Allan.

En ese momento, un bicho de enojo con tristeza, fue el que me picó para ver dicho:

—Hagamos eso, vamos a mi casa. Solo será una foto.

Él asintio.

6:30

Al llegar a casa, mamá estaba metida a la cocina con la cara llena de harina. Le gusta demasiado la cocina. Siempre nos comentó que su madre le había enseñado hacer galletas, era un arte. Lo malo es que lo mío no era eso.

Al estar cerca del cuarto Liam me tomó por sorpresa, a comenzar a tomar fotos de nosotros.

—No, Miss Queen eres mía —su arrogancia era el colmo de los colmos.
Al ver el audio que grababa, decidí seguirle la corriente. Lo junté más a mi agarrandome de su chaqueta.

—¿Qué? No —solte una risilla. —,vamos al cuarto Liam.

En un momento, el colocó su celular por la repisa, así podríamos dar un corto beso y nada más, ahora que lo vuelvo a pensar. No sé si esto es lo correcto.

Acaricio mi mejilla. Esa delicadeza me estremeció, ya no era Liam al frente de mi, cada parte de su rostro cambió de poco hasta sentir en el punto de  él que me besó en ese instante era Allan.

《 No, no te engañes. Allan está con otra chica, esta besando sus labios, riéndose de un chiste amargo. Allan no está contigo 》

Yo puse la regla de ser amigos, y esa misma me esta consumiendo. Quisiera probar sus labios y enredar mi mano en su cabello cedido, mirar directamente sus ojos azules que penetran mi Alma. Lo quiero a él, hace un año caí en cuenta que me enamoré de mi mejor amigo.

Reaccione tarde. Ambos nos sobre saltamos,  al escuchar las puertas del armario abrirse. Era él, vi de reojo a Liam.

Esta satisfecho con lo que hizo. Un lobo que se viste de cordero, que despreciable. Su sonrisa se expandió.

No vuelvo a confiar en él.

—Allan..

Me dolía ver sus ojos, sentía que me decepcione a mi misma. Se lo que quiero pero el miedo de arruinar las cosas hizo que me equivocaba

Me equivoqué. No te vayas. Vuelve a mi por favor.

...

—Luces hermosa —me susurró.

Tome de la bebida, no quiero armar un drama. Lo conosco, fue mi amigo desde la infancia. Antes que Allan.

Hasta llegue a estar en un amor platónico con Liam.

—¿Eliminaste esa página? Ya debes estar contento, arruinaste mi oportunidad.

Ronroneando se acercó a mi con lujuria, mordiéndose el labio despeino su cabellera clara.

—No, no, tu aceptaste. Mejor deséale feliz cumpleaños —puse los ojos en blanco.

Al menos Ana no está aquí, eso me da una gran ventaja. Hoy será el día.

Después de cantar el feliz cumpleaños, todos salieron a prender bengalas.

Aproveche ese momento. Agarre un pedazo de servilleta. Vigile mis alrededores, no me voy a rendir.

E tenido malas experiencias. Cuando lo conocí había roto con una relación que fue larga. Sin conocerme tan bien, él abrió su corazón a mi de una manera sincera, me gusta mucho eso de Allan. Fuimos personas rotas reconstruyendo mutuamente, haber si una de nuestras piezas encajaba en el otro y parece irónico, de que ambos nos enamoramos pisando erróneo.

Y de tantos años, que jugamos en el barrio. Ambos no nos dimos cuenta, de la existencia del otro. Él me ayudó, a salir de esa depresión que sentí en ese momento. Y ahora, yo quiero hacerlo feliz, se que puedo llegar a su corazón.

Escribiendo las palabras que más temía, roge al cielo que le llegaran al corazón.

"Te amo, Allan"

Actualmente, 17 años.

Capítulo 18: Domenica.

¿Y si te digo que te extraño? [EN REVISIÓN]Where stories live. Discover now