Capítulo 13

4.9K 418 23
                                    

- Así que no se me va a permitir opinar?

- No – responden al unísono

- Es el día de compras, y ninguna puede cancelarlo.

- ¿Porque no podemos convertir el día de compras en una cerveza y ebriedad de una noche?

- Porque Mika estará conmigo hasta la próxima semana y esa salida la guardaremos hasta que el papa se la lleve.

- Bien – respondo poniendo los ojos – ¿que hay de Juliana y sus salidas misteriosas?

- Deberás contarnos sobre eso si no quieres futuros problemas por aquí – aclara Natalia.

Juliana quiere contestar pero la campana que anuncia un nuevo cliente.

- Salvada por la campana.

- ¡Nunca mejor dicho! – exclama yendo a ubicar al cliente en su mesa.

- Solo voy a decir, que iba a ir de todos modos – aclaro – pase demasiado tiempo estudiando para mis exámenes, un poco de distracción no vendría mal.

- Amen, ¡amiga!

Dos años habían pasado desde que Juliana y yo nos habíamos mudado oficialmente a New York, y ya me sentía como en casa. Como había prometido, mi hermana nos había ayudado a conseguir un departamento en la ciudad. No teníamos nada de lujo, solo lo que nos podíamos permitir. Poco después conseguimos empleo en la pastelería que esta justo debajo de nuestro edificio.

Realmente fue bastante simple.

- ¡Dime que ese culito en pompa no viene caminando hacia mí! – exclamo con la boca abierta dejando de limpiar la barra

- Pues... si lo hace – sonríe – Hola, preciosa – Saluda Nati tomando a su hija en brazos.

Natalia era la hija de Gerardo, el dueño de la pastelería. La habíamos conocido cuando estaba de pocos meses de embarazo. De allí nació nuestra pequeña sobrina, Mika. Fue amor a primera, segunda y tercera vista. Gracias a ese bebe, y el trabajo en común, nos habíamos hecho muy buenas amigas.

- ¡Demasiado abrazo! – exclamo acercándome – solo vino por su tía.

- Ella solo me busca a mi – pelea Juli apareciendo a nuestro lado.

- A los niños no le gustan los gnomos – digo haciendo monerías a la niña quien se ríe de la situación – no te preocupes, crecerás mas centímetros que ella – le aclaro

- ¡Oye! – se queja – Tú altura no es envidiable tampoco – se burla -

Durante unos minutos disfrutamos de la niña.

Esa misma noche, Juliana hace una nueva salida misteriosa. No podía quejarme, la convivencia entre nosotras era casi perfecta. Aunque teníamos la posibilidad de vivir solas, no queríamos separarnos aun. Nuestras habitaciones estaban al lado opuesto de un pasillo, nos turnábamos en cuanto a la cocina, la limpieza y las compras.

Aunque aun yo no me amigaba demasiado con la cocina.

Creo que Juliana y yo podríamos tener una relación si ella no hablase tanto y tuviese unos centímetros de más. Y por supuesto, le gusten las mujeres.

Por mi parte, había salido con algunas chicas. Nada serio, realmente. Aunque se sentía extremadamente bien poder ir a un bar y charlar con una persona sin escuchar estúpidos chismes al día siguiente.

Si, realmente no extrañaba nada del pasado.

Veía a mis tanto como el trabajo y el estudio me lo permitían.

Luego de hacer unos cuantos cursos de Juilliard, y gracias a Natalia, había conocido el periodismo deportivo. Me enamore de él complemente, es por eso que estoy en el primer año de a mi carrera. Lo que es extraño, porque jamás me había dado cuenta que me interesaba. Pero realmente lo hacía, así que estaba feliz por llevarlo a cabo.

Tomo una sopa y luego de preparar las cosas para el día siguiente, me dispongo a leer un poco cómodamente en mi cama. No tardo en quedarme dormida con el libro sobre mi pecho.


- ¿Como es que nunca hablas sobre aquella persona?

- ¡Porque no sucede nada!

- Juli, la relación con Sebas termino hace demasiado, ¿Porque no darte una oportunidad? – indago

- Sebastián fue un amor de adolescencia, ¡como todo el mundo tiene! No es que aun siga pensando en él

- ¿Entonces? – pregunta Nati

- Es solo una amiga – dice exasperada

- ¿Que les parece esta? – pregunta Natalia enseñándonos una camisa

Ambas negamos rechazándola

- ¿Y estas experimentando o algo así? – vuelve a preguntar mientras la deja en su sitio.

- Demonios, ¡no!

- Bueno, gracias.

- No es por eso, Poché. Simplemente es una amiga.

- ¿Y si es una amiga porque no hablas de ella? – pregunto frunciendo el ceño.

- Estoy haciéndolo ahora... ¿Que tal esta? – muestra una falda

- Incluso en ti se ve corta – bromeo

- Voy a probármela de todos modos – provoca fulminándome con la mirada.

Alrededor de una hora después, habíamos hecho nuestras compras finalmente.

- Necesito un batido

- Necesito descansar mis pies – me quejo

- Bien – sonríe Nati – creo que es hora de llevar a Mika a dormir. Pero pueden adelantarse, las veré mañana.

Luego de besar a Mika una y otra vez nos despedimos, y caminamos en busca de un bar.

¡Al parecer tendré mi cerveza el día de hoy!

- ¡Mira que linda!

- ¡Demonios, no! ¡Íbamos hacia la cerveza!

Retiro lo dicho sobre el hecho de que la vida con Juliana era casi perfecta.

Salir de compras con ella era tedioso, ¡todo iba a llamar su atención!

- Las pagare yo misma si estas sin quejarte al menos quince minutos – promete poniendo los ojos

- Bien, ve.

Sus ojos vuelan hacia mi

- El trato no dice que debo entrar contigo – digo poniendo las palmas entre nosotras.

Ella vuelve a poner los ojos y finalmente entra a la tienda.

- Oh, lo siento – me disculpo al empujar una mujer

- ¿María José? ¿Garzón?

¡Wow!

¿Qué carajos?

- ¿Manuela?

- ¡Que sorpresa! – exclama dándome un caluroso abrazo

Bueno, ¡sí lo es! ¡Ella sabia mi nombre!

- ¿Como has estado?

Al parecer también se interesaba en mí. Eso es una novedad.

No es que me queje, simplemente nunca había tenido relación con Manuela.

- Estoy muy bien, tú sabes...

- Bueno, eso fue rápido – dice Juliana saliendo de la tienda – Hola Manu


- Juli – responde con una inclinación de cabeza -

Un momento ¿Porque ninguna está sorprendida de verse?

- ¿Explotando las tarjetas? – pregunta señalando las bolsas.

- Solo unos cuantos gustos.

Entrecierro mis ojos mirando esta escena.

Algo extraño sucede aquí.

- Íbamos por una cerveza justo ahora – sugiero

- Oh, no quiero entretenerlas más tiempo. Tengo un compromiso de todos modos. Pero, ¿Les gustaría cenar conmigo mañana?

- ¡Claro! – exclama Juliana antes de siquiera dejarme pensarlo.

- Bien. ¿A las 8 está bien?

Juliana asiente


- Perfecto, ¡las veré entonces! – nos saluda a ambas y luego se va en la dirección por la que vino.

- ¿Que sucede aquí? – pregunto con gesto extrañado

- ¿Donde?

- ¿Porque no pareces sorprenda de verla?

- Solo es Manu – responde encogiéndose de hombros.

Por alguna razón, comenzaba a sospechar que Manu era aquella "amiga" misteriosa...


3/5

When I met you (Terminada)Where stories live. Discover now