Capitulo 43

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Tom Brown Carpenter

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Tom Brown Carpenter.

Ella no se encontraba por ningún lugar pero no me preocupaba porque podía sentirla en la casa aunque no sabía dónde estaba, no quería molestarla porque seguro debe estar molesta, nunca la había visto molesta y puedo decir que es algo placentero, no debería decirle eso nunca.

Bajó a cenar pasando por la habitación de Greta y me la encuentro, ella me sonríe pero voltea a ver a otro lado como si estuviera buscando algo o a alguien.

- ¿Donde está Ella?-dice

- Debe estar buscando a Enzo-digo

- ¿Y tú la dejas?-dice

- Hoy se ha enojado por primera vez, pues ¿Que fue lo primero que hice? Que me asusto, pensé que me la habían cambiado y aquí estoy esperando que vuelva-digo

- Eres realmente idiota ¿Como la vas a dejar ir?-dice

- Así como te dejo salir después que te gano en Fornite tontita pero es diferente porque mi princesa nunca se enoja, me dejó en claro que lo está haciendo todo por la manada y esta dispuesta a perder su corona para quedarse porque es una buena persona, bueno lo último no lo dijo pero bueno-dice

- Necesitas un consejero pero no seré yo, pregúntale a Aarón el siempre tiene la respuesta, en otra vida fue mujer-dice Greta riendo

Lo medito un poco mientras camino hacia una de las cabeceras de la mesa, Aarón no se encontraba ahí y no iba a esperar a Ella ahí, me dolía que estuviera lejos de mi pero no podía dejar a Enzo libre después de todo lo que había hecho, lo que me hizo a mi y amenazo la vida de mi mate que es más importante para mí y mi manada.

Me siento a cenar esperando que por la puerta entrará mi hermosa luna y me sonriera como siempre lo hace, con comprensión y amor en su mirada, vaya que lo esperaba ni siquiera podía comer lo cual mi madre noto al igual que Yasmin.

- ¿Te sucede algo? ¿Por que observas tanto la entrada?-dice Yasmin

- Eso no te importa-digo

- ¿Donde está tu mate hijo?-dice mama

- Ella está explorando la mansión ¿Donde está Aarón?-digo

- No lo sé, también le gusta recorrer los pasillos como antes-dice

- Pues a mí me preocupa ¡Guardias!-digo

Estos aparecen temerosos haciendo una reverencia a mí persona, me levanto de mi asiento observándolos.

- Busquen a la luna de esta manada y a mi hermano, quiero que todos lo hagan-digo

- Si señor ¿Necesitará algo más?-dice uno de ellos

- ¿El consejo sigue aquí?-digo

- No mi señor pero el gran Alpha demanda su presencia en su hogar-dice

- Perfecto, pueden retirarse-digo con una sonrisa

Tomo asiento otra vez para luego hacerle señas a Wenifer quien cabizbaja avanza hacia mi.

- Señor-dice

- Espérame con Isabel y María en mi oficina, iré rápidamente-digo

- Si señor-dice

Ella desaparece de mi vista y es perfecto para que Ella me perdone, aunque no puedo soltar a Enzo pero espero no se enoje más conmigo, al terminar de cenar que no fue mucho ya que estaba apurado por la sorpresa a mi hermosa Ella, al llegar a la oficina me siento tras mi escritorio.

- Bueno lo primero que harán será cortar rosas del jardín y procurar que vuelvan a crecer en el jardín-digo

- Pero Alpha, no se nos permite salir de la mansión-dice Isabel

- No se les permite salir de la propiedad así que no pongan excusas baratas-digo molesto

- ¿Que más señor?-dice

- Consigue un collar y que sea bonito, quiero tu opinión en el collar Wenifer y espero lo escojas sabiamente, antes de comprarlo debes mostrármelo, ustedes dos vuelvan la biblioteca, hagan un lugar que aunque duren horas ahí no terminen con dolor de cuello o algún dolor-digo

- Unas almohadas para el cuello ¿Le parecerá bien? Hasta pondremos almohadones para más cómodo-dice María

- Mientras sea un paraíso y a mi esposa le guste como también se sienta cómoda les subiré el sueldo, hermosa idea, pueden retirarse Isabel y María-digo

Wenifer se queda a enfrente de mi sin moverse cabizbaja sin ninguna intención de levantarme la mirada.

- Wenifer ahora que estás aquí, se que nunca lo hice y lamentó haber provocado tus lágrimas, agradezco que me aconsejes con Ella que es realmente sorprendente-digo

- Olvídelo Alpha, no es necesario sus disculpas, yo sabía dónde me metía y a decir verdad le agradezco por ábrirme los ojos, le seguiré ayudando con la
Luna, merece ser feliz Alpha y me alegra mucho que sea con alguien como la señorita Ella-dice con una sonrisa

- Gracias-digo

- No hay de que ¿Prefiere algo simple o algo muy gigantesco?-dice

- Simple pero hermoso ¿Ok? Nada que ver con lo gigantesco y exagerado-digo

- Si señor-dice

La veo salir después de hacer una reverencia y sonrío.

Más tarde esa noche.

>> Claro que no será nada grande o exagerado pero me aseguraré de bañarlo en cenizas de dragón primero <<

Sonrío a los guardias que cuidan de el calabozo, bajo las escaleras con dos bandejas en las manos, las bandejas las dejo suavemente en el suelo sin intenciones de alertar a los guardias, me acerco a la celda donde Amanda y Carolina están sentadas en el suelo mientras que Carolina apoyaba su cabeza en el hombro de Amanda, Amanda se apoyaba en su cabeza.

- Estupidas, ya levántense-digo en un susurro

Mis susurros no hacen que se levanten mejor dicho hacen una mueca como idiotas y continúan durmiendo como si nada, me acerco a la celda de Enzo intentando acercarme a su cabello pero como no todo es simple tuve que abrir la celda en silencio, corto puntas de su cabello para que no se notara.

Que Enzo estuviera en una celda me hacía más fácil que cortar el cabello de Kilian en persona, cuando terminó busco una de las bandejas y deja en su celda, espero no lo maten por unos días así podré trasladarlo y matar dos pájaros de un tiro.

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La inocencia que tienes enamoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora