𝐘𝐎𝐋𝐎 𝐘𝐎𝐇 • 𝐉𝐈𝐂𝐇𝐄𝐎𝐋 지철

037

✨🍋✨

ㅡ¿Hyung? ¿Qué haces?

ㅡ SeungMin...-de pronto perdió el aliento, pero colocándose de pie trató de recomponerse-¿Por qué no estás durmiendo?

ㅡNo podía hace'lo, ¿Qué estás haciendo aquí en el cuarto de mamá?

Daehyun tragó grueso, buscando con nerviosismo algo que le ayudase a elaborar una rápida mentira.

ㅡPues, estaba... Acomodando el cuarto, tía SooHee me pidió limpiar cuando durmieras para no interrumpir tu sueño.

ㅡIgual lo hiciste, -Seungming, era odioso y revoloteó los ojos como diciendo "duh."- ¿Y po' qué acomodarías el cuarto de mamá con un bolso? ¿Y tú escoba?

Bien, SeungMin estaba haciendo muchas preguntas.

De las cuales no quería saber las respuestas.

ㅡEstem, SeungMin, anda ve a acostarte que ya es muy tarde.

ㅡ¿Po' qué no me respondes?-Insistió, con su carcteristica terquedad.

ㅡEs un asunto de adultos, Seungmin, ya duerme primito, ve.

Y podía estar oscuro y ser aproximadamente la 1 de la mañana, pero no impidió que Seungmin viera de reojo un pequeño destello brillando desde los bolsillos de Daehyun. El niño fue veloz y rápidamente lo identificó, subiendo la vista hasta apuntarla a Daehyun, su primo, con acusación en el mirar.

ㅡHyung, dime qué es eso.

Daehyun estaba en aprietos, y estaba seguro de arrepentirse por lo que estaba a punto de hacer, lo que estaba a punto de hacerle a SeungMin.

🌸🌸🌸

Al pico de la madrugada, 3:24 AM aparecieron dos siluetas tras la grandes puertas del hogar de Seungcheol. Los jóvenes con cuerpos quejumbrosos regozaban en risas y un quisquilloso ambiente durante su caminata desde la entrada de la gran casa hasta las escaleras. Seungcheol, tomaba la mano de JiHoon, mientras que éste solo buscaba sacarle sonrisas. La cosa se tornaba un poco más densa y se les hacía imposible evitar pensar en el real motivo por el que habían decidido marchar a casa.

Estaban. Calientes.

Y no se lo dijeron en ningún momento, pero por favor, esas cosas se sentían. Se veían y se sentían. Además que, ya iba siendo un poco obvio porque no podían bailar una canción pegajosa sin ponerse colorados y agitados, cómo si hicieran una competencia de quién calentaba más a quién.

Pero no se aceptaban empates, a los dos les gustaba ganar, y como si fuera poco el que los animó a irse fue Minghao, tapando su nariz cuando les habló.

-Huelen a sexo, resuelvan esto en privado antes de que traumen a la familia del pobre Jungkook, mírenle la cara. Jo, pobrecito- hipó un poco y sacudió la cabeza, mirando en dirección al cumpleañero. -Se me cuidan. Tú - señaló a Seungcheol - me lo tratas feo y la ceja te rajo.

Hubiera seguido, pero Junhui lo alejó de ahí facilitándoles la huida a los chicos. Así que luego de tomar un taxi de vuelta y cómo se podía, volvieron a casa. Durante todo el camino podía notarse como se balanceaban los nacientes deseos en las piernas de Jihoon, moviéndose de un lado a otro, a un ritmo de una melodía desconocida.

Y ahora, mientras se robaban besos traviesos en la oscuridad y rogaban para que sus pies no hicieran demasiado sonido con sus pasos pesados, estaban allí, de la mano y en el marco de la habitación de Seungcheol.