10-Capitulo

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"María"

Nunca antes mi hermano me había hablado así, sí que lo había vito así de enfadado y frustrado, pero nunca contra mí, su hermana.

Pasé todo el día pensando en mi hermano, en lo que había pasado y tal vez en lo que estaba por pasar, se notaba que mi estado de ánimo no era muy buena así que había evitado estar cerca de cualquier persona, por fin sonó el timbre que marcaba el final de este día, salí de clase para ir a casa andando porque dudo que mi orgullo me deje entrar en el maldito coche de mi hermano.

Ri: Hola. – Escuché la voz dulce de Riley y quise evitarla, pero era imposible y además ella no lo merecía.

M: Hola. - Me paré a mirarla y hablar con ella.

Ri: Hoy has estado desaparecida. ¿Te sucede algo? – No sabía que responder a su pregunta y tampoco quería contar ahora todo lo que había pasado.

M: No, no tranquila. – Mentí. - ¿Hoy podemos ir a la playa?

Ri: Claro. – Su tono no era muy convencedor.

M: Gracias, nos vemos luego. Te quiero. - dije despidiéndome.

Me fui para casa, aunque no tenía ganas de entrar y ver a Eldon y Ryan, ya que hoy se quedaba a dormir, como siempre estaban sentados en el sofá sin hacer nada, la casa estaba echa un maldito desastre y ellos solo estaban mirando la televisión, subí a mi cuarto para no tener más discusiones ni problemas tanto con Eldon como con Ryan, pero como tampoco quería estar en casa me vestí para salir a correr un rato, me puse unos shorts y una camiseta corta por el ombligo, baje de nuevo hacia la cocina y me senté en la mesa con el portátil, a hablar con mi mejor amiga mientras me tomaba un vaso de agua.

Ryan y Eldon, se levantaron ganándose mi mirada, y me puse mas nerviosa cuando ambos se dirigían a mi para finalmente sentarse a mi alrededor.

E: Hermanita, tenemos que hablar. – No hice caso y seguí con el portátil, hablando, esta que Eldon me lo cerró dando un gran golpe.

M: No hay nada de qué hablar. – Lo miré a los ojos y lo único que sentí fue rabia.

E: oh si señorita. ¿Qué es lo que te pasa con Ryan? – Como siempre el tema de conversación era Ryan, no me preguntes como ha ido mi día o si he tenido un buen día, o no pidas perdón por cómo me has hablado antes, solo Ryan, Ryan y más Ryan.

M: Ya hemos hablado de esto antes. – Mire a Ryan el cual evito mi mirada.

E: Bien, pero ahora díselo a el. – Fruncí el ceño, no quería hablar con Ryan pero si esta era la forma de arreglar las cosas con mi hermano, pensaba decirlo todo.

M: Pues que no hace más que molestarme, hacerme la vida imposible y este idiota. - Antes de poder acabar la frase, Ryan ya estaba interrumpiendo.

R: Nena tampoco hace falta insultar. – Mire a Eldon esperando que dijera algo al escuchar como Ryan me llamaba nena porque era algo que me molestaba y él lo sabía, pero no dijo nada en absoluto

M: No me llames nena, además es verdad eres un completo idiota. – Mi tono era burlón.

E: Ni un insulto más. Por favor María no hagas esto más difícil . – No quise mirarle después de que dijera eso, una vez más mi hermano dándole la victoria a Ryan. Esta situación ya estaba acabando conmigo.

M: ¿Por qué lo prefieres a el? – Deseaba esa respuesta, sabiendo que podía hundirme más.

E: Como si lo fuera, sabes que le tengo mucho aprecio. – Ryan solo sonreía al escuchar esas palabras, mientras yo perdía de nuevo esta batalla.

M: ¿Más que a mí? – Mis lágrimas ya querían salir de mis ojos, no creo estar preparada para la respuesta a esta pregunta.

R: Te comportas como una niñata María, sabes que no, tu eres mi hermana. – Mis ojos se abrieron más al escuchar la palabra niñata y hasta Ryan parecía sorprendido.

M: Eso piensas...- Dije muy enfadada. Dejando caer una lagrima la cual la quite enseguida de mis mejillas.

E: Ya no quiero seguir discutiendo contigo, no tiene sentido, eres tan terca que no vas a cambiar. – Asentí y me volteé para irme a mi habitación mientras las lágrimas botaban por mis mejillas.

Me senté en la cama mirando la pared blanca e intentando detener mis lágrimas, ya no quería seguir sufriendo por esta tontería, por este niño Ryan. Alguien picó a la puerta y antes de que pudiera responder entró.

R: ¿Por qué me tienes tanto asco? – Escuche la voz de Ryan a mis espaldas y me voltee a verlo mientras limpiaba todas mis lágrimas.

M: VETE. – Chille mientras mi voz se cortaba.

El solo se quedó mirándome, mi enfado desaparecía poco a poco mientras Ryan se acercaba a mí.

R: ¿No podríamos ser amigos? – Esa pregunta me hizo volver a la realidad.

M: ¿Tu y yo? – Solté una pequeña carcajada.

R: No quiero iniciar una guerra contigo, enserio no quiero hacerlo, quiero que vuelvas a hablar con Eldon como antes, ya me he cansado de sentirme el culpable de esto. Lo siento, ¿Vale? – Sus palabras me habían dejado anonadada, el cada vez se acercaba más a mí y nos quedamos a centímetros mientras él esperaba una respuesta por mi parte.

M: Bien. – Fue las únicas palabras que dije.

R: Bien. – Repitió sonriendo, el acerco su cara y me besó la mejilla haciendo que mi respiración se disparara.

Me miró antes de salir por la puerta y yo me toqué mi mejilla donde hacía unos segundos Ryan había depositado un pequeño beso y lo peor era que no había reaccionado mal....+

¡IDIOTA! ...te quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora