—No, no lo hiciste —ataqué entrecerrando el ceño—. Además falta casi una hora para entrar a clases. ¿Que es... —Renzo se levantó del sofá, reaccionando a la escena, interrumpiéndome.

—Bueno, de igual manera, Nathan ya se iba —empujó un poco su espalda y el le dio una mirada de pánico.

—¿Pero no ibas a llevarme a la escuela? —pregunté a Nathan. El volteó a mi hermano, con una cara que decía "la cagaste, yo acabo de decir eso" y entendí que había gato encerrado. —¿Que está pasando? —pregunté moviendo mis manos exasperada.

—Nada, Alison —su voz sonó suave, intentando relajarme. Nathan se acercó y beso mi frente —Vístete, te espero afuera. —Y con eso salió, de la casa. Lo miré cerrar la puerta y volví a mi hermano.

—¿Que diablos fue todo eso? —pregunté mientras el cambiaba su expresión triste por una frustrada esta vez.

—Nada, Alison —repitió la frase de mi novio pero más frío—. Solo ve a vestirte —señaló mi pijama y me crucé de brazos, indignada de que ambos me estuviesen mintiendo en la cara.

—Deja de mentirme. Los oí hablando. ¿Que es lo que no pueden hacer y por que estas esperando para hacerlo? —se frotó la cara, odiando que los haya descubierto.

—Te prometí que te diría solo lo que tuvieses que saber —articuló cada palabra, y algo hizo clic en mi cabeza.

—¿Es eso otra vez? ¿Esto tiene que ver con la llamada de I.? —se tiró un poco el cabello y sabía que lo estaba por hacer explotar en cualquier momento.

—No, Alison —cerró sus ojos, esperando que me callara probablemente—. Solo... —movió sus manos exasperado— ...vístete para la escuela.

Antes que pudiera decir algo más, pasó por mi lado y subió las escaleras rápidamente. Aun enojada con ambos por ser unos idiotas, frustrada porque no me querían decir la verdad cuando yo sabia que me estaban mintiendo y confundida porque no tenía ni idea de que hacían estos dos juntos, corrí escaleras arriba a vestirme de mala gana.

Tomé lo que había preparado para usar que fue una camiseta gris y un jean azul. Me coloqué las zapatillas lo mas rápido que pude y tomé mi abrigo junto a mi celular para bajar las escaleras. De un tirón quité mi mochila del sillón y salí de la casa.

Nathan estaba tecleando algo en su teléfono con el casco colgado en el brazo. Odié que se viera tan sexy. Yo estaba enojada con el. Por mentirme sobre lo que sea que hacia aquí. No me tragaba ni en broma que el me llevaría a la escuela.

Caminé hacia el con pasos firmes, el sintió mi mirada y levantó su cabeza a verme. Sonrió mientras me escaneaba de arriba a bajo.

—Ahora te ves aún más hermosa —me extendió el casco y revoleé los ojos, quitándoselo de las manos y colocándomelo.

—No creas que te salvaras de mi preguntas —pasé una pierna por la moto y me abracé a su cintura. Olía tan bien como siempre, pero no quería olvidarme de que estaba enojada.

—¿Alguna vez me he salvado? —lo oí reírse y arrancó la moto.

En el pequeño viaje hasta la escuela, millones de cuestiones nuevas aparecieron en mi cabeza.

¿Y si Nathan me estaba engañando?

Cabía la pequeña posibilidad de que el haya estado con alguna chica, quizá mi hermano lo había descubierto y eso era lo que no querían decirme porque me volvería loca. Aunque no tenía idea que tenía que ver eso con la llamada de I., pero era una posibilidad.

¿Nathan me engañaba con I.? ?¿O sea, con Iris?

Nah, mi hermano ya lo habría matado.

Me había hervido la sangre el simple hecho de pensar que el salía con otra chica. Que hacia con ella todo lo que hacia conmigo. Que no solo pasaban tiempo juntos, sino que también ella sabia la verdad sobre su sangre.

Controversia (Trilogía completa)Where stories live. Discover now