|Capítulo 33|

38.3K 4.1K 2.1K
                                    

Mi piel ya estaba arrugada de haber estado tanto tiempo dentro del mar. 

A pesar de aquellas chicas que se fueron temprano, todos la pasamos muy bien. Jack, Joel y Harvey sí que disfrutan de estar solteros, Evan en cambio estuvo todo el tiempo con Sasha, se veían realmente contentos de pasar el día juntos.

Y Eros, seguía junto a mí. Haciéndome reír y leyendo.

—¡Ya son las siete! —chilló Joel levantándose de un salto.

—¿Y? —indagué.

¿Por qué tan feliz?

—Muero de hambre, eso pasa—dijo juntando sus cosas.

—Una de las rubias que devoré, dijo que hay fiesta después de medianoche —opinó Harvey.

—Genial ¿Podemos ir a cenar y luego volver? —indagó Joel.

—Me siento ofendida de que no nos preguntes que opinamos nosotras —dijo Sasha con el ceño fruncido.

—Cierto —concordé con Sasha.

—¿Cuál es el problema? —preguntó Jack.

—¡Que no nos preguntaron! —exclamamos al unísono junto con Sasha.

—¿Quieren quedarse o se irán? —preguntó Harvey con fastidio.

Junto con Sasha compartimos una mirada y dijimos:

—No quedaremos.

Juntamos nuestras cosas, para luego vestirnos. Pero por alguna razón mi camiseta y short estaban mojados y lleno de arena.

Fruncí el ceño, estaba casi segura que lo guardé en mi bolso.

—Ten —dijo Eros dandome su camiseta gris.

Lo miré fijo y este sonrió. 

—¿Arruinaste mi ropa? —cuestioné colocándome su camiseta.

—No podría —dijo mientras me quitaba mi mochila de las manos, para luego cargarla en su hombro.

—Me empalaga esa sonrisita que tienes —dijo Joel a Eros, con expresión divertida. 

Tras guardar nuestras pertenencias en la camioneta de Jack, nos volvimos a dirigir al mismo lugar en donde almorzamos. Solo que esta vez, éramos tres chicas menos.

Comimos pizza junto a cervezas. Sasha y Evan no paraban de hablar, doy por sentado que terminarán juntos. 

—Cuando nos casemos, tendré una condición para ti —murmuró Eros en mi oído, haciéndome atragantar con la pizza.

—¿Qué? —solté una vez que tragué el pedazo de pizza.

—Solo usarás camisetas mías, te ves jodidamente bien —dijo serio.

No pude evitar sonreír como estúpida. Su condición era vestir con camisetas sueltas.

—Eres todo un caso —murmuré entre risas.

—¡Cuéntenos de que hablan! —exclamó Joel.

—De lo bien que se ve Chloe con mi camiseta —dijo Eros bebiendo cerveza.

—¡Sí! —gritaron todos a la vez.

Genial.

—¡Todo te queda bien! —exclamó Sasha.

Sonreí. 

Esa chica era jodidamente genial.

Al terminar de cenar, paseamos por la zona, había muchos puestos de comida y cosas innecesarias pero que a la vez, quieres tener. 

Los chicos de Chloe | PRÓXIMAMENTE EN FÍSICOWhere stories live. Discover now