir de la nada.
'No tenía idea, pero supongo que debe estar fascinado con la magia. La última vez, estaba leyendo un libro sobre monarquías y esas cosas... ¿Eso no tuvo sentido para él?'.
Sezh inclinó la cabeza y se tomó un momento para observar a Raytan directamente.
Nunca antes había tenido la oportunidad de apreciar adecuadamente su apariencia, y esta sesión íntima le dio la oportunidad de notar los matices en su rostro más de cerca.
Raytan era realmente un príncipe guapo, ella antes ya había pensado de esta manera sobre él.
Sus rasgos le recordaban a una estatua finamente esculpida que ella había vislumbrado hace unos años cuando tenía la costumbre de coleccionar arte.
Sin embargo, la parte más notable y quizás más extraña de su apariencia era que no se parecía en nada al emperador actual.
No importa cuánto tiempo lo mirará, él no se parecía a el emperador en lo más mínimo.
Por supuesto, Raytan sin duda alguna se parecía a Lise; sin embargo, Sezh no podía decir con confianza que todas sus características coincidían con las de su madre. Su actitud aguda e impasible era demasiado fría para haber venido de alguien tan angelical como Lise.
Era indudablemente atractivo y si no fuera por su cabello negro y sus ojos rojos… No, incluso si tuviera los ojos amarillos, podría haber llevado una vida mejor que la de ahora.
A pesar de su apariencia, tenía todas las características de un príncipe perfecto: era alto, fluido en un idioma extranjero y parecía bastante inteligente a pesar de su naturaleza taciturna.
Teniendo en cuenta el exitoso golpe de estado que había llevado a cabo sin ayuda contra la familia imperial en la vida anterior de Sezh, Raytan también se destacó en las artes marciales...
'Si no fuera por la leyenda, estaría viviendo una vida cómoda como uno de los niños nobles más apreciados'.
La mirada de Sezh volvió al libro en la mano de Raytan.
'Entonces, ¿Quién fue la primer persona que profetizó esa leyenda?. Creo que alguien dijo que era un mago famoso…'
-¿Qué estás mirando?.
La repentina pregunta de Raytan sorprendió y sacó a Sezh de su línea de pensamiento.
-Si no quieres aprender, vuelve a tu palacio. No te estoy enseñando porque quiera hacer esto.
-No, no es nada. Lo siento mucho.
'Su rostro es guapo, pero su personalidad es tan jodida. En este punto, me da miedo decirle algo'.
Sezh cerró la boca y apretó su pluma.
'Mi propósito no es aprender o hablar kazaki. Aprender Kazaki es solo una excusa... ¿Por cuánto tiempo quieres que resuelva estos problemas?. ¿Cuál es la diferencia entre estudiar aquí y estar a solas en mi palacio si no me vas a enseñar correctamente?'.
Ella lo miró mientras gruñía internamente sobre su actitud, aunque no tuvo el coraje de decirle lo que pensaba.
Sezh frunció los labios con frustración y guardó todos sus pensamientos para sí misma.
Raytan la miró con una expresión torcida y dijo algo que nunca esperó de él.
-Soy una estúpida princesa que no puede hacer nada.
-¿Perdón...?.
-Intenta escribir exactamente lo que dije en kazaki.
Los iris azules de Sezh se abrieron en respuesta a sus instrucciones como si estuviera loca, pero no tuvo tiempo de objetar sus órdenes.
Su irritación parecía lista para hervir en cualquier momento.
-Te he estado enseñando durante horas.
Continuó Raytan, su tono estaba mezclado con sarcasmo.
-Así que seguramente deberías saber cómo hacer algo tan simple, ¿No?.
-Pe… Pero podría cometer un error al tratar de escribirlo.
-Si no quieres hacerlo, entonces, es mejor que te des por vencida y salgas de aquí. Solo quédate en tu palacio y lee tus libros.
'Esto es un desastre. No es que no pueda hablar o entender kazaki, en realidad soy buena en eso. Es solo que mis habilidades de escritura no son muy fuertes…'.
Ella se ruborizo de vergüenza ante su orden.
'¿Qué tipo de frase es esa?, ¿Estúpida princesa?. .... Nunca he visto a un hermano actuar tan maliciosamente. Es cierto que no lo conocía bien en mi vida pasada, pero nunca pensé que Raytan sería una persona tan retorcida. Con toda honestidad, preferiría volver a estar sola e intentar huir antes que quedarme y ganar el favor de personas como él'.
-¡¿No me escuchaste?!.
Raytan levantó la voz y la presionó con impaciencia para que continuara.
'¿Qué debo hacer?'.
Sezh vacilante, sostuvo su pluma en el aire. Una gota de tinta cayó de la punta. En ese momento, una voz estridente interrumpió el tenso silencio.
-La Biblioteca del Oeste es como un almacén.
Bajó la cabeza contra el escritorio y se dio la vuelta discretamente para ver quién era el dueño de la voz.
-Supongo que eso no es todo. Parece que hay dos cosas desafortunadas aquí.
Acababa de llegar a la biblioteca un grupo de hermanastros de Sezh a quienes ella odiaba más.
'Oh, esa maldita moza estaba aquí'.
Sezh reconoció a una de las chicas del grupo como Lily, su hermanastra que la abofeteaba por simplemente mirarla a los ojos.
En cuanto a él que la había llamado a ella y a Raytan cosas desafortunadas...
Por lo que ella recordaba, esa persona era Bern, quien siempre fue el líder cuando se trataba de acosar a Raytan.
Miraron a Raytan y Sezh con disgusto.
Sezh miró a Raytan sin darse cuenta y vio que tenía la cara rígida.
-¿Idioma kazaki?.
Antes de que Sezh pudiera analizar lo que estaba sucediendo, Bern se acercó a ellos y se rió con desprecio de los libros sobre el escritorio.
Cogió uno y se lo arrojó a Raytan.
Sezh fue incapaz de detenerlo.
El libro voló y chocó con la frente de Raytan.
Sezh cerró la boca antes de que pudiera tener la oportunidad de responder.
-¿Vas a escapar?. Bern se burló. -La gente dice que no puedes ocultar la sangre superficial que fluye por tus venas. Eres igual que tu madre errante, ¿No?.
La esquina del libro había abierto la frente de Raytan y el sonido del goteo de su sangre rojo oscuro se escuchaba por toda la biblioteca.
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