Controversia (Trilogía completa)

Cap.12 "¿Temperamental?"

—¿Que hacia el aquí? —casi me gritó Coni, cuando la gente volvió a lo suyo, noté que detrás de mi estaba ella, junto a Bastian y Dante.

Entones reparé que la gente no había puesto incómodo a Noel, sino ellos.

Un poco de furia recorrió mi cara, dejándome ver las caras extrañadas de ellos. Menos de Coni, ella estaba furiosa.

—Alison, ¿que habíamos hablando de... ellos? —preguntó con un tono algo despectivo, cosa que le hizo revolear los ojos, porque ni tenía ganas de escuchar su sermón sobre los Clarke otra vez.

Por supuesto, ninguno de ellos sabía que la casa en la que trabajaba, era la casa de Bernarda donde todos ellos vivían.

—El vino a hablarme —le dije, específicamente a ella, porque sabía que le molestaba— y arruinaron mi maldita investigación —gruñí, más para mi misma que para ellos, pero todos me habían escuchado.

Coni dio un paso hacia mi.

—¿En que te estás metiendo? —preguntó muy cerca de mi, enojada pero preocupada.

—Solo quiero saber porque ella me odia. —Sabía que Coni no entendía a quien me refería con "ella", pero me mandaría a la mierda de igual manera al darse cuenta que le estaba dando la razón.

—Te puedo dar muchas razones hipotéticas, pero no busques más la verdadera, porque te vas a meter en problemas. —Coni tomó el brazo de Dante y caminó por mi lado, el solo hizo una mueca que desaprobaba lo que había hecho.

Bastian era el único que se había quedado frente a mi. Crucé los brazos, esperando que me reprochara algo igual que Coni, pero no lo hizo.

—Tal vez deberías cuidar donde hablas con los Clarke. —Ahí está, el comentario que esperaba.

Esta vez, si cerré mi casillero que aún estaba abierto, y caminé por el pasillo, esperando que no me siguiera.

Descubriría todo por mi propia cuenta. Porque Nathan no aparecía. Porque Irina me odiaba. Porque Noel me saludaba. Y porque diablos, tenía una necesidad de saber acerca de ellos.

**

—Jaaaadeeee... —alargué con voz de sigilo, preparándome mentalmente para salir corriendo cuando ella saliera de detrás de algún sofá para llegar al lugar indicado antes que yo—, ¿donde estás Jade? —pregunté en un tono de voz más alto, esperando que se le escapara alguna risita que delatara de donde provenía su voz, pero era astuta.

Unos cuantos pasos venían bajando la escalera y por unos segundos, creí que podía ser ella que se había cansado de jugar o quizá algo había pasado, pero luego me percaté de que las pisadas eran demasiado fuertes para ser de una niña.

Apareció en el marco de la puerta, con la famosa pose que había visto a su hermana días antes, pero él no tenia los brazos cruzados, ya que una de sus manos sostenía un tazón con cereales, y la otra, llevaba la cuchara a su boca. Me miró unos segundos y levantó las cejas, casi diciendo "¿Por que te detienes? Sigan jugando."

Al parecer, Catriel Clarke era un hombre de pocas palabras.

No tuve tiempo de observar que ropa traía puesta, ya que recapacité que en realidad, estaba trabajando y mi trabajo era cuidar, alimentar, y si, jugar con Jade.

—Jaaaadeeee... estoy cerca de ti —canturreé de una forma algo espeluznante.

Por el rabillo de mi ojo, pude ver como Catriel sonreía con las comisuras de sus labios sin abrir la boca, y volvía a comer de su cereal, algo divertido. Quizá le causaba gracia que ya hacia más de diez minutos que deambulaba por la casa como una estúpida buscando a la pequeña.