Capítulo 16

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*Érika*

Entro por la puerta principal diez minutos antes de que suene el primer timbre para ir a clase. El bullicio de los demás estudiantes ensordece el ambiente. Subo las escaleras hasta el segundo piso hasta mi taquilla. Un grupo del comité de estudiantes está en el pasillo con mucha gente a su alrededor. Esto ya parece el típico mercadillo de los domingos, pienso consiguiendo que se me forme una sonrisa involuntaria.

-A saber qué será tan gracioso para que te rías, pequeña Érika- una voz suena detrás de mí susurrándome al oído. Me giro y observo a Andrea con su cara burlona mirándome.

-Puedes hacerte una idea general- miro hacia la gran multitud- ¿tú sabes que están organizando?

-Algo le he escuchado a Alan... creo que una fiesta de máscaras para recaudar dinero para el viaje de fin de curso.

-Con que Alan, ¿eh?- su rubor en las mejillas me dice que algo más pasa- está bien, está bien, ya me contarás cuando tengas tiempo- paso mi brazo por su cuello- pero ahora tenemos que irnos a clase de anatomía.

El profesor Hawn reparte a toda la clase en grupos de tres personas en las mesas del laboratorio de biología. Con suerte me toca con Andrea y otra chica la cual, para ser sinceros, no he hablado ni sé cuál es su nombre. El ambiente era como el de un viernes a última hora: ganas de salir de esta cárcel de cuatro paredes mientras observamos la libertad por las ventanas y suspiramos con ganas de atraparla. El sol entra por la ventana calentando el aula situada en la tercera planta. Cierro los ojos y me imagino en la playa, en mi antigua ciudad, con mis amigos de siempre disfrutando de unas cervezas con la música a todo volumen.

-Señorita Miller- el profesor se acerca rápidamente a nuestra mesa-buenos días, haga el favor de estar atenta para realizar correctamente esta práctica- se gira hacia la proyección del cañón- tened en cuenta que si no se aprueban todas las prácticas junto con el examen escrito no se aprueba esta asignatura- hace una vista general- por consiguiente, no quiero lloros a final de curso, ¿me he explicado con claridad?- se baja las gafas a la mitad de la nariz para echarnos una mirada de advertencia.

Todos asentimos resignados sin tener muchas opciones para contestar. Al unísono, nos colocamos las gafas protectoras y los guantes mientras esperamos el guión. Varios alumnos de nuestro curso entran con unas extrañas bandejas blancas las cuales colocan una por cada mesa. Sin importarme demasiado, vuelvo a girar la cabeza hacia la ventana apoyando la barbilla en la palma de la mano. Unos golpes constantes y suaves me devuelven a la realidad. Mis ojos se dirigen directamente hacia Andrea pero me extraña que esté mirando hacia delante. Sigo su recorrido y veo a Alan y a Will acercarse hacia nosotras sonrientes. Me quedo perpleja sin saber muy bien qué decir.

-Estáis muy guapas con las batas chicas- Alan deja una de las bandejas mientras no le quita ojo a Andrea.

-No podría haberlo dicho mejor- Will pasa a mi lado depositando un beso fugaz en mi mejilla- ¿nos veremos a la hora del almuerzo?

-Tal vez sí o tal vez no- me río.

-Lo nunca visto, han tentado a Will- Alan no para de reírse mientras pasa su brazo por la espalda de Andrea- ¿cómo vas a contraatacar, hermano?

Will le lanza una sonrisa pícara a Alan como si se entendieran entre ellos. Miro rápidamente a Alan intentando descifrar sus movimientos pero, cuando devuelvo mi atención a Will, sus labios se encuentran con los míos. El vitoreo de mis compañeros corta por lo sano y me sonrojo sin saber qué hacer.

-Venga chicos, ya es suficiente- el profesor intenta calmar al resto de los alumnos- señoritos Brown y Cooper, por favor, dediquen tiempo a sus respectivas novias en su tiempo de ocio pero no en mi clase.

¿A quién tienes miedo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora