¿Evil... Nieves?┊Karmaland

ii. ¿mi niña?

¿Y mi hija? Esa era mi pregunta constante. Suficiente con tener relaciones enfrente de la monja esa para ahora no tener a mi niña. Sabía que era real. Yo lo sé. Pero Rubén no me cree, el piensa que estoy loca, enferma.

No, yo sé que estuve embarazada, lo sé.

Estuve embarazada, ¿verdad?

Ni siquiera recuerdo su nombre, ¿Billy? ¿Joby? Tal vez Rubén la perdió. No lo sé. Él dijo que tal vez aborte naturalmente. Estuvo semanas buscándola, rezandole a los dioses, pero nada. Yo... no sé que hacer. El mismo día del parto, explotaron parte de la casa de Rubén, si ya era algo torpe para caminar, imagínate con boquetes. También, ha matado a marselo, su pingüino.

He entrado en un episodio de depresión leve. Con suerte me levanto de la cama y con mucha suerte, toco un plato de comida. Rubén me ha dicho que estoy muy flaca, que debo comer algo si no me quiero enfermar. Le hago caso, pero igualmente como poco.

Ya ha pasado un tiempo igualmente, ahora decidimos ir al psicólogo de karmaland. Supuestamente, una sesión en pareja, pero eramos alexby, luzu, Rubén, auron, y luego yo. La tonta que no sirve para nada, ni para ser esposa, ni para ser madre tal parece.

— ¿Señorita Nieves, usted quiere ser madre? — me preguntó Auron, el psicólogo.

— si pero... no se como se hacen los bebés. — nuevamente esa chillona voz respondió por mí. Estoy harta, ni siquiera se quien es, pero le gusta humillarme constantemente. Los presentes ni se daban cuenta que yo no movía la boca y que mi expresión era seria, de aburrimiento.

Siento que estoy en un loquero. La gente me ignora, me humilla. Realmente no entiendo mis sentimientos en si, pero entiendo la situación, lo que siento respecto a esto. Una burla constante hacia mi persona.

Los minutos pasaban y con ellos pasaban las risas. Ahora estábamos volviendo a casa, pero ¡oh, sorpresa! Venía todo el grupo con nosotros. Por lo que escuché, haríamos el intento de volver a tener una hija o hijo. Y, literalmente,

Todos nos estarían escuchando.

La voz seguía aquí, haciendo comentarios cada tanto, dejándome en vergüenza obviamente. Con Rubén hemos subido a esa habitación, sus amigos le daban apoyo emocional y la voz parecía más excitada que los mongolos de abajo.

— ¡Hemos tenido una niña! — dijo él muy alegre.

¿Cómo tan rápido ya ha nacido? Te explico, aquí en karmaland, los embarazos son demasiado raros. Tu embarazo dura aproximadamente 20 minutos, en el mismo instante, puedes saber si es niña o niño. Luego de esos 20 minutos, vendría el parto, que esa si el la parte más dolorosa. Y luego todo sigue con naturalidad.

Si, es demasiado confuso, pero ni nosotros -los habitantes- sabemos bien del tema. Siempre ha sido así y lo seguirá siendo.

— llámala Corona, porque es mi reina.— creo que es lo más lindo que ha dicho la voz desde que llegó. El nombre era algo raro, pero no me terminaba de disgustar por el significado que le dio.

Rubén empezó a decir algunos nombres para ponerle. Dijo algunos, finalmente, Sammy fue mi preferido. Al parecer la voz estaba de acuerdo conmigo.

— ¿Qué opinas de vegetta, nieves? — preguntó mi comprometido, no se a qué vino eso, pero la respuesta de la voz no me gustó nada.

— uff, ese hombre... — dios mío, que asco. Decidí ignorar todo lo que siguió diciendo, el muchacho es guapo, pero no es para tanto.

Por suerte, ahora estábamos en casa. Estábamos con Alex, pero en casa. Al llegar, nos recibió una foto creo que demasiado explícita de vegetta con un vestuario ¿sexy? de unicornio. Mi estómago se revolvió un poco, pero lo ignoré. Alex y Rubén empezaron a cuestionar algunas decisiones de vegetta, la voz empezó a defenderlo.

Haciendo idioteces, ambos bromearon sobre meter a mi niña en el horno. Antes de que yo pudiera decir algo, la voz defendió a mi hija. A partir de ahí empecé a ignorar un poco las situaciones, realmente la voz chillona me generaba dolor de cabeza.

Hablando de ese dolor de cabeza, justo ahora la voz acaba de desaparecer. No estaba prestando mucha atención a lo que estaba pasando hasta que sentí un pequeño cuerpo abrazarse a mi pierna.

Al momento me asusté, pero al ver hacia abajo, una pequeña niña de ojos verdes y cabello castaño estaba ahí. Como mucho debería tener un año de vida. Mi corazón empezó a latir demasiado fuerte, esa niña era una belleza y me generaba demasiada ternura y alegría.

Eso sí, era idéntica al padre. Tras la máscara de oso, el es un atractivo hombre de pelo castaño algo claro y unos ojos verdes casi marrones. Una cara firme, un buen cuerpo y una idiotez desde nacimiento, pero así lo amo.

Sin pensarlo demasiado, tome a la niña en mis brazos acurrucandola. Mi pecho se llenó de ternura la cual fue por cada una de mis extremidades. Ella era como mi fuente de luz, de energía, tenerla en brazos me hizo sentir tan... bien.

Rubén se posicionó atrás mío pasando sus manos por mi cintura y apoyando su cabeza en mi hombro. Aprecié la belleza de ambos para darme cuenta que no todo estaba perdido.

El mes empezó tan mal que ahora que lo estaba terminando tan bien sentía como todo iba a mejorar.

(Nota de la autora)

Lamento si el capítulo es un poco más corto comparado con el anterior. He estado ocupada tanto con tareas del colegio como con problemas personales, pido disculpas de antemano aunque seguramente la situación seguirá repitiéndose. Por lo tanto, seguramente tarde con el siguiente capítulo, no se desesperen.

Y eso sería todo. Que tengan un lindo día. ♡

(Por cierto, ¿les gusta el último separador, el de continuará? A mi me ha gustado el resultado, pero me gustaría saber su opinión.)