Capítulo 8

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~Atención~

-N-no mires, Yoongi~ no mires~.— Logró jadear, sobre el suelo, mirando a su pequeño, a su cachorro de cinco años, aquel que lloraba desconsolado, mirándolo.—

Su Alfa gruñó, mientras se quitaba el cinturón del pantalón, y lo doblaba entre su manos. Seokjin lloró, mirando atento a su pequeño cachorro, aterrado, su olor llegaba hasta él, pero no podía ni siquiera moverse.

Cerró su ojos, su corazón dolía, y no por la forma en la que su Alfa lo trataba, sino más bien porque no soportaba la idea de que su cachorro estuviera mirando eso.

-Vas a aprender, Seokjin.— Gruñó el Alfa, alzando su mano con el cinturón.— ¡Conmigo nadie juega!

Y el cuerpo chocó contra su cuerpo, su Omega soltó un fuerte chillido, mientras se removía inquieto sobre el suelo.

-¡No! ¡No!.— Una pequeña voz, que resonó contra sus tímpanos, le hizo abrir los ojos.— ¡Papi!

Su pequeño cachorro corría hasta él, con sus ojos llorosos, y con esa pequeña nariz pintada de rojo.

-¡Yoongi! ¡No!.— Chilló Jin, cuando a pocos centímetros de poder abrazarlo, su Alfa tomó bruscamente el brazo del cachorro, lanzándolo lejos de ellos, haciendo que su cachorro se golpeara contra el suelo.—

-¡No te metas! ¡No quiero que lo hagas!.— Gritó furioso, acercándose al pequeño, con el cinturón en mano.—

Y no supo de donde había sacado tanta energía, pero de pronto había saltado encima del Alfa para comenzar a golpear su cabeza, su lobo gruñó furioso, porque su instinto Omega se había activado y no iba a dejar que su cachorro sufriera ningún daño.

El Alfa gruñó igualmente, y estirando uno de sus brazos sostuvo con fuerza la espalda del Omega, y estampó su cuerpo contra el suelo, lo que hizo que Seokjin corriera inmediatamente a su pequeño, y lo cubriera, gruñendo hacia el Alfa.

-¿¡Qué carajo hiciste, Seokjin!?.— Gruñó el Alfa, furioso ante tal acto de su propio Omega.—

-No voy a dejar que toques a mi cachorro.— Mientras enseñaba sus pequeños colmillos, y mantenía a Yoongi detrás suyo.— No te acercarás a él, Siwon. ¡No lo harás!

Y el Alfa, furioso, caminó sin miedo alguno hasta ambos.

Entonces, Jin gruñó fuerte. Su cuerpo se estiró y tronó, para en pocos segundos dejarle ver al Alfa, que su Omega había transmutado. Jin, ahora convertido en un lobo, protegía a su cachorro, quien se abrazaba a su lomo con lágrimas sobre los ojos, gruñó, fuerte y claro.

Le dejó en claro que no podía hacerle daño a sus cachorros.

[...]

Lloraba y se retorcía sobre el suelo. El cuero duro y grueso chocaba con su piel cada vez que su Alfa lo deseaba. Su garganta dolía por los dolorosos chillidos que soltaba, su cabeza palpitaba y con cada movimiento se quedaba sin más energía.

-¡Padre! ¡Padre, ya déjalo!.— Oía la voz de su pequeño Hoseok a lo lejos, detrás de la puerta de su habitación.— ¡No! ¡Por favor!

Y como de milagro, el Alfa de pie frente a él, se detuvo, pasando una sola mano por entre su afilada barbilla, sosteniendo con fuerza un cinturón de cuero negro en una de sus manos. Seokjin soltó un jadeo agotado cerrando los ojos fuertemente, tratando de evitar el dolor y ardor de su cuerpo.

-Ya te dije.— Susurró su Alfa, con una clara expresión de molestia sobre su rostro.— Cuando te digo que no es porque no, ¿entiendes?

Se quejó sobre el suelo, observando cómo su Alfa caminaba hasta la puerta de la habitación, abriéndola al instante, permitiendo que sus dos hijos mayores entraran al lugar con un olor de nervios. Hoseok corrió hasta él, y por otro lado, Yoongi miraba con el ceño fruncido al Alfa mayor, quien soltó un fuerte gruñido para después salir de la habitación.

Excape [Editando]Where stories live. Discover now