Yo ya había perdido la esperanza, siquiera podía imaginar despertar nuevamente como un humano y sobrevivir con la carga de consciencia que dejaron todos los actos que hice en esta perversa naturaleza.

No podía mentirle. Sería dañino de mi parte decirle que todo estaría bien, porque tristemente uno siempre creería la mentira más dulce antes de creer en la más cruda verdad.

-Sé que no puedes evitar que te importe lo que ese idiota piense, pero Hyuck, ¿Qué quieres hacer tú?- Suavemente apreté su desgarbado hombro-. Eso es lo que realmente importa... lo que tú quieres.

-N-no lo sé... ¡Y ese tonto solo me confunde!

-Tranquilo, puedes tomarte un tiempo para decidir. Es algo importante y eres el único que puede tomar esa decisión.

Un mohín se formó en su boca.

-¿Cuánto tiempo crees que tengo...?

-¿Cuánto tiempo?- Esa era una rara pregunta entre nosotros-. Hmm, creo tienes una eternidad.

La sonrisa que me concedió en respuesta fue realmente bonita. Por un instante quise resolverle la vida, pero los vampiros no éramos salvadores. En cambio, torcíamos todo lo que podía ser llamado bello o vivo. Simplemente éramos los que marchitábamos las flores.

Si tuviese que decirle a este chico que hacer... Yo le diría a gritos que no dudase ni por un instante, que la mejor decisión era tomarse esa maldita cosa aunque pudiese ser una trampa. Preferible estar muerto que seguir caminando sin alma ni buenos sentimientos.

-¿Sabes dónde puedo encontrar a...?

-Renjun- terminó por mí-. No ha salido demasiado, Irene le lleva su ración la mayoría de las veces.

-Bien...

Antes de poder marcharme, su mano se arrastró hasta sostenerme la muñeca con firmeza.

-N-no le rompas el corazón, por favor.

Suspiré, sin saber cómo decirle lo que estaba pasando por mi mente en ese instante.

-Estoy intentándolo.

Mis sentidos siempre fueron dominados por las emociones fuertes, por los malos sentimientos que parecían susurrar ideas recurrentes, perversidades que me incitaban a tomar malas decisiones irracionales. Realmente intenté salvarnos del dolor, intenté varias veces no romperle el corazón

Pero fui cegado por el rencor y el sentimiento de traición. Fui malo, arrastrando a Renjun conmigo, a mis malas decisiones.

Se lo debía, le debía una buena explicación de toda la mierda por la cual le hice pasar. Y no debí esperar otra cosa que no fuese odio de su parte, sin embargo, tuve una mínima esperanza, una que murió en cuanto la puerta se abrió y una daga afilada fue disparada rumbo a mi cabeza.

Una milésima de segundo, un parpadeo... si no hubiese movido mi cabeza, esa cosa estaría clavada en mi tráquea, pero la daga terminó incrustada en la pared y el único daño aparente fue la pequeña cortada en el pliegue de mi oreja.

-Junie-

-¡Voy a volver!- gritó, imitando con enfado mi tono de voz. Su rostro estaba comprimido y en una de sus manos había otra daga, una más gruesa que seguramente apuntaría directo hacia mi corazón-¡Es una promesa!

Era increíble la manera en que el corazón humano podía llegar a romperse centenares de veces en la vida, incluso... después de la muerte. Dolía tanto. Era un dolor para el cual no encontraba calmante. Era el dolor de haber sido el causante del daño de alguien a quien adoré en este infierno.

Caelum ~ {Nomin/Markhyuck}Where stories live. Discover now