Sacudió la cabeza intentando liberarse de esas ideas y continuó desayunando después de que su madre se marchara. Dejó lo que había ensuciado en el fregadero y subió hasta el baño de arriba para ducharse. Gastó toda el agua caliente antes de salir, esa fue la única razón por la que no siguió debajo de la roseta de la ducha. Mientras se vestía le llegaron varios mensajes de Will.

W: Recién me entero

W: ¿Te tendré todo el domingo?

W: Estoy ansioso

Se mordió el labio y se sintió sonrojar. Todavía le costaba adaptarse a este Will, siempre habían sido cercano y bastante amistoso el uno con el otro, si saben lo que quiero decir. Pero, esto, estas demostraciones tan directas la estaban afectando y aturdiendo de igual manera.

C: Eso parece

W: ¿Quieres que pase a buscarlas? Estaré en poco tiempo. Estoy desocupado.

C: No, quiero tener mi auto por si quiero huir en algún momento. Ya sabes, por si tu familia quiere saltar sobre mí por derramar unas gotas de sangre

W: Veo que continuamos con las referencias de Crepúsculo...

C: Lo siento, la oportunidad me fue dada en bandeja de plata.

W: Si, bueno, en realidad, por si no te habías dado cuenta, soy más Team Jacob. Así que mi familia no tiene apetito por la sangre que fluye por tus venas, sino por la carne que va a estar asándose en la parrilla. O en mi caso, por ti...

Su sonrojo parecía no disminuir. Estaba siendo demasiado atrevido ¡Y eso le encantaba!

C: Ahora definitivamente insistiré en llevar mi auto...Tal vez necesite salir huyendo, después de todo.

W: Muy graciosa, Pecas. Como si fuera posible que te libraras de mí, además no tendrás motivos para salir corriendo. Bueno, a menos que no estés de acuerdo con que este lobito tome un mordisco.

C: ¡Will!

Las mejillas de Camila que antes estaban levemente sonrojadas, ardieron por la implicancia de sus palabras. La otra noche le había dado más de un mordisco, no solo figurativamente, tenía algunas marcas de dientes en su hombro, aunque no había sentido otra cosa más que placer. Parecían los chupetones que lucen los adolescentes de catorce años, después de jugar 7 minutos en el cielo ¿O es en el paraíso?.

W: Lo siento.

W:En realidad no, no puedo esperar a besarte, extraño el sabor de tus labios.

C: Suenas desesperado.

W: Como si me importara...

W: Te debo un tour en mi habitación. Ya sabes, para rememorar viejos tiempos.

Camila rió entre dientes y dejó el celular descuidadamente sobre la cama antes de continuar arreglándose. Amaba cuando estaba juguetón, le hacía recordar los momentos que pasaron de pequeños, en los que él siempre intentaba hacerla reír, más cuando estaba triste por algo.

Sonrió ampliamente mientras recordaba algunas de las payasadas que hacía, con tal de que dejara de llorar. Pasó una camiseta sobre su cabeza y negó. Cuanto lo había extrañado.

Mientras esperaba que su madre llegara se secó el cabello y aprovechó el tiempo extra para alisarlo. Debía de admitir, modestia aparte, que el cabello, lacio del todo, le sentaba de maravilla. Sonrió a su reflejo en el espejo y se pellizco las mejillas pálidas para darles un poco de color, se roció perfume y agarro un tubo de brillo de labios antes de bajar por las escaleras.

Eres Mia [Terminada] Where stories live. Discover now