Un Enorme Dragón

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Mount Helena, 2008

Lena comenzó a gritar el nombre de Nyssa en su habitación, si estaba entendiendo bien la situación el planeta de Nyssa acababa de desaparecer, eso significaba que ahora en realidad nunca tendría la oportunidad de verla, ahora no importaba si era humana o era un extraterrestre, su Nyssa se había ido para siempre, no volvería a escuchar su voz, su risa, sus cosas disparatadas, nunca tendría la oportunidad de verla.

La puerta de su habitación se abrió y apareció su compañera Andrea que alertada por los gritos de Lena corrió a ver que sucedía.

-¡Lena! – se acercó a ella al verla de rodillas a un lado de su cama - ¿Qué sucede? – la tomo de los hombros y pudo ver que estaba llorando.

Lena al reconocer a Andrea, solo atino a abrazarla y comenzar a llorar, su amiga no sabía que había sucedido, pero si Lena Luthor estaba en ese estado es porqué algo grave había sucedido, Lena se dejó abrazar, así que se quedó esperando a que dejara de llorar.

Después de varios minutos, Lena comenzó tranquilizarse, tenía los ojos hinchados de tanto llorar, le costaba respirar y temblaba, de manera silenciosa le agradeció a Andrea su apoyo. Se acomodó en el suelo, tratando de volver a la normalidad, aunque sabía que eso no sería posible, vio que Andrea se levantaba para abrir la puerta, esto asusto a Lena no quería estar sola.

-Ahora vuelvo, solo serán unos minutos, lo prometo.

Lena asintió, la ver desaparecer a Andrea, volvió a ver el aparato con forma de radio que tenía en su mano, unas lágrimas silenciosas recorrieron sus mejillas, por puro impulso nuevamente apretó el botón rojo esperando un milagro, pero lo único que se escuchaba era el silencio.

-Nyssa, contesta por favor – sollozo – por favor, no me dejes tú también.

Ya había perdido a su madre hace 11 años, ahora volvía a sentir la pérdida de alguien especial, de alguien que se estaba volviendo en su hogar.

-Nyssa – suspiro mientras sorbía la nariz, en eso entro Andrea con una taza en las manos.

-¿Todo bien con tu pequeña novia? – Andrea le entrego la taza y se sentó a su lado.

-No era mi novia – tomo un trago de té que le había dado su amiga – apenas era una bebé - sonrió con nostalgia.

-Lo siento, dime ¿qué ha pasado con ella? – volvió a preguntar.

-Se ha ido – su voz no tenía emoción alguna.

-¿A dónde? – Andrea se preguntó a qué lugar lejano se habría ido esa niña que le había robado el corazón a su amiga.

-A un lugar donde nunca la podre ver.

-Bueno, tampoco es que se vieran ahora – le dijo a su amiga.

-Sabes, hace unas horas creía que quizá en algunos años, sería capaz de pedirle a Nyssa su dirección e ir a visitarla, pero ahora es imposible – se limpió una lágrima.

-Pero por qué, estoy seguro que donde sea que ella viva tú podrías llegar perfectamente en uno de los tantos jets que tiene tu familia, no entiendo cuál es tu negativa o porqué estas así con que esa niña se haya ido, digo, ni que estuviera muerta – comento Andrea, pero al escuchar esto Lena comenzó a llorar nuevamente y Andrea puso cara de susto – ¿ella está bien?

-Se ha ido, la he perdido para siempre – lloro nuevamente hasta que se quedó dormida en los brazos de su amiga.

Habían pasado 2 semanas desde que había perdido a Nyssa, pero algo en el pecho de Lena le decía que quizá, solo quizá había ocurrido un milagro y ella se encontraba bien con su familia, que solo las línea de comunicación había muerto y algún día volvería a escuchar esa voz que tanta paz le transmitía.

QuimeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora