¿A quién tienes miedo?

Capítulo 1

*Érika*
Día 5 de septiembre.
Gracias a la increíble idea de mi madre, tras divorciarse de mi padre de irnos a vivir a otra ciudad, me toca ir a un nuevo instituto. La idea de ser la nueva no me preocupa, es el hecho de dejar a todos mis amigos y vida social atrás.

Bajo a desayunar a la cocina y están mi madre y su novio riéndose por lo bajo tomando una taza de café cada uno.
Entro sin dedicarles una sola mirada y me pongo a desayunar.

-Buenos días Érika, ¿lista para tu primer día de instituto?

-Por fin, tu último año y después a la universidad. ¿No estás emocionada?-me pregunta Tom, el novio de mi madre.

-Si si, estoy súper emocionada. Instituto nuevo y lo mejor de todo es que estoy a kilómetros de mis amigos y de mi antigua vida. No sé cómo agradeceroslo- le contesto irónicamente.

Tom se queda callado sin decir una sola palabra más mientras mi madre me lanza una mirada asesina.
No le doy mayor importancia y subo a mi habitación para cambiarme.
Abro el armario, y, como siempre, tardo más de veinte minutos en saber qué ponerme y en maquillarme. Decido ponerme unos pantalones vaqueros azules con una blusa blanca sencilla y unos botines marrones con algo de plataforma.
Bajo, cojo las llaves del coche y salgo de casa. Al entrar en el coche miro el móvil para ver el horario que me espera.

-¡Mierda! Las clases empiezan en quince minutos.

Arranco el coche y me dirijo hacia el instituto.
Aparco lo más rápido que puedo y entro corriendo. Busco el aula 215 y cuando la encuentro me tomo mi tiempo para relajarme. Respiro hondo y toco la puerta.

-¿Se puede?

-Adelante.

Abro la puerta y veo a una profesora alta, morena y con las gafas puestas.

-¿ Y usted quién es?- me pregunta.

-Soy Érika, Érika Miller. Soy nueva en el instituto.

-Si si, pase, adelante, estaba preguntado por usted. Por favor, tome asiento.

Me dirijo hacia el único asiento que hay libre y dejo mi mochila al lado. Cojo el portátil y lo enciendo. Levanto la vista y, para mi asombro, no hay nadie mirándome, todos están pendientes, atentos a lo que dice o hace la profesora, excepto uno. Un chico moreno con ojos verdes, típico playboy de película, el cuál se sienta dos filas más atrás que yo no aparta sus ojos de mí.
Decido mirar hacia delante y centrarme en la clase, aunque es algo complicado ya que noto su mirada clavada en mí, analizando todos y cada uno de mis movimientos, como si estuviese observando un perro verde.
Termina la clase, recojo mis libros y me dirijo a hablar con la profesora.

-Hola. ¿Usted es la profesora Emmy?

-Si, soy yo, y usted es la señorita Miller, ¿no es así?

-Así es. ¿Podría indicarme dónde está el laboratorio de química?

-Yo la ayudaré- escucho una voz detrás de mí.

Me giro y, para mi asombro, es el chico moreno.

-Se lo agradecería mucho señorito Brown. Tengo una reunión de departamento y llego algo tarde. Tranquila, queda en buenas manos- intenta tranquilizarme.

La sonrío levemente mientras se marcha por la puerta algo acelerada.
El chico se dirige hacia allí, la abre y con un gesto, me invita a seguirle.

-Y bien, Érika, ¿que hace una chica como tú en un instituto como éste?- me pregunta.

-Esa misma pregunta me la hago yo también- suspiro.