Corazones En guerra (#1 Hijos de la Mafia)

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Beau en multimedia

Selina:

Por el bien de mi padre trate de ser educada con cada uno de los invitados el día de mi compromiso.

Hasta que lo vi llegar.

Y tan pronto como mi sonrisa desapareció, volvió a aparecer cuando vi a ese tonto buscándome.

Camine hacia él y aunque al inicio Beau pensaba que iba a recibirlo, pase de largo hasta llegar a mi mejor amigo.

—Ángelo.

Me sonrio al verme.

—Pero mírate.

Sonrio y me giro, todo el tiempo Beau nos está mirando con unos ojos enojados, lo ignoro y cojo del brazo a mi mejor amigo.

—Ven, tengo muchas cosas que contarte.

Tiro de él y lo llevo hasta el jardín.

(*)

—Cuando dijeron que era tu compromiso, no lo creí. —Pronuncia Ángelo. —No que te comprometas, sino que ibas a hacerlo con Beau.

Suspiro.

—¿Qué debo hacer?

—Resignarte.

Alzo una ceja. —Ese no es buen consejo.

—Nunca he sido bueno para ellos, pero en esta ocasión es un buen consejo.

—¿Cómo puede ser bueno si voy a terminar casándome con Beau Lombardi?

—Preferible a que te cases con uno de los hijos de D'Angelo.

—Preferiría eso.

—No hablas en serio. —Sonríe. —Además. de los matrimonios arreglados suelen surgir algo.

—Poder.

Se ríe.—Amor.

Alzo mis cejas y luego comienzo a reír.

—¿De verdad me imaginas enamorándome de Beau?

Ángelo no responde.

—Eso creí.

—No lo veo, pero tampoco lo veo imposible.

—Ángelo.

—Además en tu situación mejor te vas haciendo a la idea. —Pronuncia. —De que seas su esposa.

No le respondo.

Ángelo suspira.—Creo que me tarde un poco.

—¿Angelo?

Sus ojos me miran.

—Te hubiera pedido que seas mi esposa.

El corazón se me acelera.

—Aun puedes hacerlo.

El alza las cejas.

—Angelo...