Capítulo 10 - Final

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Tenía miedo, un miedo terrible. ¿Qué se supone que podía hacer? ¿Rogar? Se que nada servía ahora, y que Guro me iba a hacer algo que yo no podría evitar. Solo le escuché acercarse, sus pasos resonaban en esa habitación en la que solo estábamos nosotros dos. Sentía el corazón en mi garganta:

-Mírame -me ordenó, no quería hacerlo- ¡He dicho que me mires! -me agarró de la cabeza y no pude hacer nada mas que abrir los ojos, su sonrisa se agrandó al verme- siempre me han encantado esos ojos, no quiero que miren a nadie mas, los quiero para mi -hablaba casi para él mismo

Agarró con fuerza mi cabeza, clavándome sus dedos. Su respiración se aceleraba entrecortadamente. Me dejó de nuevo con delicadeza en la cama. Intentaba controlarme, no mostrar miedo. Miré a mis manos, atadas a la cabecera de la cama con una cuerda. No podía ver bien a Guro, se había alejado y la habitación estaba algo oscura:

-Guro...

-¿Hm? ¿Que pasa, cariño?

-¿Me vas a asesinar? -intentaba no mostrar miedo en mi voz, no quería dejarme asesinar

-No no no, tengo esperanzas contigo, pero sé como hacer que no te alejes de mi -se acercó de nuevo, con una sierra en la mano- ¿Qué te parece? ¿Serás buena y no gritarás?

-¿No tienes ni idea de cómo funcionan los cuerpos? No depende de mi gritar o no ¡si me cortas una puta extremidad!

-Esa agresividad... -sonrió y se le hizo la boca agua- Ahh~ Me encantas -puso la sierra en mi pierna, sentía le hoja fría en mi piel- no quiero hacerte eso, me gustan tanto tus piernas -acarició mi muslo y subió su mano por el resto de mi cuerpo, yo no hice ninguna expresión- ¿pasa algo?

-Pensaba que me querías -eso pareció dolerte

-¡Te quiero!

-Y resulta que solo quieres alguien con quien satisfacer tus fetiches

-¡No es eso!

-¿Y qué es?

-Yo te quiero -su expresión era exageradamente triste, pero yo no me dejaba influenciar- Por eso hago esto, ¡pero no lo comprendes! -tiró la sierra y se alejó- ¡Si me comprendieras me dejarías cuidarte y hacerte esto! -intenté desatar mis manos, Guro estaba muy ocupado gritando- quédate ahí, iré a por una cosa

Desaté mi mano izquierda, después la derecha y cogí la sierra para las piernas. Estaba libre, ¿ahora qué? ¿Le asesino yo a él? Fui a donde tenía todas esas cosas, era una mesa llena de instrumentos de tortura, Guro era un sádico. Le escuché acercarse por el techo. Cogí la sierra y un cuchillo. Bajó y me miró sorprendido:

-¡Lo sabía! ¡Me vas a dejar como todas! -tenía un pañuelo en su mano, debía tener cloroformo- ¿qué vas a hacer? ¿Matarme? -rió un poco y se acercó, yo estaba mas nerviosa que él- Quiero ver cómo lo haces, enséñame como me asesinarías -se acercó mas, estaba a menos de dos metros de mi- ¿No puedes hacerlo, ____? -rió un poco, no sabía si hacerlo, pero se acercaba cada vez mas y era él o yo- Solo déjame hacerlo, déjame estar contigo para siempre 

Intentó ponerme el pañuelo en la boca y nariz, pero le ataqué con el cuchillo antes. Él se había lanzado hacia mi, y yo le ataqué. Ambos caímos al suelo, y él ya no tenía su pañuelo en mi nariz. Tenía el cuchillo entrando en su costado:

-_-____ ¿Por qué me haces esto?

No respondí, daba igual darle explicaciones. Él intentó de nuevo poner el pañuelo , estaba sobre mi y no estaba muy herido. Profundicé la herida y le oí quejarse. Le tiré para un lado y él intentó levantarse:

-N-Nunca te voy a de-jar -me sonrió cubriendo su herida con la mano- te quiero

-¡No me quieres! -hizo una expresión triste y fue hacia mi, con su otra mano delante de él

-Sí te quiero, déjame mostrártelo -se acercaba cada vez mas, y si me dejaba engañar iba a ser yo quien muriese- ¿no recuerdas todo lo que he hecho por ti?

-Manipularme para tenerme encerrada en tu casa

-¡No! ¡Yo no voy a hacer eso! ¡ERES TU QUIEN SE QUIERE IR DE MI LADO, MÍRATE, PREFIERES ASESINARME A ESTAR CONMIGO TODA TU VIDA! ¡ERES UNA PUTA ZORRA, COMO TODAS ANTES QUE TU!

-¡CÁLLATE! -solo me daba mas razones para hacerlo- te voy a dejar aquí, muriendo solo, yo me iré y nunca mas pensaré en ti -él rió un poco

-____... Me vas a recordar hasta el día de tu muerte

-No es verdad...

-Te vas a arrepentir de hacer esto -se acercó mas- Porque tu me quieres

-¡Cállate!

-Estamos destinados a estar juntos -se acercó mucho a mi- siempre -me iba a tocar

Le corté de nuevo, pero él no gritó. Se acercó todo lo que pudo a mi y me intentó quitar el cuchillo. Le apuñalé como acto reflejo, en el estómago. Eso si le sorprendió:

-¿P-Por qué me haces esto, ___? -no sabía que responder, ni qué pensar, solo introduje el cuchillo todo lo que pude, sentía ese liquido rojo mojar mis manos

-Ha sido tu culpa -me puse muy nerviosa- Es tu culpa que pase esto

-No -hablaba muy débil- yo sólo quería estar contigo -retrocedí, viendo como sangraba , intentó sacar el cuchillo, pero al hacerlo fue peor, porque sangró mas y cayó- quiero estar contigo -no se como, pero se levantó

Me fui corriendo de ahí, subí las escaleras mientras él avanzaba todo lo rápido que podía hacia mi. Cerré la puerta, y puse algún peso encima. Le escuchaba gritar, cada vez más débil. Me fui de ahí, pero aun escuchaba los gritos de Guro. Me miré en el espejo, manchada de sangre. Me limpié todo lo que pude y me fui de allí a mi casa. 

Intenté seguir con mi vida, pero podía escucharle gritar. Cada voz que escuchaba, se parecía a la suya. Cuando estaba sola podía ver esos ojos a través de la ventana. Quizás era verdad... "Me vas a recordar hasta el día de tu muerte". Poco a poco pude habituarme a esa voz en el fondo de mi cabeza. Nadia sabía lo que hice, solo yo. Pude refugiarme en el alcohol, en los cigarrillos, en todo lo que pudiera matarme lentamente. Cada persona que conocía temía que fuera como Guro. Si... veía esos ojos y escuchaba esa voz... El trabajo, destruirme, eso era la único que necesitaba...

Los ojos de la obsesión (Guro x reader)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum