Capítulo 7

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Bueno gente, aquí tienen el nuevo capítulo!

Ya vamos llegando al final de esta historia xD

Espero les guste

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Horas después, el cuarto se había quedado en silencio cuando la televisión se apagó sola por falta de uso. Una gata y un loro observaban a sus dueños con divertida curiosidad sin llegar a intervenir. Se limitaron a mirar desde el mueble para gatos donde momentos antes también habían estado dormidos.

Mientras tanto, Merlín se removió en sueños. No recordaba cuando había regresado a la cama, pero el olor de Escanor impregnado en las sábanas delataba la situación. No tenía ganas de despertar, pero ya no tenía sueño tampoco. Se acurrucó restregando la cabeza en la almohada tratando de alargar el momento un poco más.

Suspiró.

No, un momento. No fue ella quien suspiró. Y... ¿por qué la cama se movía?

Abrió los ojos abruptamente y se dio cuenta que seguía en la sala, en el sofá. Encima de Escanor.

Contuvo la respiración un segundo mientras sentía que el corazón se le caía al estómago. ¿En qué. Momento. Pasó. Esto? Sintió que se le calentaba la cara como nunca antes y por primera vez en su vida, no supo que hacer.

Siempre se burló de este tipo de situaciones en las novelas o películas que veía. Eran ridículas y muy fáciles de evitar, o en su defecto, de salir de ellas conservando tu orgullo intacto.

Ah, pero que ilusa había sido. Juró jamás volver a burlarse de eso.

Pero ¿ahora qué se supone que iba a hacer?

Escanor seguía dormido. (¡Gracias a Dios!) Pero no sería por mucho. Merlín fue consciente de que estaban en una posición un tanto comprometedora. Mientras que la cabeza de Escanor descansaba en el costado del sofá, la de ella había estado hasta hacía unos momentos enterrada en el hueco de su hombro. Además, su brazo izquierdo le rodeaba el torso y la hacía consiente de su respiración acompasada. Para rematar, podía sentir su pierna izquierda enredada entre las de él. Una ligera presión en la cintura le decía que él también la estaba abrazando.

"Muy bien, tranquilízate Merlín. ¿Cómo puedes salir de ésta situación sin avergonzarte a ti misma?" pensó ella tratando de conservar la calma, lo cual era un poco complicado de hacer por la cantidad de factores que le suponían una distracción.

Volvió a apoyar la cabeza en su hombro y cerró los ojos, tratando de pensar. Suspiró y su aliento chocó contra la piel de la yugular del chico y se le devolvió a la cara, impregnada con su aroma. Casi quiso gimotear de frustración. Abrió los ojos y miró hacia arriba.

Escanor dormía plácidamente ignorante de la crisis que le provocaba aún inconsciente. Se tomó un momento para mirarlo. Tenía la piel blanca salpicada de muchas pecas y las pestañas largas que a los chicos les daba igual tener y que muchas chicas matarían por poseer. Merlín notó que tenía los labios un poco resecos, algo extraño considerando el húmedo clima.

Apartó rápidamente la vista. El flashazo de un pensamiento invadió su mente y lo quería evitar a toda costa.

Escanor, por otro lado, debió sentir su mirada porque sus parpados comenzaron a aletear próximos a abrirse. Se removió y soltó un suspiro, pero aún así se negaba a despertar.

peso sobre su lado izquierdo y lo apretó con la mano tentativamente. Estaba cálido y se movía con el vaivén de una respiración. ¿Rhitta? Seguramente.

El sol en medio de la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora