11. Yo también

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Unos días después, nos asignaron las parejas para los trabajos de introducción de Historia, a mi me había tocado con Falco, a Cherise con Adé y para la alegría de todos, a Terry con Gabi. Al terminar la clase, Terry fue a hablar con la profesora, y yo a hablar con Gabi.

Hola - dije en un tono bastante bajo.

Oh, hola Riccardo. - me respondió - ¿querías algo? 

Llevas dos días sin hablarme, por favor déjame explicarte... - dije

Cállate ya, Riccardo. - me interrumpió - te he dicho que no quiero oírte, no por ahora. 

Gabi, yo... - dije - en 2 días tengo el recital de piano de inicio de curso, y me encantaría que asistieses, me han dejado elegir la canción y he elegido... - dije

Me da igual - me volvió a interrumpir - gracias por la invitación, pero dudo que vaya. - cogió su mochila, se levantó y se fue.

Recogí mis cosas y le dije a Falco que ya nos organizaríamos para el trabajo,  y me fui a casa. Estuve toda la tarde practicando el piano y releyendo todas mis conversaciones con Gabi, hasta que me di cuenta de una cosa, no me salía su foto de perfil... me había bloqueado.

Aporreé las teclas del piano con toda la fuerza que de mí salió, me levanté y me tiré sobre la cama. Lloré, lloré todo lo que llevaba acumulando estos días, no aguanté más. Tenía que solucionar esto como pudiese, y la primero era conseguir que Gabi me escuchase.


Narra Gabi

Pasaron dos días, aunque había dicho que no quería oír a Riccardo, me vestí un poco arreglado, me peiné y me dirigí al auditorio de Inazuma. Al entrar vi en el patio de butacas a todo el equipo, pero me senté en la parte más alta del auditorio, quería verle y oírle yo solo.

Narra Riccardo

Estoy muy nervioso - dije - estoy empezando a sudar.

Lo vas a hacer genial cariño. - sonrió mi madre - siempre lo haces. Han venido tus compañeros del equipo, y tu padre y yo estamos en primera fila. No te preocupes por nada. - me besó la frente y se fue al patio de butacas.

Me adecenté el pelo y la pajarita, jamás sabré porque tengo que venir en traje a tocar el piano, me presentaron y salí al escenario. Saludé al público y vi a mi familia y a mis compañeros, estaban todos, menos él.

Expliqué un poco la pieza que iba a tocar en el piano, me senté y la comencé a tocar. Todo el auditorio escuchaba en silencio como aquella melodía que comenzaba tan delicada, iba cogiendo fuerza, hasta terminar con unas suaves notas que indicaban una vuelta a la calma total.

Separé mis manos del piano mientras el público se ponía de pie y aplaudía. Agradecí a todos su asistencia mientras veía como mi madre se sacaba las lágrimas, y oía los gritos de enhorabuena de mis amigos, pero no me sentía bien, algo me falta, más bien... alguien.

El recital acabó con otros de mis compañeros de piano tocando sus piezas, salimos todos juntos a despedir al público que poco a poco se fue yendo tras el discurso de cierre del director del conservatorio de Inazuma.

Bajé del escenario, hablé con mis compañeros del conservatorio, con mis padres y con alguno de mis compañeros del Raimon que se habían quedado para felicitarme.

Esperadme fuera, que voy a recoger lo que dejé en el camerino antes de salir - les dije a mis padres - no tardaré.

Cuando estaba bajando del escenario con mis cosas para irme, una voz me paró.

Has estado genial - me dijo - como siempre

Gabi - dije emocionado - ¡Has venido!

No me contuve y me lancé sobre él, le abracé tan fuerte que me pidió que le soltase porque le estaba haciendo daño.

Claro que he venido - dijo sonriendo - sabes que lo que más me gusta es oírte tocar el piano.

Muchas gracias, Gabi - dije a punto de llorar - ahora que estás aquí por favor, déjame decirte lo que tengo que decirte.

Está bien - suspiró - te escucho.

No estoy saliendo con Terry - dije - Gabi, me gustas, y sabes perfectamente que siempre me has gustado aunque nunca he tenido el valor de dar el paso. Pero también siento algo por Terry, no puedo negarlo. Necesito aclararme bien las ideas para no haceros daño a ninguno ni marearos. Terry vino a mi casa diciendo que me invitaba a cenar y fui con él a cenar, solo eso, de verdad. Necesito aclararme, para saber quien es el que realmente me gusta.

Eh, Riccardo, tranquilo. - puso su mano sobre mi hombro - Te creo, no te preocupes. Te voy a esperar, he esperado todos estos años para oírte decir que te gusto, no creo que por esperar un poco más me vaya a pasar nada.

Gabi... - dije - te quiero, de verdad.

A lo que el me contestó susurrándome al oído -  Yo también. - me besó en la mejilla, y se fue.



DivididoWhere stories live. Discover now