Un Amor A Escondidas ||𝑴𝒂𝒙𝒊 𝑬𝒔𝒑𝒊́𝒏𝒅𝒐𝒍𝒂|| [TERMINADA]

Parte 2

La puerta principal se abrió, dejando que el auto negro entrara, le guiñe el ojo a Carmen desde mi ventana y ella asintió, quizá lo que estábamos por hacer era una completa locura, pero valía la pena. Que podía decir si amaba lo prohibido y él era prohibido para mí.

Mi casa era sumamente grande casi una mansión y eso me abrumaba, pero era perfecta para que viviéramos Maxi y yo, claro si mis padres no vivieran en ella.

Me aleje de la ventana y me dispuse a cambiarme, no me vestiría de gala o elegante para la ocasión, ni mucho menos para "impresionar a Roy" como había dicho mi madre minutos antes, ademas de que los vestidos de gala, faldas o "andar como princesa" no me gustaba.

Había acabado de bañarme, mi cabello no estaba tan húmedo, lo cepille y me cambié, eligiendo unos jeans rotos de las rodillas, una blusa rosa corta y solo para la ocasión mi sudadera negra.

--Mi madre la amara.--reí sarcástica colocándomela. Termine de arreglarme y me mire al espejo, no me veía mal pero sentía que algo faltaba... Saque de uno de los cajones un gorro de lana negro con unas letras blancas "Fake love" grabadas en la parte inferior, no era el mejor vestuario pero a mí me gustaba y eso era lo que contaba.

--Señorita Blake.--llamaron a la puerta tras unos leves golpes.

--Voy.--avise tomando el gorro y colocándomelo. Abrí la puerta y detrás de esta estaba Carmen la mucama con una gran sonrisa.

--Él joven ya llegó.--susurro y me guiño el ojo, era mi cómplice en esto

-Entra.--ordene y me hice a un lado para que entrara. Tras cerrar la puerta solté todo el aire retenido en mis pulmones.

--Se ve hermosa señorita.--alagó.--A él joven le encantará.--sonreí ante lo dicho.

--Gracias Carmen.--la abraze. Mi cariño por ella era infinito, la quería como a una madre, ella apoyaba incondicionalmente mi relación con Maxi, y se portaba tan gentil y amable conmigo y con él las veces que lo veía, hasta le dice nuero.--¿Dónde está?.--pregunte nerviosa, no me explicó como Maxi lograría entrar a la mansión y colarse en la cena sin que lo descubrieran.

--En la cocina.--respondió ella tranquila.

--¿Cómo?.--me sorprendí y Carmen soltó una risita.

--Ni yo me lo explico señorita... Recibí a los invitados, a los meseros y a los cocineros y no lo reconocí, se colo entre ellos.--rio.--Trae muy buen disfraz, tenga por seguro que no lo reconocerán.--me moría de ganas por ver cómo se había vestido.

--Eso espero.--respondí.

[• • • •]

Minutos después me encontraba husmeando en la cocina, buscándolo con la mirada, sin saber cómo lo reconocería. Alguien me sorprendió por detrás, tapándome la boca y metiéndome al cuarto de servicio, por poco y tropiezo con las escobas.

--Shh.--susurro dejándome ver su rostro y soltandome, sonreí mirándolo de pies a cabeza, traía una peluca, el cabello era completamente negro, con fleco cubriendo una parte de su rostro y un uniforme de mesero blanco y corbata negra, en la mejilla tenía una estrella pintada, simulando un tatuaje, se veía jodidamente hermoso...

--¿Que?.--me miro coqueto.--¿Te gusta?.--me acercó a él y me besó desesperadamente.

--¡Dios!... Me encanta.--lo tome de la corbata y lo acerque a mí.