Our Story

La reunión (parte 1) Capítulo 4.

POV Camila

Desperté justo en el momento que escuchaba a alguien decir eres hermosa Camila, no sabía quién podía ser y no me esforcé pues un gran dolor de cabeza apareció, entonces recordé el golpe.

-Lauren –dije rápidamente sentándome en la camilla de lo que parecía ser la enfermería.

Como por arte de magia ella apareció por la puerta con un semblante serio.

-Por fin despiertas –su voz era tranquila y pude identificar tranquilidad en ella, sin embargo no me miraba –Bebe esto –estiro una de sus manos con una píldora en ella y en la otra estaba el vaso con agua.

-Gra…gracias –respondí cogiendo la pastilla de su mano y cuando nuestra piel entró en contacto pude ver como ella quitaba su mano con urgencia.

Me preguntaba si había hecho o dicho algo que la molestara.

 -Perdón por las molestias –dije tímida bajando la mirada.

- ¿Cuáles molestias? Fue nuestra culpa todo esto. Ahora tienes un gran chichón ahí –volteé a verla y vi que señalaba mi frente.

Me llevé una mano a la frente y sin cuidado alguno toque lo que antes había mencionado la ojiverde.

-Ouch –exclame claramente por el dolor.

-Ten cuidado –tomó un mechón de mi cabello y lo coloco detrás de mí oído pero nuevamente de forma repentina alejo su mano.

-Lo tendré –la miré un momento y noté como sus mejillas tomaban un color rojo.

Pronto pasó por mi mente la posibilidad de que aquellas palabras que había escuchado las hubiese dicho ella pero entonces me pareció algo absurdo.

-Cielos –sonreí un tanto divertida y Lauren me miró extrañada.

- ¿Sucede algo? –seguramente  parecía que había enloquecido pues en su mirada había confusión.

-Nada, quizá solo el golpe me afecto un poco –le sonreí y ella me sonrió de vuelta negando con la cabeza.

-Siento la tardanza –dijo la enfermera entrando con una bolsa de vegetales en la mano –No pude conseguir hielo pero encontré esto –encontramos un tanto divertida la situación por lo que reímos levemente.

Me puse la bolsa de vegetales congelados en la frente sintiendo alivio.

-Lauren, puedes irte a clases, yo estaré bien –ella se negó amablemente.

-Claro que no, hoy descansarás y yo lo menos que puedo hacer es cuidarte.

Miré a la enfermera y parecía estar atenta a nuestra conversación.

-Es más, iremos a mi piso –sonrió e intenté negarme al mirarla nuevamente pero no me lo permitió –Vamos, vivo aquí mismo en el colegio…en la residencia –aclaro nerviosa. Era bastante linda de esa forma por lo que acepte sin más.

Con la bolsa en la cabeza y mi otro brazo sobre el de Lauren, atravesamos la escuela  y agradecía que todos estuvieran en clases.

Al entrar no pude evitar mirar con curiosidad.

Era un gran espacio, como un departamento solo que dentro de la universidad.

-Este lugar es increíble –la miré detrás de mí y ella miró el lugar con una mueca.

-No lo sé, si pudiera cambiar el color amarillo crema de las paredes podría decir lo mismo –bromeó.

-Pues yo digo que es perfecto –me quité por un momento la bolsa y entonces sentí la mano de Lauren sobre la mía hasta volver a poner lo frío sobre mi frente.

-Creo que eso ya no servirá –tomó los vegetales y pasó una puerta hacia donde supuse era la cocina –Así estará mejor – me ofreció una bolsa con hielo.

-Gracias –le sonreí y sin avisarme, me tomó de la mano y me llevó hasta un sofá.

-Siéntate, iré a hacer una llamada y ahora vuelvo –asentí y ella desapareció de mi vista.

En realidad no me senté, fui hasta un estante y observaba las fotos que en el habían.

En una de las fotos estaban ella y su familia, en otra solo estaban ella y sus hermanos, en una más, se encontraba acompañada de Ally y Normani.

A las tres siempre las veíamos juntas además del novio de Lauren. No tenía relación alguna con ellas, claro no más que de compañeras en algunas clases. Pero claro tenía que eran amables personas.

-En esa foto teníamos 16 años, fue en vacaciones de primavera, en Miami –escuche a Lauren detrás de mí.

-Ya recuerdo. Es el viaje al que le pedias a Michael que te dejara ir sola con la chicas –ella asintió estando junto a mí.

Fue en medio de una comida entre su familia y la mía. Incluso su padre me pregunto si las acompañaría y Lauren también me invitó pero me negué pues pasaría esas vacaciones en la casa de verano de Dinah.

A pesar de esas reuniones Lauren y yo no teníamos una amistad como tal. A decir verdad con el que me llevo bastante bien es con Chris, su hermano.

-Lo siento –dijo antes de sacar su móvil y responder –Sí papá, ya recibí el vestido –la mire y me sonrió –No, me iré en mi auto –comenzó a andar por la pequeña sala –Esta bien, nos vemos. Yo también te amo –lo último lo dijo con un poco de vergüenza ya que sabía que yo la escuchaba.

-De verdad gracias, pero no tenías que haber hecho todo esto –le dije bajando un poco la mirada.

-Vamos Camila, por nuestra culpa pasó todo esto…

-Pero no tenías que preocuparte –la interrumpí –Era suficiente con que me llevaras a la enfermería.

-Lo hice simplemente porque yo lo quería  y no digas más o harás que me arrepienta –dijo fingiendo una cara de molestia aunque en realidad todo lo que hacía era verse totalmente tierna.

-Está bien –sonreí –pero creo que es hora de que vaya a casa.

-Yo te llevaré pero antes necesito cambiarme el uniforme –se miró y luego a mí, viendo como asentía.