Tom y el escuadron de Tom

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Bélgica y Francia-1940

              El ejercito británico envió expediciones a Bélgica para intentar parar la ofensiva del ejército alemán, esta acción no tuvo ningún resultado, este último devasto casi todo el norte de Bélgica dando retirada para los aliados.

              De 1400 soldados británicos enviados a Bélgica, sobrevivieron 600, entre ellos Tom, soldado raso que entro al ejército, que antes de eso solo era un vagabundo más en las calles.

           -Hey! Amigos, al parecer vamos a casa. -Exclamo John, capitán del pelotón donde estaba Tom. -Vamos chicos, anímense por fin nos vamos después de 2 largos meses.

           No podían estar alegres, después de ver Bélgica destrozada por el poder destructivo de Alemania, solo podían pensar que tan rápido podían llegar los alemanes hasta el Reino Unido, donde estaban sus casas, sus amigos y sus familias.

           -Chicos, llegaron provisiones, vengan. –Dijo John- Ven? Todo está mejorando.

            Todos se levantaron para obtener su ración de comida al darse cuenta de que había carne, pan y leche, no habían comido nada parecido durante 2 meses.

            -Esto lo confirma, no iremos a casa chicos. -Dice un integrante del pelotón de Tom.

            Todos se sentaron tristes y melancólicos, aceptando sus destinos, preferían morir afuera de su país, que ver las calles donde crecieron destrozadas y su gente sufriendo.

             -Tom? ¿No vas a comer? -Pregunto John.

              -...

               -...

              -Y pensar que para comer un poco de carne y pan, primero tendría que ir al infierno. -Respondió Tom con un tono sarcástico.

              Tom solo se bebió la leche, tomó la carne y el pan, se levantó y decidió encontrar a alguien quien de verdad lo necesitara. Después de 20 minutos de caminar encuentra a tres perros adultos solo se le quedaron observando, aunque no eran precisamente iguales, Tom se recordó solo los días donde mendigaba unas miseras monedas, no lo pensó dos veces, les tiro el pan y la carne y se retiró del lugar.

              Al volver Tom, solo se recuesta en un lugar cercano de su equipo sin intercambiar palabras, se duerme hasta al amanecer.

               -Hey Tom... Despierta...

              -Estamos rodeados Tom...

               -Te necesitamos Tom...

               -TOM!!

                Tom se levanta exaltado, agarra su arma y le quita el seguro para cuando se da cuenta, sus compañeros están riéndose de el

                -Están locos! Pude haberlos matado.-Dijo Tom

                -Relájate Tom, con tu puntería lo dudo, además no mentimos observa.

                 No se había dado cuenta, pero Tom si estaba rodeado por tres perros adultos, los mismos de la noche anterior.

                 -Hey, más que rodeado, parecían más bien que te estuvieran cuidando, intentamos acercarnos, pero no nos dejaban despertarte hasta que te gritamos. Como sea, ya tenemos que irnos, ya decidieron a donde iremos. -Le dijo John

                 Tom tomó sus cosas y se fue con el pelotón, notó que los perros lo seguían, aun cuando desde que despertó solo los ignoraba, los perros solo iban a donde iba Tom.

                 -Jajajaja, por fin Tom, alguien te sigue, deberías dejarnos y ser capitán de tu propio pelotón, oh ya se! Deberían llamarse el escuadrón de Tom!.-Entre risas sus compañeros se burlaban de Tom.

                 Tom agarro su arma y disparo al aire e hizo que los perros se marcharan

                 -Hombre!, solo era una broma.

                Al largo de los días llegaron a Francia, su misión era defender Francia de la ofensiva alemana de igual manera como hicieron en Bélgica, fue el mismo resultado, la derrota para los aliados, el pelotón de Tom se retira, cuando entre balas y gritos de gente desmembrada oyen oír aviones.

                 -Deben ser los nuestros! -Gritaba John .

                 -NO CAPITAN! ESPERE!

                Al asomarse es tiroteado por este mismo un avión artillero alemán, todos al ver al capitán muerto, se volvieron locos, empezaron a correr entre la ciudad, Tom no se quedó atrás, decidido intentar resguardarse entre los edificios, pero no le sirvió de nada, un tanque disparo a uno de ellos y dejo a Tom atrapado mientras que todo se derrumbaba y una roca le cae en la cabeza para dejarlo totalmente noqueado.

                Cuando Tom recupera la conciencia estaba siendo arrastrado, solo podía observar el cielo nocturno y la ciudad en llamas, escucha voces de alemanes, piensa que fue capturado por uno de ellos, no podía moverse, solo podía aceptar su final, aunque su último deseo fuera poder tomar su vida el mismo, entre tantos pensamientos volvió a quedar inconsciente.

               -...

               -Wow, aún sigue vivo?...

               -Qué hacemos?...

               Tom se despierta en un barco rumbo a Inglaterra, solo puede recordar momentos inexactos de su memoria mientras era arrastrado, de cuando salía de la ciudad cubierta en llamas, solo se preguntaba, quien era el que arrastraba su cuerpo.

                -Amigo, que suerte tienes, de que brigada vienes?

                Tom no sabía que era si quiera una brigada, era solo un soldado raso en la guerra hecho solo para morir. No obstante sabia el nombre de la persona que aunque nunca se lo dijo, lo admiraba por tener una mente inquebrantable.

                 -Conoce al capitán John Trent señor? -Pregunto Tom con una voz débil.

                 -Que si lo conozco? Por supuesto que sí, mira! -Le enseña su chapa de identificación muy euforico-Es mi hermano menor, sargento primero Frank Trent a tus servicios.

                  Tom consternado se quedó sin palabras de que un sargento le tomara la palabra, se levantó de su cama y saludo.

                  -Señor... El capitán fue...

                   -Lose hombre, no te pongas tan serio jajaja. -El sargento reía mientras intentaba no llorar-Solo quiero saber si fue un buen capitán chico.

                   -El mejor señor!-Respondió Tom entre risas y llanto dandose cuenta de donde venia la personalidad del capitan.

                    -Ya veo... Tranquilo chico, vamos a casa-El sargento se levantó de la silla.

                     -Señor, como llegue aquí? Solo tengo recuerdos borrosos de la ciudad en llamas y alguien me arrastraba, pensé que eran los alemanes divirtiéndose conmigo, pero cuando desperté ya estaba aquí.

                     -No lo sabes chico? Tres perros arrastraban tu cuerpo siguiendo a un pelotón hasta aquí, ellos no creían que siguieras vivo, estuviste inconsciente 2 días, cuando llegamos a Dunkerque un paramédico te reviso y seguías respirando, es casi un milagro de que este ahora mismo aquí.

                     -...

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