La reunión (parte 2) Capítulo 5.

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No me había detenido a pensar que Camila y su familia iban a asistir hasta que vi a Sinu con un elegante vestido pero no de manera exagerada para una ocasión un tanto casual.

-A la reunión que ha preparado tu tío Michael –sí, Alejandro decía ser mi tío y mi papá el tío de Camila por lo que de vez en cuando era una situación algo extraña -¿pero qué te pasó Karla? –Sinu adoraba llamarla Karla a pesar de que sabía que eso a su hija no le gustaba mucho.

-Oh, esto…fue un accidente mami –su voz sonó terriblemente inocente.

-En realidad… -comencé.

-No ha sido nada, pase el día en la enfermería y Lauren estuvo conmigo todo el tiempo –al decir eso Camila se enredó en mi brazo y le sonrió de nuevo a Sinu.

-Está bien, te creeré –entre cerro los ojos y al instante salió Sofí.

-Hola Lau –se acercó a mí la pequeña y me agache un poco para dejarle un beso en la mejilla como haría ella después conmigo.

-Bien, nosotros nos iremos adelantando por lo que te encargo Lauren seas tú quien la lleve hasta tu casa, cuida que se vea apropiada para la ocasión y que no se quiera escapar de otra reunión –la miré con el entrecejo fruncido y ella bajó la mirada.

-No te preocupes, yo me encargo –le respondí sin dejar de ver a Camila quien parecía no quería mirarme.

Sus padres y su hermana se fueron. Camila y yo entramos a su casa, la acompañé hasta su habitación; no hubieron palabras en el recorrido.

-Camila… -me interrumpió.

-Me daré una rápida ducha y estaré lista en un momento –entró en el baño de su habitación y me senté sobre su cama.

POV Camila

Mi padre y su gran boca, no podía mirar a Lauren ahora que sabía que evadía el ir a su casa, claro que no era por ella ni por su familia sino que no me sentía cómoda entre personas que ni se inmutaban de que yo me encontraba en la misma habitación, por la misma razón, la mayoría de veces Dinah me acompañaba y tenía con quien hablar.

Después de ducharme entré al enorme closet donde tenía montones de ropa que en su mayoría era escogida por mi mamá, siempre cuidando que vistiera como toda una señorita de clase alta.

Escogí un vestido azul marino con lunares blancos, unos tacones blancos y mi cabello lo alacié dejándolo suelto, un maquillaje ligero y un poco de perfume.

Sentía que había hecho esperar a Lauren demasiado por lo que me di prisa en salir y entonces la vi. Estaba observando mi gran colección de discos.

-No me equivocaba al pensar el tipo de música que te gusta –dijo sin mirarme.

-Yo…Lauren, lo siento –ésta vez sí me miró. Su rostro estaba serio.

-Está bien si no quieres estar cerca de mi familia o en esas estúpidas reuniones - ¿estaba enfadada? Eso me parecía al ver su entrecejo ligeramente arrugado.

-No es eso –ella negó con la cabeza.

-No tienes nada que explicarme –definitivamente estaba molesta.

La vi girarse y caminar directo hacia la puerta pero instintivamente tomé su brazo.

Al girar ella de nuevo, nuestros cuerpos quedaron casi pegados. Sentí mi respiración acelerarse y vi sus ojos de la mejor forma que podía existir. No aleje mi mano de su brazo, en vez de eso la deslicé sobre su piel hasta tomar su mano.

Nos miramos, las palabras no se hacían, nuestros rostros estaban cada vez más cerca y lo deseaba, deseaba que sucediera.

Sentí su respiración chocar con la mía y nuestros labios apenas se rozaron cuando escuchamos el sonido de llamada de su móvil.

-Creo que tenemos que irnos –dijo con la voz entrecortada antes de responder.

No me soltó de la mano y yo la agarré mejor cuando bajábamos las escaleras.

-Sí papá, ya vamos para allá –decía ella y en mi cabeza no dejaba de repetirse lo que acababa de suceder.

Subimos al auto y en el camino nadie dijo nada, sólo había sonado la radio y la voz de Lauren acompañando las canciones en un tono casi inaudible.

Al llegar metió el auto en algo que parecía una enorme bodega vacía pero bien iluminada. Apagó el motor y estaba a punto de bajarse cuando la detuve.

-Lauren si yo no venía es porque siento que no encajo, nuestras familias se llevan bien, tú y tus hermanos se llevan de maravilla con Sofí; pero yo a penas y he hablado con Taylor, Chris y yo nunca completamos una conversación y hasta hoy yo no cruzaba más de tres palabras contigo –ella suspiró y no dijo nada.

-Lo siento Camz, es sólo que no sé porque pero el hecho de pensar que quizá me odiabas o… qué sé yo, eso me puso mal y no escuché lo que tenías para decirme –me acarició la mejilla y de nuevo esa burbuja nos atrapó.

El silencio nos acompañaba, su mano en mi mejilla y sus ojos estaban sobre los míos.

De nuevo nos acercamos poco a poco. Estaba completamente nerviosa pero no me podía detener, en mi cabeza no había nada más que ella y sus labios, los cuales de nuevo rozaron tenuemente los míos y un golpe nos interrumpió. Ella sonrió encontrándole el lado divertido al acontecimiento y no pude evitar hacerlo también.

-Deberíamos entrar –abrió la puerta y rápidamente me estaba ayudando a bajar del auto.

Chris sin darse cuenta de lo que sucedía adentro, había golpeado el cristal y se había alejado.

Tomé de nuevo la mano de Lauren, tal vez por instinto. Cruzamos el jardín hasta entrar por la cocina donde saludamos a Giorgio, el cocinero y a su esposa Isabella.

Salimos hacia la sala y saludamos a todos, no solo estaban nuestras familias sino también estaban las amigas de Lauren, socios de nuestros padres y algunos otros conocidos.

Lauren soltó mi mano y comenzó a hablar con sus amigas y de nuevo esa sensación de rechazo llegó a mí pero no duró mucho cuando Lauren me acercó a ella y a sus amigas comenzando una animada charla.

POV Lauren

Estábamos en la sala después de haber comido, era casi de noche y vi como unos músicos se acomodaban en un rincón de la casa. Tan pronto como lo hicieron noté que entonaban “viva la vida”  de Coldplay a base de chelo y violín.

Fue cuando vi un gran ramo de rosas delante de alguien. Todos se centraron en el acto.

-Hola mi amor –dijo Theo bajando el arreglo.

Solté la mano de Camila y avancé lentamente hacia él con una leve sonrisa.

- ¿A caso olvidé nuestro aniversario? –pregunté sin encontrar un motivo para todo eso.

-De hecho… -uno de los chicos de servicio tomó el enorme ramo de rosas dejando a mi novio libre para poder meter su mano en uno de los bolsillos de su saco. De antemano sabía lo que pasaría.

-Lauren, hemos pasado mucho juntos y quiero que siga pasando por mucho tiempo más –sacó una cajita de color azul marino y lo abrió - ¿Te casarías conmigo?

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