—Para eso estás tú.

—Bueno— Jun acarició a Panda, ella ronroneaba en su pecho— Ay, está chiquita, no puele.

—Están huesudos— dijo Minghao mientras le daba leche de a poquito— ningún hijo mío pasará hambre.

—¿Y tengo que venir a verlos o cómo?

—Si te los quieres llevar una semana y luego una semana yo. ¿Tus gatas no le harán nada?

—Esas plastas no se mueven del patio, no harán nada.— Jun agarró a Pardo— Además, tengo una cama que era de Kala que ni usa, ahí entran los tres.

—Bueno, los voy a dejar en la caja para que descansen.

Jun dejó a los dos bebés que tenía en las manos en un rincón de la caja, les puso el trapito encima y los vio cariñosamente.

—Minghao, somos padres.

—Si eres marico.— él se agachó al lado de Junhui, dándole un besito en el cachete— Ojalá no se nos mueran.

—QUÉ TE PASA, CÁLLATE, CLARO QUE NO— Jun lo empujó— Cuando pueda hablo con mi mamá para que los llevemos al veterinario.

—Qué bueno que me conseguí a un hombre con plata— dijo Minghao acariciando la cabecita de Panda— Que vea por mis niños.

—Igual mi niño favorito eres tú.

Los gatos maullaron, y Minghao los señaló.

—¿Escuchaste? Te dijeron PARCHIIIITAAAAA.

—Ay mamalo.

Jun lo besó por tercera vez en el día, desde que estaba en su casa no se despegaba de él. Y Minghao aparte de decir vainas, tampoco se quitaba.

Todo les estaba yendo bien.

...

—Mami, te quiero.

La señora María vio a su hijo, Seungcheol estaba a un lado de ella en la cama como un corroncho. Interrumpiendo su programa de cocineros.

—¿Qué quieres Seungcheol?

—Nada, quería venir a hacerte compañía.

—Sí, ajá. Háblame claro.

Seungcheol suspiró y se apechugó más.

—Me invitaron a una fiesta mañana.

—¿Mañana?

—Sí, es en una casa, una reunión. Anda.

—¿De quién es?

—De una chamita amiga mía del liceo. Andaaa.

—¿Quién te lleva?

«Coño, esta ya no me quiere llevar»

—Le digo a Juan.

—NO SÉ QUE HABLAN NI QUÉ ME VAN A DECIR A MÍ, PERO DE UNA, NO QUIERO.— Se escuchó desde el baño de su mamá, ahí Juan siempre se vivía tomando fotos en el espejo inmenso.

—Ese me lleva— susurró Seungcheol— ¿Me das permiso?

—Bueno, pregúntale a tu papá.

Seungcheol le dio un besote a su mamá antes de saltar y salir a buscar a su papá. Siempre estaba en la cocina jugando dominó en el teléfono. Cuando llegó a la cocina, ahí estaba.

—Papiiito.

—Dime.

—¿Me das permiso para ir a una reunión mañana?

U.E.I Sevenzuela -Seventeen-Where stories live. Discover now