—Lukas.— susurro la chica, un poco sorprendida.

  —Harper, Carslile me dijo que quiere hacerte un chequeo, sigue fascinado con tus habilidades. Así que cuando llegue ya sabes...

Era cierto, el médico de la familia estaba encantado con el súper oído, o su visión agudizada, había sido difícil descubrir esto en la chica ya que como para ella era normal y no recordaba más que eso nunca lo había mencionado hasta que se lo preguntaron. Luego los poderes que había desarrollado eran otra cosa, aunque todavía no encontraban explicación a sus dedos negros o a las cosas que podía hacer, no es como que le buscaran mucha lógica.

   —Oh, está bien ¿Tu...?— Lukas se quedó expectante, preguntándose qué le iba a preguntar la chica.

  —¿Sí?

  —El primer día de rehabilitación, tú me llevaste a una consulta con una médica luego de la terapia ¿No?— preguntó curiosa.— ahí nos conocimos.— afirmó ahora.

  —Si, exactamente fue así.—sorprendido respondió el chico.— digamos que no tenía la mejor imagen de ti, no empezamos llenándonos bien...—fue interrumpido.

    —Pero tampoco nos odiábamos.— afirmó la Banshee.

   —¿Cómo lo sabes?— preguntó todavía sorprendido de que se acuerde.

  —Lo presiento. Creo que si te odiará te hubiera abofeteado cuando me besaste.— respondió con simpleza mientras sonreía.

Y eso solo alimento más las esperanzas del chico perdido. Le había gustado ese beso.

   —¿Recuerdas todo tu pasado?—preguntó el chico ansioso.

  —No, hay partes que son sólo un espacio en blanco, pienso que es porque no quiero recordar o no hay algo que le active a recordarlo, lo que he recordado es porque escuché o vi cosas que me hicieron activar los recuerdos.

  —Como lo que yo hice...—recordó el chico.

  —Si, es de lo más bonito que han hecho por mi.— asintió sin darse cuenta de lo que decía la de cabello castaño.

Lukas sonrió con verdadero sentimiento y siguieron caminando inconscientemente, alejándose de sus hermanos.

   —¿Qué es lo más bonito que te ha pasado desde que volviste?—Lukas se contuvo con sus palabras, no quería decir algo cómo "desde que volviste a la vida".

   —Creo que conocer a Isaac Lahey.— dijo con un eje de broma que el chico no noto.

  —¿Quién?— las risas de Emmett se escucharon para los dos en el segundo piso, se notaban los celos a distancia.

  —Nadie, estaba bromeando. Me refería a reencontrarme con Itza y conocer a Theo, las noches de películas con ellos, me hicieron súper fan a el cine y a las series, el nombre que mencione es de un personaje de una serie, no existe.— aclaro.

  —¿Así que ahora te gusta el cine?—preguntó sonriente el chico.

Estaba feliz porque a la chica le gustara algo, recordaba que cuando la había conocido no tenía rumbo, era solo un zombie bajando por el mundo esperando la muerte, ahora tenía una razón para vivir, algo que le gustase hacer y eso solo le llenaba el corazón de alegrías, como a un verdadero enamorado, alegrándose de las victorias de su amada.

  —Si, Theo está por empezar a estudiar Cinematografía y prometió enseñarme todo lo que vaya aprendiendo. —comentó con  ilusión en la mirada. —Esta muy entusiasmado, quiere hacer todo lo que nunca hizo antes de que sea demasiado tarde.— el semblante se le entristeció.

Lukas conocía el estado del chico humano y no podía sentir más tristeza por la nueva figura paterna de la chica. No quería que ella vuelva a estar sola devuelta, mejor dicho no lo estaría, él no lo permitiría.

Tenía que quitar la tristeza de sus ojos si no quería que los dos se hundan en esa misma agonía.

Miró indeciso a la chica frente a él, con su pequeño cuerpo y corta estatura, su falda de tartán como colegia de color azul y su top negro; era tan igual a la Harper que él conocía, pero todavía no era ella ¿Y eso le dolía? No lo sabía, pero estaba dispuesto a adentrarse a sus aguas y recibir todas las heridas si con eso podía decir que salió inmune del tsunami de su corazón.

Si como muchas veces lo habíamos nombrado en el pasado por si no recuerdan, Lukas era un poético.

Y poetizaba lo que amaba.

Tomó el valor que nunca había tenido, bueno mentirá, una vez si y tomó las manos de la chica. Delgadas, sintiendo sus huesos, frías, con una extraña coloración negra en las puntas de sus dedos, pero perfectas, porque enganchaban perfectamente con las suyas, porque se escondían armoniosamente dentro de las suyas por lo pequeñas que eran.

La miró a los ojos que lo observaba con cuidado, con atención, con curiosidad. Esos ojos marrones que Lukas imaginaba ver todos los días a su lado. Perderse en ellos parecía una fantasía.

  —¿Qué pasa?— preguntó extrañada la chica.

Su voz resonó por dentro de su cabeza una y otra vez, tan dulce, melodiosa y atrapan te.

Pensó que con todos esos pensamientos Edward ya estaría agobiado, cansado y hasta apunto de tirarle una silla por la cabeza. Confirmó que oía sus pensamientos cuando su seca risa se escuchó en la otra habitación, pero Lukas no se avergonzó de eso, de todo lo que pensaba, un filósofo nunca se avergüenza de sus ideas y un enamorado nunca se avergüenza de su amada.

   —¿Sabes que me pase haciendo todo el tiempo que no estuviste?—preguntó cerca de ella.

La chica negó, pérdida y a la vez con curiosidad por la respuesta, todo en él le causaba curiosidad.

  —Aprendiendo del control, control que necesitaba para hacer esto bien.—susurro un poco ansioso y ilusionado el chico acercándose a su cara.

Pegó su frente a la de ella, fríos eran sus tactos, ellos no lo notaban, pendientes de los ojos del otro.

Lukas bajo la vista a los labios de la chica, entreabiertos, se veían secos, pero eso no le importaban, por que seguían siendo de ella. Se acercó a ellos con mucho interés en tocarlos. Y cuando los junto.

Sintió que la espera había valido la pena.








































Sintió que la espera había valido la pena

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

VOTA- COMENTA- SÍGUEME.



@RossieSFF

WITCH SWAN| H.p y Crepusculo.Where stories live. Discover now