Susurro

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Narrador externo...

Habían pasado dos semanas, TN seguía en el hospital, su familia la visitaba todos los días, en especial su mellizo, Luffy; TN siempre le preguntaba qué pasaba en la escuela pero Luffy le recordaba que sus profesores entendían perfectamente la situación y que por ser una de las mejores alumnas no tendría ningún problema con sus calificaciones.

Era un sábado por la tarde, Luffy y TN estaban hablando en la habitación del hospital.

- Shishishi - se reía Luffy.

- Baaaaka.

- TN, ¿cuándo piensas recuperarte? Ya quiero que vuelvas a la escuela conmigo - hizo un puchero.

- No lo sé, los doctores dicen que aún estoy muy débil pero yo me siento genial, mejor que antes de que me pasara esto.

Luffy, no soy capaz de decírtelo a la cara, ¿me perdonarás cuando ya no esté aquí?

- ¿Y por qué no te dejan ir?

- Obviamente me quieren retener, Luffy, ya verás que en menos de una semana me tendrás de vuelta, no te librarás de mí tan fácil - se reía.

Te amo hermano.

- ¿Entonces volverás pronto? - decía alegre.

- Obvio.

Lo siento Luffy, vas a sufrir mucho por mi culpa.

- Sabes... Le pedí a Nami una cita :0

- ¿En serio? ¿Y aceptó?

- Sí.

- ¿Acaso tiene algún problema del cerebro? - se burló.

- Baaaaka.

- Ella te gusta mucho, ¿me equivoco?

- No, no te equivocas.

- Me alegro, ella es increíble.

- Lo sé...

- ¿Y qué estás esperando, idiota?

- ¿?

- Si no te vas llegarás tarde a tu cita.

- Mi hermana es más importante.

- Baaaaka, ya vete - TN empujaba a su hermano incluso estando sentada.

Idiota, de verdad eres un idiota.

- Regresaré mañana.

- Más te vale.

Luffy se fue y TN se quedó sola, pero con una gran sonrisa en el rostro, al fin su hermano había encontrado a esa persona especial, no podía evitar sentirse feliz por él.

Hazlo feliz, Nami.

Un día antes

Durante el día TN hizo lo de siempre, estar recostada y comiendo a sus horas, y cada 4 horas una enfermera cambiaba su medicamento o solo veían cómo se encontraba.

Ya era de noche, TN leía con una pequeña linterna en su mano y el libro en la otra, estaba tan sumida en el libro que no se percató de que afuera de su habitación había alguien, no fue hasta que escuchó las voces que reaccionó.

¿Serán los doctores que me atendieron?

- No podemos comentarlo aquí - decía una voz, ella la reconoció de inmediato, era la voz del doctor que la había atendido, alguien llamado Iceberg - Síganme.

TN se apresuró a seguir a esas personas, tenía un mal presentimiento, por la noche el hospital está un poco más tranquilo, TN hizo su mejor esfuerzo por no ser descubierta, el doctor Iceberg entró a una oficina junto con otro doctor, el lugar estaba desierto.

- ¿Cómo rayos no hay nadie en este pasillo? - pensó TN.

TN escuchaba atenta desde afuera, la puerta no estaba del todo cerrada y escuchaba considerablemente bien.

- ¿Estás seguro, Ice?

- Desgraciadamente.

- Carajo, es tan solo una niña.

- A mí también me impactó cuando vi los resultados, pero no me equivoco, Natsuki D. TN morirá.

Narra TN...

Me odio, odio todo el sufrimiento que les voy a causar a las personas que amo, de verdad lo siento, lo intenté, de verdad que lo intenté, antes de escuchar esta conversación algo dentro de mí ya lo sabía, cada día me sentía peor, cada día me costaba más respirar, cada día se volvía más difícil.

- Natsuki D. TN morirá.

- ¿Cuánto?

- No creo que aguante esta semana.

- Mierda.

Ya no quería seguir escuchando, regresé silenciosamente a mi habitación, me recosté tranquilamente, las lágrimas comenzaron a brotar sigilosas, no las podía controlar, lo siento Luffy, lo siento Ace, lo siento Sabo, lo siento mamá, lo siento papá, lo siento Nami, lo siento Vivi, lo siento Chopper, lo siento Ussop, lo siento Sanji, lo siento... Zoro.

¿Serán felices aunque yo no esté?

Prodigio (Zoro & Tú) Where stories live. Discover now