DON'T MOVE 랑, GGUKTAE |

𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 1.

— Jiminnie-ah.

No hubo respuesta.

— ¡Jimin!

Su presencia era ignorada en la oscura habitación, podía observar a su Jimin sentado sobre la cama mientras tenía sus ojos fijos en la pantalla de la televisión, una pantalla que ni siquiera estaba encendida.

¿Qué diablos lo tenía disociado para perderse entre la nada?

— ¡Park Jimin!

Y tanto así fue su grito que Jimin se giró casi al instante con una extraña reacción de haber sido descubierto haciendo algo muy grave,

Taehyung se apuró a reunirse con él mientras sostenía sus mejillas y lo revisaba con angustia.

— ¿Estás bien, bebé?

— Lo estoy, mi dulce ángel. Es sólo que pensaba en algunas cosas. — Responde sosteniendo sus caderas, en sus labios se mostraba una sonrisa cariñosa.

— ¿Qué cosas? —Pregunta de manera bajita divirtiéndose con aplastar las mejillas de Jimin.

— Cosas como que deberíamos casarnos en alguna capilla, sería divertido.

— ¿Por qué sería divertido, tonto? Es algo especial, dios nos casaría aunque dudo que podamos casarnos en una capilla. Sabes lo que piensan.

— Dios no es el único que puede casarnos, ángel. — Susurra cerca de sus labios para después robarle un agitado beso al chico rubio. — Sabes que cualquiera podría casarnos con un poco de dinero, no hay límites para mí, pagaré todo lo que tenga que pagar con tal de compartir mi alma contigo.

— ¡No me refería a eso!

— Cásate conmigo, Taehyung. No me interesa nada si tú estás conmigo.

...

— Taehyung, te has quedado en medio de una ensoñación de nuevo. ¿Seguro que estás bien con esto? Sabes que puedo quedarme a tu lado si me necesitas.

Él se niega con apuro, encontrándose un poco afligido por las molestias dadas, no quería robarle más de su tiempo.

— No, hyung. Estaré bien, te lo prometo.

— Quieres deshacerte de mí. — Murmura Yoongi con demasiada seriedad para el gusto de Taehyung, él se contrae volviendo a negar con urgencia aquella afirmación.

— Hyung, yo...no..

Entonces lo escucha reír, el muchachito suspira un poco más aliviado, no deseaba causar inconvenientes para quien lo había apoyado tanto. Frunce el entrecejo cuando vuelve a analizar sus palabras, ¿Acaso él bromeaba? Sin pensarlo mucho, le brindó un golpe al hombro del contrario, este quejándose mientras se disculpaba.

— Estoy bromeando, Tae. — Le aclara con una pequeña sonrisa acogedora en su rostro, Taehyung esboza un mohín mientras asiente ante sus palabras. — Llámame si necesitas algo, cualquier cosa. ¿De acuerdo?

— Sí, gracias. Ve con cuidado, por favor.

Yoongi lo abraza con calidez rodeando su cintura con los brazos, no le da el tiempo suficiente para responder el gesto así que sólo de limita a dejarse abrazar. Al final, su hyung le besa en la mejilla por última vez y se marcha a prisa por la pequeña llovizna que apenas comienza a formarse afuera.

Taehyung se adentra a su pequeño departamento, está tan solitario como lo dejó.

Tan solitario sin la presencia de Jimin, las flores completamente marchitas puestas sobre la mesa. Demasiado marchitas para que sólo pasara apenas un rato desde que Hoseok se las dejó hace horas atrás, se deshace del largo abrigo oscuro lanzándolo por el sofá sin tomarle mucha importancia, toma las flores entre sus manos y vuelve a soltarlas abruptamente cuando se topa con una espina peligrosa sobre ellas. 

— Yah, Hoseok hyung no le quitó las espinas al ramo. — Murmura llevándose el dedo a su boca en espera de detener un poco la sangre que corre sobre piel, un ruido afuera lo pone rápidamente en alerta. Los alaridos estruendosos de un gato se escuchan por el balcón de su departamento, con extrañeza se acerca a pasos cuidadosos para fijarse sobre que ocurría.

Se sobresalta con horror al ver la escena tan gráfica y asquerosa.

Tapa su boca con rapidez en un intento por detener las horrendas ganas de devolver todo lo que comió esta mañana, se aleja casi corriendo y sale por la puerta con prisa.

Algo acaba de comerse al gato de su vecino Seokjin, justo en su balcón.