Capítulo 30

608 32 0
                                    

Así que intente poner nombres muy obvios y tontos a la vez hasta que volteo a ver una foto que tiene con mi padre biológico y se me ocurre que posiblemente sea el nombre de mi papá que se llamaba Peter, en ese momento se desbloqueo y comencé a escuchar que la puerta de la habitación comenzó a abrirse y me escondo bajo de la cama rápidamente con la tablet. Trate de no hacer ningún ruido y comencé a ver su itinerario del viernes.
Al terminar vi que Mina se asomó a la habitación ya que Thomas no la cerro del todo y me vio abajo de la cama sorprendida. Le comencé a hacer algunas señas y Mina me entendió a la perfección

- Thomas, oye necesito que me ayudes - contestó ella

- ¿Qué pasó Mina? - preguntó curioso

- Ven, es importante - dijo ella tratando de sacarlo del cuarto.

- Estoy ocupado hermana - contestó

creo que estaba en la computadora haciendo algo.

- Ven, es muy importante. Creo que dejaste tu auto con las luces encendidas

Thomas se levantó de la cama y se fue directamente abajo para ir a ver el auto con Mina. Yo comencé a salir de la cama rápido y deje la tablet apagada en el lugar que le correspondía, salí y entre a mi habitación.

Después de unos minutos
Mina entro a mi habitación.

- ¿Es es lo que te pasa eh?, Casi te descubre - dijo ella

- Pero no lo hizo - contesté

- Bueno... ¿Y? ¿Qué encontraste? - preguntó curiosa

- El vienes prácticamente no va a estar en la casa, hasta las cuatro de la mañana que es la hora en la que regresa.

- Entonces está perfecto - respondió

- Yo diría más que perfecto.

- Entonces que se haga la fiesta - respondió Mina con una sonrisa de alivio

Día siguiente:

Me desperté para ir a mi escuela, así que me comencé a cambiar y a maquillarme un poco para desayunar rápido he irme a clases. Dejé mi auto en la cochera de la señora Maggie y comencé a bajar de mi auto para irme, pero escuche una voz

- Hola Andrea - dijo Samuel

- Ah hola, Sam - contesté gentil

- ¿Oye quieres que te ayude? - preguntó ya que tenía una maqueta un poco pesada en mis manos

- ¿Podrías? - contesté con un gesto de súplica

- Claro que sí - respondió agarrando la maqueta

- Muchísimas gracias - expresé con alivio

Cerré mi auto y le puse la alarma para comenzar a irnos a la puerta de la escuela.
Empezamos a caminar y comence a sacarle plática a Samuel.

- ¿Enserio no te importa ayudarme con esto? - pregunté apenada

- Claro que no, creo que es mejor para mí porque así hago más músculo - contestó

( Yo solo comence a reír)

Mí bella casualidad Where stories live. Discover now