C R Y S T A L

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Una noche fría, una como nunca antes vista. Los habitantes de la ciudad de cristal o bueno los que podían, se mantenían a salvo frente a una chimenea solo dejándose llevar por el calor que esta emanaba. A simple parecer no se escuchaba nada más que el viento colisionando con las hojas de los arboles pero si eras una persona astuta y no te encerrabas en tu burbuja de fuego podías darte cuenta de algo importante. Murmullos atormentados que viajaban sujetos al gélido viento proveniente del otro lado de la ciudad, ese lúgubre lugar donde casi nadie se atrevía a ir. De solo imaginar a alguien cruzando esa invisible línea causaba pánico en su población pero también curiosidad porque habían pasado cincuenta años desde que la última persona paso la línea y vivió para contarlo. Según algunos ancianos morías de solo poner un pie en el lugar y según otros tantos el poder que el lugar te ofrecía seducía hasta al más noble. La verdad es que más allá de la frontera impuesta por los mismos pobladores habitaba lo peor de la creación, esos que no tenían salvación y solo se encargaban de destrozar el poco rastro de inocencia que quedaba. Ellos arrasaban con todo sin importar que seas, para estos seres siempre serás huesos y pellejo que no tiene nada que ofrecer, simplemente te habrán quitado todo rastro de humanidad para cuando quieras volver a tu dulce lado de la línea. Aquella enigmática y fría noche algo ocurrió, había nacido una pequeña en medio de toda la miseria y podredumbre que el lugar podría tener, se dice que esa noche una energía imposible de ignorar emanaba del burdel más famoso del lugar, una prostituta al fin había dado a luz a una preciosa criatura que con pocas horas de vida ya tenía embelesado a medio pueblo. Había nacido el fruto de un amor prohibido, la única capaz de destruir hasta al ser más despreciable nunca antes creado, podrá entrar en el corazón más podrido y convertirlo en algodón, pero no te confundas porque para tu desgracia ella nació del lado equivocado de la frontera y solo es la dulce advertencia de un futuro lleno de destrucción. Larga vida a la Reina de Cristal.

Algo, algo y algo másWhere stories live. Discover now