Capítulo 8

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Barbara

 

Me desperté sintiendo la cama fría y sola, sentía que me dolía todo el cuerpo, ese idiota me había hecho el amor de la forma más dura y algo dentro de mi me dijo que… que me encanto. Tomé una ducha y revise el armario, él se había llevado todas sus cosas, el por fin se había ido. Revise mi celular y me encontré con una llamada perdida de Rachael.

 

-Barbara, creeme que no te llamaría si esto no fuera en verdad importante, pero creo que venir a Madrid, he visto a Riven- No podía ser, como rayos había dado con ella.

 

-Regresa a tu hotel, pedire un vuelo a Madrid, estare ahi mañana, no estaras sola- Recordé mi conversación con Rachael cuando fui a su casa.

 

Flashback

 

Toque la puerta poniendo mi cara más fría y sin escrúpulos que tenía,ella me abrio pero, lo que me dejo sin palabras fue que ella estaba destrozada.

 

-¿Puedo pasar?- Trate de que mi voz fuera dura, ella solo me miro y dio un suspiro, se hizo a un lado dejándome pasar.-Bonita casa- Mis ojos recorrieron la pequeña habitación, era simple pero me gustaba-

 

-Si bueno, es un lugar barato como puedes ver, se que era la amante de Riven, pero no lo era por su dinero te lo aseguro- Su mirada cayó al piso y luego miró hacia un portarretratos, en la foto estaba ella, al parecer una mujer de unos 40 años y… Riven, todos sonriendo como si fuera el mejor día de sus vidas. -En esa foto estaba todo lo que amo, y todo lo que perdí- Una lágrima solitaria bajo por sus ojos color miel, una opresión en mi pecho me hizo sentir miserable.- Me siento muy mal por haber roto tu matrimonio, el trato de explicarme, Riven me dijo que ese matrimonio sólo era de conveniencia…- No la deje terminar.

 

-No puedes estar hablando en serio, parece como si quisieras perdonarme, después de todo lo que te hizo- Lo que me hizo pensé, si lo perdonaba estaba acabada.

 

- Pero yo lo amo- Una risa salió de mi, el amor solo era una cosa absurda que alguien inventó para que las personas tuvieran algo porqué vivir, o porqué morir.

 

-No seas tonta, el no ama a nadie, él estuvo usandome y lo mismo hará contigo, luego encontrara a alguien más bonita y se “enamorara de ella”, te hará sufrir como lo esta haciendo conmigo- Lo ultimo salio como un sollozo, ella me dio algo de pena.

 

-El me dijo que me amaba, pensábamos casarnos el próximo año, en San Valentín, comprar una hermosa casa en la playa y criar a nuestros hijos en esta- Ella empezó a llorar como si su vida dependiera de ello, me sentía la basura más grande del mundo, luego se me ocurrió algo.

 

-¿No lo perdonarás verdad?, no puedes, el me hizo sufrir durante todo el matrimonio, intentó pegarme una vez, me sentí la persona más insegura del mundo, me fue infiel y no dudo que seguio buscando mientras estaba contigo- Lagrimas falsas empezaron a salir de mi.

 

-¿Qué?, pobre de ti, además es un golpeador, ¿como sigues estando casada con el?- Estaba yendo hacia otro límite, pero estaba desesperada.

 

- Pense que lo amaba, me había prometido lo mismo que a ti- Mentirosa pensé, pero en la guerra y en el amor todo se vale, sobre todo en la guerra.

 

Se dejó caer en el sillón y puso sus manos en su cara mientras lloraba a mares, era mejor tenerla de mi lado que en contra mía. -Todo a sido un engaño, toda mi vida he estado sufriendo- Siguió llorando, tome asiento junto a ella sin saber qué hacer. La estaba lastimando, la estamos lastimando Riven y yo, pero más yo.

 

-Cariño, puedes iniciar una vida nueva- Ella levantó su rostro y lo volvió a bajar.

 

-Y cómo si soy una pobre huérfana sin hogar, no tengo ni un quinto- Otra vez empezó a sollozar.

 

-Por eso no te preocupes, el no va a lastimarte, ya no más, debemos estar más juntas que nunca- Traté de consolarla. -Te reservaré un boleto para Madrid, y la estadia ahi corre por mi cuenta, tomate unos días en lo que piensas que hacer- Ella se veía convencida.

 

-Muchas gracias, eres una mujer fuerte, no se como puedes ser tan buena conmigo después de lo que te hice- Una sonrisa falsa apareció en mi rostro, no se como puedo ser una basura contigo si eres una buena mujer. -Te devolveré el dinero, te lo aseguro- Ella se veía apenada.

 

-No tienes por que, tomatelo como un regalo de tregua- En ese momento el timbre sonó.

 

Fin de Flashback

 

El llamado del capitán de que estábamos llegando a Madrid me sacó de mis pensamientos, era momento del segundo strike.

 

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Soy una terrible escritora, lo se. Es momento de Maratón, 5 capitulos, de los que les había prometido, así que disfruten.

Not aloneOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz