CAPITULO 2

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Me despierto y lo primero que veo es que Kona no esta, asique intuyo que estará dentro de su casa. Me duele bastante de la cabeza, debo tener la resaca del año. Cojo el móvil que guarde en el bolsillo de mi falda. Tengo un montón de llamadas perdidas de mi padre y alguna de mi madre. Genial encima también tendré bronca cuando llegue, pero bueno algo me esperaba, total me había escapado.

Kona: ¿en problemas? –me siento en la hamaca y cuando llega el hace lo mismo

Yo: si –ruedo los ojos

Kona: toma –me da una pastilla- te ayudará con la resaca. Tómatela

Yo: gracias –digo después de tomármela- ahora me siento super tonta. Seguro que tienes cosas que hacer y estas aquí cuidando de mi

Kona: no tengo nada mejor que hacer. Estamos en verano ¿recuerdas? Además eres mi amiga, tengo la obligación de hacerlo. Sino rompería una regla muy importante. –me rio por su comentario

Despues de una hora Kona me acerco a casa. Antes de entrar cojo aire fuertemente por lo que ya se que me tocará al entrar por la puerta. Cojo la llave de repuesto de detrás de una maceta y abro la puerta justo después de dejar la llave en su sitio.

Mama: ¿Leilani? ¿Qué horas son estas? ¿Dónde tienes el móvil? –me giro quedando cara a cara con ellos

Papa: vamos a acabar poniendo una reja en tu ventana, ¡podrías matarte!

Yo: eso seria un alivio, así no tendría que aguantaros –susurro

Papa: ¿Qué has dicho?

Yo: nada –ruedo los ojos

Papa: que sea la ultima vez que haces esto

Mama: seguro que se lo han pegado de sus amigos del sur

Yo: ¡que no os metáis con mis amigos! –digo y salgo de la sala subiendo a mi habitación y cerrando la puerta con pestillos.

Mis padres me siguen gritando cosas detrás de la puerta, pero como me he puesto los cascos con música a tope no me entero.

Me quito la ropa de ayer y me pongo algo cómodo para estar por casa. A la hora de la comida baje y les agradecí bastante que no hablasen de nada. Después de comer me tumbe en la cama mientras hablaba con los chicos por WhatsApp. Decidimos que hoy quedaríamos en un rato e iríamos en el barco de Kona a navegar.

Cuando queda media hora para que pasen a buscarme me levanto de la cama y voy hacia el armario. Me pongo un biquini de dos piezas de triangulo negro, unos pantalones cortos negros y una camiseta de manga corta gris que me anudo por las caderas. Guardo en una mochila el móvil y una toalla, y me la cuelgo del hombro.

Bajo hacia abajo y cuando estoy saliendo por la puerta escucho como los chicos pitan desde el coche y casi sin darme cuenta cuando estoy cerrando la puerta, aparece mi padre.

Yo: ¿no tienes que estar en el trabajo?

Papa: soy el jefe, yo mando. ¿Dónde vas?

Yo: con ellos –giro la cabeza hacia el coche donde están los mirándonos

Papa: Leilani sabes de sobra que ... -le corto

Yo: mira papa no tengo ganas de discutir. Voy a ir con ellos quieras o no. Ellos son mis amigos y no voy a dejar de juntarme con ellos porque tu no quieras. Asique te agradecería bastante que lo aceptaras de una vez. Asique adiós papa. Vuelvo para cenar.

Según me giro dando el primer paso alejándome de el, cojo una bocanada de aire porque siento que me ahogaba por dentro. Cuando llego al coche me siento delante ya que es el asiento que no han ocupado

MokaiWhere stories live. Discover now