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Título: No llores más, amor mío

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Título: No llores más, amor mío.

Actividad: Mes de Marzo

Temática: Desamor

Canción: No More Tears

Artista: Ozzy Osbourn

Pareja: Nathaniel x Ania (Sucrette Personal)

Ambientado: Universidad Capítulo 16

Cantidad de Palabras: 990 palabras.

Ania se arrojó sobre él en cuanto cruzó la puerta de entrada, envolviéndolo en un fuerte abrazo, tratando de acercarse a él todo lo que pudiera y más

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Ania se arrojó sobre él en cuanto cruzó la puerta de entrada, envolviéndolo en un fuerte abrazo, tratando de acercarse a él todo lo que pudiera y más. Nathaniel la abrazó, soportando el dolor de su herida y los golpes que había recibido.

Nada importaba para él salvo la maravillosa sensación de tener a su chica en sus brazos. Cuanto miedo había pasado cuando pensó que no alcanzaría a verla antes de que muriera. Qué no volvería nunca a besar sus labios, y no solo ella. Había tenido tanto miedo por Amber, su pobre melliza, que habría quedado sola en el oscuro mundo en el que se movía sin un apoyo que la contuviera.

Había sido un completo estúpido, demasiado ingenuo para haber pensado que quien había enviado el mensaje había sido Erik. Y las cosas habían acabado mal para él, gracias a Kim que había llamado a Ania pese a su negativa de comunicarse con alguien, pero es que al oír su nombre en los labios de la morena era en la única persona que había podido pensar querer tener a su lado en ese momento de vulnerabilidad.

Ahora, a salvo y plenamente consciente de lo que había pasado, se sentía mal de haberla obligado a pasar por todo aquello, de tener que verlo herido y cubierto de sangre.

Un dique de lágrimas para aprender que ella nunca volverá
El hombre de la oscuridad atacará una vez más

Pasar la tarde los dos solos, en el pequeño apartamento lejos del resto del mundo, solos con Blanca como única espectadora de su amor. Disfrutando en su pequeño "apocalipsis".

Sin embargo, las cosas no habían terminado todavía. Él no había querido lastimarlas más de lo que ya lo había hecho, por lo que les ocultó el detalle más importante detrás de aquel ataque. Esperó a que Ania saliera del departamento para comenzar a empacar, pero no pudo ir más allá de su habitación.

Sintió la falta de aire, la sensación de que si se iba nunca más las volvería a ver.

¿Quién le garantizaba que si cumplía con la orden recibida, ellas estarían a salvo?

Sus piernas debilitadas por el leve ataque de pánico, no quería irse, no así. Sin que ella fuera consciente de que no lo hacía por desición propia. No quería volver a perderla, una vez había sido demasiado doloroso, pero sabía que quedarse era condenarlas.

Al menos, con Amber siempre tendría un lazo que lo uniría pese a la distancia. Pero ¿Ania? ¿Cómo podía irse sin decirle que a pesar de todo siempre la amaría, que ella había sido y sería por toda su vida, su único amor verdadero?

¿Así que ahora que se ha terminado podemos decir solo adiós?
Me gustaría seguir adelante y hacerlo la mayor parte de la noche

El ruido de la puerta le indicó que ella estaba de regreso, el delicioso olor a comida y el ruido de las bolsas, acompañado por su risa contagiosa y sus malos chistes. Pudo ver el pánico en sus ojos cuando lo descubrió en el suelo de su habitación, con la espalda pegada a su cama y la dificultad para respirar.

Como dolía ver el daño que le hacía. Dolió aún más al ver sus ojos heridos al notar la maleta y finalmente comprender lo que estuvo a punto de hacer. Le explicó como había recibido esa amenaza por parte de los traficantes, y como no quería hacerlo pero era la única opción que tenía.

Le dijo todo aquello que había pensado y mucho más. Necesitaba irse sabiendo que Ania era consciente de su amor, de que jamás nadie ocuparía el lugar que ella poseía en su corazón, y que pese a la distancia, encontraría la manera de volverla a ver algún día.

Sus besos eran una caricia a su dolor, pasar abrazados esa noche era su consuelo. Nathaniel no pudo dormir, no quería perderse un segundo de su rostro dormido. Quería grabar en su memoria los bellos rasgos de su novia. Sus cálidos brazos, su suave piel, el exquisito aroma a fresas y chocolate de su shampoo. El bonito cabello medianoche esparcido en la blanca almohada, la respiración tenue y relajada.

Quizá un beso antes de partir te dejo de esta manera
Tus labios son tan fríos, no sé qué más decir

Su nariz respingona y sus largas pestañas, ambas con rastros del llanto que había padecido unas horas antes.

No llores más, amor mio –susurraba en su oído. Pero solo provocaba que ella llorara con más desesperación.

Había sido así hasta que el cansancio la había vencido, y todo el tiempo, se había aferrado a él, consciente de que en algún momento de la noche la dejaría. Nath la abrazó, intentando contenerla, hacerle entender cuanto aquello también era doloroso para él.

A penas era el alba cuando se alejó de su lado, tomó una hoja y un lapíz sin dejar de sentir que su corazón se quedaba con ella y escribió su despedida final. Quería que supiera que había preparado todo para que ella no tuviera ningún problema, que todo estaba solucionado para que pudiera continuar con su vida sin preocuparse por nimiedades, centrándose en trasmitir todo su amor, en la última frase.

–"Este día y esta noche son los mejores recuerdos que puedo tener" –escribió.

Se acercó nuevamente a ella y depositando sobre sus suaves labios, un último beso. Tomó su maleta y salió de la habitación, en la sala, Blanca lo observaba con una expresión de tristeza.

Tal vez era solo su conciencia cargada de culpa por haber permitido que todo llegara tan lejos, pero tenía la sensación de que su pequeña minina sabía que la estaba abandonando a ella también. Tomándola en sus brazos, la abrazó y mimo todo lo que pudo antes de finalmente salir del apartamento.

Dejando en él, todo lo que amaba.

Nunca quise que terminara de esta manera, mi amor, querida
Créeme cuando te digo que enamorado estoy aquí.

Nunca quise que terminara de esta manera, mi amor, queridaCréeme cuando te digo que enamorado estoy aquí

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Atrasado, pero finalmente la inspiración me llegó. 

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Color_Club: Admiral |CORAZÓN DE MELÓNWhere stories live. Discover now