Mística Natural: Pasado & Presente. Capítulo V: EL JARDÍN DE SUNI

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Luego de una larga ducha al poco tiempo de despertarse, Luna pudo despojarse del entumecimiento de su cuerpo, ya que a pesar de haber dormido profundamente, sin sueños ni pesadillas, al levantarse sintió como la tensión de la noche anterior no se había ido de sus huesos.

Se asomó desde la ventana de su habitación, para contemplar el paisaje bajo la luz del atardecer, todavía no tenía hambre y la vista del bosque la tranquilizaba enormemente, enfocó su mirada al percatarse que alguien se aproximaba, un sonido desconsolador la erizó de pies a cabeza: los sollozos de una niña, tan familiares que eran escalofriantes.

Quiso teletransportarse hacia las afueras, pero la voz de su conciencia le pidió que aguardara, aquel ser se acercaba cada vez más, y le costó creer lo que vieron sus ojos: Pierah.

Tuvo que forzarse para inhalar una bocanada de aire, por un momento pensó que se le había detenido el corazón, era imposible lo que estaba ocurriendo, su hermanita no podía estar ahí, tenía que ser una trampa. Trató de utilizar su percepción mágica y definir quién era, porque si supuestamente había un hechizo que impedía el acceso de intrusos a las cercanías de la cabaña, ésa no era Pierah, pero entonces, ¿quién le jugaba una broma tan cruel?

El llanto de la criatura en el bosque se intensificó, y se detuvo a pocos metros de la residencia, donde se apoyó de un árbol para luego dirigir su mirada hacia la ventana de Luna.

Aunque estaba segura de que no podía ser su hermana, sintió la necesidad de trasladarse a las afueras, se preparó psicológicamente para defenderse de algún ataque, ya que aparentemente, aquello era una treta. La criatura detuvo sus gemidos al tener a Luna frente a ella, y con una mueca extraña en su rostro, su cuerpo se desfiguró hasta convertirse en Aidan.

—¿Reconociste mi esencia? —preguntó el Diáfano de los hermosos ojos azules.

Luna negó con la cabeza, y todavía desconfiada, dio un paso hacia atrás cuando Aidan intentó acercarse a ella.

—Soy yo —afirmó el Diáfano con su sonrisa característica.

Luna le devolvió la sonrisa, su corazón se calmó al asegurarse que no estaba corriendo peligro, en ese instante le pareció que podía reconocerlo perfectamente, sin embargo, creyó que haberse presentado bajo la figura de Pierah, había una acción de muy mal gusto.

—¿Por qué? —preguntó Luna.

—Sebástian me estaba comentando que no identificabas las esencias que te rodean, y quise probarlo por mí mismo, creí que ibas a reconocerme de inmediato —explicó Aidan sin moverse de su sitio, no quería sobresaltarla acercándose.

—Es difícil reconocerte cuando te presentas como Pierah, mis ojos querían creer que era ella.

—Precisamente nuestros enemigos esperan contar con eso, debes confiar en tu instinto —replicó Aidan.

—¿No existe algún hechizo o encantamiento que me permita identificar ese tipo de transformaciones? —interrogó Luna.

—Puede que con un Guarnat de bajo nivel, si estás altamente preparada, tengas la facultad de revertir su transfiguración, pero si es alguien de grandes poderes, solo puedes confiar en tu instinto, sentir la presencia e identificar el engaño.

—No sé cómo puedo lograr eso —admitió Luna.

—Como parte de tu entrenamiento, debes desarrollar cada uno de tus sentidos, eso permitirá que se agudice tu percepción. Sin embargo, es posible que hasta el ser más poderoso sea engañado; si permite que sus emociones y deseos lo controlen, está perdido —explicó el Diáfano de los cabellos como el sol.

Mística Natural: Pasado & Presente (PRIMEROS CAPÍTULOS)Where stories live. Discover now