Mark despertó con dificultad tapando sus ojos de aquel rayo de sol molesto que se asomó por su ventana. Tenía demasiada sed, y el intenso dolor de cabeza no le ayudaba para nada.
En toda la noche no había dejado de tener un debate con el mismo, no había descansado en lo absoluto.
Pensaba en que si su hermana no aprendía a decir que no, su casa podría convertirse en un hotel para ebrios. Aunque tal vez muy pronto no sería problema de él.
Sus neuronas seguían debatiendo entre quedarse en Corea o regresar a Canadá para alejarse de todo eso.
Se levantó de mala gana para ir a la cocina por un vaso de agua. Cuando salió, gruñó por que la casa estaba más iluminada de lo normal.
Ya estaba casi por llegar a la cocina, cuando se dio cuenta de que solo usaba ropa interior, aún así, le importo un pepino, era su casa y tenía resaca.
Sirvió agua en el vaso, salió y se topó con la espalda de uno de los chicos.
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John despertó más calientito de lo normal, Jaehyun lo tenía abrazado, tal vez para evitar que se cayera del sofá o para preservar el calor.
— Oye... — se removió un poco — despierta... — logró liberar una de sus manos y con esta pellizco suavemente una de las mejillas del contrario. Abrió lo ojos, adormilado.
Se quedó quieto, sentía algo extraño, ya que los ojos oscuros de John era lo primero que veía en la mañana. Se levantó de golpe, arruinando el lindo momento y fue a la cocina por agua para espabilarse, encontrándose con el menor de los Lee. Se quedó a su lado sin decir nada cuando sin querer ambos chocaron.
— Buenos días — habló el con voz ronca sin querer sonar malhumorado, sonrió levemente y se alejó. ¿Su hermana ya estaría despierta? Ignoro al chico con el que había chocado y subió las escaleras gritando el nombre de su hermana — ¡Irene!
Jung frunció el ceño algo sorprendido de que le hablara ya que en su universidad nunca le había dirigido la palabra. Aún así correspondió el saludo con una leve reverencia. Tomó dos vasos de uno de los estantes y los llevo de nuevo a la sala.
Le extendió uno a John que tallaba sus ojos para sacarse las lagañas.
— Ten, para ti — bebió el contenido de un solo golpe, al parecer si se encontraba bastante sediento.
— ¿Ya están todos despiertos?
— Solo Lee — el contrario se levantó, aprovechando para estirarse, iría a saludarlo y después a Irene, pero un leve tirón en su suéter se le impidió, volteó extrañado para ver de qué se trataba.
Jaehyun sabía que Mark se encontraba cerca, ademas la casa se encontraba sumergida en un completo silencio por lo que sus voces, a pesar de estar en la sala, se podían lograr escuchar por toda la casa. Habló aún más fuerte a propósito.
— Seo... se que te gusta Mark — Lo que más lo frustraba es que ninguno de los dos parecía darse cuenta de ello. El más alto permaneció de pie con una ceja arriba, como si no supiera nada de lo que salía de la boca del otro — No quiero que vayas con el, quédate conmigo.
No sabía por qué le estaba pidiendo eso, ni mucho menos sabía porque había llegado a la conclusión de que a él le gustaba Mark. Aún así, no se puso a pensar mucho en eso. No estaba en sus principales prioridades en ese momento.
— Bien, bien, me quedaré contigo — aparto la mano de su ropa — Solo tendí que ir arriba a despedirme y después seré todo tuyo ¿okey?— Yunoh bufó molesto, no esperaba que le contestara de ese modo — No tardo.
Subió los escalones de dos en dos, había escuchado la puerta de la habitación de Irene ser cerrada con fuerza. Dio leves toquecitos en la madera.
