Capítulo uno (me reservo el derecho a cambiar el nombre)

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Hoy me fuí de casa hacia la universidad con un muy mal humor. No quiero culpar a Tom, pero se portó muy violento. Sé que no se molestó con migo, pero nunca he soportado actitudes tan desagradables.
Él es así de vez en cuando, peculiar. No diría peculiar, más bien, cuida su apariencia. Tiene un estilo muy fuerte, muy, él, eso siempre me ha gustado mucho. Pero no creí que le importara tanto cuidar de sus gustos peculiares y su estilo único.
Al relatar lo sucedido hasta suena ridículo, pero sólo yo ví su mirada, sólo yo escuché su tono de voz tan molesto, nada parecido a lo agradable que es siempre. Ya había visto en él una mueca de disgusto cuando sus camisas resultan no ser como el había pensado que serían, o cuando no puede bañarse antes de salir de la casa. Pero hoy, fue desmedido, incontenible e incomprensible la manera en que reaccionó.

Desperté porque sentí mucho frío, a las 5:55 de la mañana, quince minutos antes de que sonara la alarma. La alarma es Tom. Convenimos que él me despertaría cuando durmieramos juntos, porque era más efectivo y menos molesto que mi alarma. También acordamos que yo apagaría la calefacción al despertar.
Me incorporé y la puerta estaba abierta. Ví a Tom sentado en la sala, con el torso desnudo. Con el clima y la calefacción apagada supuse que él la había apagado. Me levanté a preguntarle qué sucedía. Lo primero que pensé fue que tendría fiebre, y por eso querría enfriarse. Sali de la habitación. Él me había sentido acercarme porque giro el cuello un poco, sin verme bien.

Yo: Tom, Es muy temprano, qué haces aquí? Hace frío. Vuelve a dormir.
Tom: Lamento apagar la calefacción, no quise despertarte.

Lo que dijo sonó correcto, pero su tono de voz estaba distinto, molesto. Cómo es que estaba molesto tan temprano?

Yo: Por qué la apagaste? Te sientes mal?
Tom: No

Su respuesta me puso incómoda. Me senté a su lado en el sillón. Sólo tenía el pantalón de la pijama.

Tom: Me llamaron a las 5 de la mañana. Era Charlie. Malas noticias, dice que los del estudio nos necesitan ahí a más tardar a las 8 para grabar, o no grabaremos hasta dentro de un mes.
Yo: Y qué haces aquí? Deberías estar camino al aeropuerto.
Tom: No sé qué hacer. Demonios.

Ahora suponía que estaba muy estresado. Pero Tom nunca se preocupa más de lo que se ocupa. Qué hacía sentado en el sillón?

Tom: no quiero irme hoy, teníamos todo arreglado, no se suponía que hubiera ningún contratiempo. No puedo ir, no sé qué hacer.

Estaba tan irritado, había cubierto sus ojos con las manos y su rostro estaba encendido.

Yo: por qué no puedes ir? Qué sucede?

Tom tardó un poco en responder, lo meditó.
Tom: no pude ir al centro comercial, tenía que arreglarme el pelo.

Estaba tan confundida. No pude evitar reírme. Pero él seguía frustrado.

Yo: Tom, no pierdas la cabeza, esto es muy importante, pasa por alto tu cabello, no es la grabación del vídeo, estarás bien. Te apuntaré otra cita mientras estas fuera, no te preocupes.
Tom: la cita es hoy, necesito que los del estudio esperen, seguramente pueden esperar.
Yo: escucha, no te ves nada mal, y no puedes arriesgar la grabación. Vamos, apuremonos, no se te puede hacer más tarde

Él había girado su rostro a la ventana, sin verme. No contestó.

Tom: no puedo. No me veo nada bien

Esa respuesta me confundió muchísimo. Algo le pasaba a Tom pero no era su cabello. Él tenía mucha confianza, y además se veía tal y como le gusta verse. Pero se le hacía tarde, y pospuse mi investigación para cuándo volviera. Intenté convencerlo a su manera, siguiendo el juego. Me levanté y fuí a la habitación. Tomé uno de mis cepillos y volví a la habitación diciendo:

fanfic culiao con Tom Ogden de Blossoms mmmziWhere stories live. Discover now