Margoth

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Estaba apunto de cumplir mis veinticinco años, creanme no es fácil ponerse a pensar en que ya vas a cumplir tantos años y aún sigues viviendo en casa de tus padres, mis amigos creían que padecía de mamitis pero la verdad es que mis padres eran demasiado sobre protectores, no era por mi que yo seguía en esa casa, no era que yo estuviera muy feliz de estar allí pero mis padres nunca me habían dejado volar, no me habían dejado vivir mi vida y ahora que ya era adulta me estaba dando cuenta de muchas cosas. Tenía que tomar una decisión, si decidía quedarme estaba condenada a ser la burla de todos mis amigos porque confirmarían su teoría de que yo sufría de mamitis, pero si decidía irme e independizarme tendría muchas oportunidades y quien quita de pronto conocería al amor de mi vida, sólo pensar en eso me causaba risa, es broma aún no quiero enamorarme sólo necesito tiempo para mi. Aquella noche dando muchas vueltas en la cama al fin pude tomar la mejor decisión, la compartiría con mis padres el día de mi cumpleaños que ya era el próximo miércoles, me atemorizaba el sólo pensar como reaccionarían pero ya lo había decidido y no había marcha atrás.

El tan esperado miércoles llegó y yo estaba un poco triste porque sabía que sería el último cumpleaños que pasaría al lado de mis padres, tal vez los vendría a visitar pero ya no sería lo mismo. Yo aún dormía cuando a mamá se le ocurrió la gran idea de entrar gritando a mi cuarto ¡Margoth, Margoth, mi pequeña despierta! Hoy es tu cumpleaños número 25 y sin más preámbulos ella y mi padre se pusieron a cantar 🎶Feliz cumpleaños a ti ¡A ti! Feliz cumpleaños Margoth🎶y ya saben que sigue después, mamá me había llevado el desayuno a la cama así que desayune, me duche y baje para darles la maravillosa noticia; baje gritando Mamá, papá, mamá un poco asustada me dijo --Mi pequeña ¿Que te ocurre? ¿Estas bien? A lo cual yo tranquilamente respondí -- Si estoy bien mamá no te preocupes los he llamado porque tengo que decirles algo, hace unos meses la idea me había estado rondando en la cabeza hasta que al fin pude tomar la decisión, fue difícil y se que también será difícil para ustedes pero es lo mejor para mi, para ustedes también creo pues necesitan tiempo para ustedes para vivir sus últimos años digo --Harry nos está llamando viejos --No mamá no los estoy llamando viejos sólo es que me di cuenta de que los años están pasando y yo sigo aquí sin encontrarle un verdadero sentido a mi vida, mamá papá yo no se que es enamorarme, no se cuales son los peligros de la vida, no se que es correr riesgos, ustedes siempre me han protegido y no es que eso esté mal pero eso se hace hasta cierta edad y mirenme tengo veinticinco años, ya soy toda una mujer, una adulta que lo único que desea es ser libre, ser como las demás personas, salir a la calle sin hora de llegada fija, sin protecciones, Mamá, papá, yo se que ustedes ya vivieron su vida ahora les pido que por favor me dejen vivir la mía. Mamá me miró con un poco de nostalgia y me dijo -- Ohh mi pequeña Margoth cuánto daño te hemos hecho, sólo queríamos lo mejor para ti, sin saber que te estábamos cortando las alas, cariño cariño realmente lo sentimos, -- Mamá, papá creo que si realmente quieren hacer un acto de amor hacía mi deben dejarme ir. Ese día mis padres con mucha nostalgia decidieron que a pesar del gran dolor que esto les causaría era lo mejor para mi, y así fue llegó el día de la mudanza, por fin ya no viviría más en la ciudad de California eso me ponía feliz, me dolía un poco dejar a mis padres pero era lo mejor y se que estarían bien.

Cuando llegué a Amsterdan Holanda pude respirar un aire nuevo, lejos de mis padres y de la Mamitis que me estaba causando el vivir con ellos, en fin finalmente estaba lejos de todo y se sentía bien. Aquella tarde que había llegado a mi nueva casa tuve la grandiosa idea de formar una pequeña reunión para conocer a los nuevos vecinos y fue entonces como aquel día lo conocí a el.

Vestida de InviernoWhere stories live. Discover now