Tobías no tardó en presumir su insignia de prefecto al igual que la chica. Cuando tuvieron que ir al vagón de prefectos no dudaron a pasos rápidos y apurados en acercarse, llegaban tarde.

Al llegar al principio del tren, ya los esperaban los prefectos de gryffindor: Ron y Herms. Prefectos de Slytherin: Draco Malfoy y Pansy Parkinson. Y por último los de Hufflepuff: Hanna Abbott y faltaba alguien más supuso.

Les explicaron todo lo que debían saber, el funcionamiento de ser prefectos, el como funcionaba sacar puntos y darlos, las rondas para cuidar los pasillos, el orientar a los de primer año. En fin Harper estaba en otro mundo, sentía la mirada de odio de Malfoy en Hermione y Ella, hasta aveces en Ron.

Los primeros en salir de ahí fueron los de la casa azul. Tobías no le quitaba la vista de encima a su amiga, como si fuera el más difícil enigma y tendría que verlo mucho para poder llegar a él.

Al volver a su compartimento Tobías estaba feliz. Por fin la tenía solo para Él, por fin iba a estar a solas con ella por tanto tiempo.

*    *    *

Entonces el comedor se lleno, alumnos de azul inundaban la mesa de Harper.

Harper no pudo evitar ver caras nuevas, chicos de primer año, y caras reconocidas, sus compañeros de siempre.

A lo lejos pudo ver a una persona con la que no se llevaba muy bien que digamos; sus rasgos asiáticos rápidamente se hacían notar a la distancia, era Cho Chang.

También pudo ver a una rubia con la que no dudo en re encontrarse, Luna Lovegood y ella se saludaron con un gran abrazo. Se sentaron los tres juntos en la mesa.

Los seleccionados para su casa este año habían sido bastantes, lo cual le agradaba al ella ser prefecta.

Por otro lado la canción del sombrero seleccionador la había dejado asombrada como todos los años y con ganas de más.

Pero este año su atención se vio en la mesa de profesores, dos personas ocupaban nuevos puestos, las más destacable era una mujer regordeta vestida de pies a cabeza de rosa y arrugada como pasa.

También pudo notar la ausencia de Hagrid, uno de sus profesores favoritos para ser sincera, no en el ámbito educativo, si no en el sentimental.

—Es Dolores Umbridge...—Susurró Toby en su oreja, demasiado cerca.

—¿Quién?— Preguntó frunciendo el entrecejo.

—Trabaja en el Ministerio, la mujer de rosa, mi padre me dijo que tiene un prejuicio por los hijos de muggles.— Le advirtió.

Con solo eso Harper ya sabia que no solo iba a tener que soportar a los Slytherin este año, si no también a una profesora purista. Suspiro, cansada de la gente que la discriminaba. No era como en el mundo muggle que te discriminaban por ser negro, lo cual también está mal, si no que acá lo que importaba era tener un linaje de pureza. Genial.

Dumbledore con voz sonora, los brazos abiertos y extendidos y una radiante sonrisa en los labios empezó a hablar. Harper admiraba a ese hombre, era su ídolo.

—Os digo: ¡Bienvenidos! Y a los que no sois nuevos os repito: ¡Bienvenidos otra vez! En toda reunión hay un momento adecuado para los discursos, y como éste no lo es, ¡Al ataque!

WITCH SWAN| H.p y Crepusculo.Where stories live. Discover now