Mística Natural: Pasado & Presente. Capítulo I: UN HOGAR TEMPORAL

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—No puedes pretender que me concentre cuando me miras de esa manera, ¡eso me pone nerviosa! —exclamó Luna entre carcajadas.

—Es agradable mirarte —replicó Aidan sonriendo mientras extendía su mano hacia ella seductoramente—; además, me gusta ponerte nerviosa; eso demuestra que causo una reacción en ti.

Luna trató de esquivarlo disimuladamente, utilizó sus manos para quitarse una rama del cabello. Ambos estaban cubiertos de lodo de pies a cabeza, y caminaban bajo la luz del sol a través de una espectacular área natural de rica vegetación. Aidan, pacientemente, esperó que bajara los brazos y entrelazó sus dedos con los de ella.

—Tú crees que si sigo este ritmo en mi entrenamiento, estaré preparada pronto para unirme a la búsqueda de Pierah? —inquirió la joven en un intento por cambiar el tema. Aunque estaba intentando tener algún tipo de sentimiento romántico hacia Aidan, cualquier manifestación afectuosa de su parte la hacía sentir extraña.

—A este ritmo no; pero estoy seguro de que lo estarás a su debido tiempo —su sonrisa era tan demoledora como siempre. Sinceramente, el Diáfano era un chico encantador.

Luna se preguntó una vez más qué era lo que le impedía enamorarse de un ser mágico tan fascinante.

—Será estupendo cuando pueda lograr mantener una manifestación mágica por el tiempo suficiente y gastarte una broma como las que me gastas a mí —dijo ella empujando juguetonamente a su acompañante, aprovechando ese movimiento para zafarse de la mano de él.

Ambos rieron con ganas, recordando momentos pasados. Habían transcurrido casi dos meses desde que Luna había despertado sus poderes en Costa Rica, y Aidan se esmeraba por distraerla y mantenerla feliz en cada lección mágica, tratando de liberar la mente de La Única de cualquier preocupación que pudiera afectar su paz interior.

Conquistar el corazón de Luna era su meta principal, el Diáfano de los cabellos como el sol estaba convencido de que necesitaba enamorarla profundamente, para que juntos, cumplieran el destino dispuesto por La Leyenda. Los dos eran conscientes de que solo uno de ellos amaba perdidamente al otro, así como los dos sabían que había un interés mutuo en tratar de sentir el mismo amor.

—¿Dónde estamos? —preguntó Luna admirando un cristalino río que descendía sobre grandes piedras, y que simulaban un tobogán zigzagueante permitiendo en cada una de sus curvas la formación de pequeñas pozas; el vapor que emanaba demostraba que el agua que lo conformaba era termal. Árboles verdes, brillantes y frondosos adornaban los alrededores.

No se cansaba de cada panorama nuevo que contemplaba, la naturaleza tenía muchos regalos que ofrecerle y ella quería disfrutarlos todos.

—En el Parque Nacional Shiretoko, al norte de Japón.

Aidan no quiso desperdiciar la oportunidad de acercarse a Luna mientras estaba distraída disfrutando la vista del paisaje que los envolvía. Con su acostumbrada delicadeza, posó sus manos en la cintura de la chica rodeándola para colocarse frente a ella, y utilizando esa mirada que sabía que la ponía nerviosa, la inmovilizó estrechándola suavemente contra su cuerpo, y cuando tuvo los brazos cubriendo su espalda, acercó los labios lentamente hacia los de su acompañante.

Una vez más, Luna se encontró en una situación donde sentía que no podía escapar. No le desagradaban los besos de Aidan, sus labios eran suaves y de cierta manera, adictivos; y aunque los momentos previos al beso le incomodaban, al sentir el contacto de la boca del Diáfano sobre la suya, el sentimiento cambiaba a una familiaridad desorientadora.

Sin una explicación aparente, esos labios mágicos le señalaban algo en su mente que parecía bloqueado, sentía un deseo por repetir una experiencia que la hizo feliz en algún momento, pero no sabía cuándo, cómo, ni dónde había ocurrido.

Mística Natural: Pasado & Presente (PRIMEROS CAPÍTULOS)Where stories live. Discover now