Se hizo un buche y salió escaleras abajo. Preparo el desayuno para Charlie, quien se levantaría dentro de poco e iría a patrullar, Harper estaba intranquila, algo le decía que había cosas malas en el ambiente el día de hoy, y ella creía ciegamente en su intuición.

Su sorpresa fue al volver al salón y encontrarse con Bella Sean sentada en el sofá, tranquila, como si no se hubiera colado en una casa a las siete de la mañana.

  — Hola Harper.— Le sonrió la castaña a su hermana.

   —Hola Bella ¿Qué haces aquí?

   —Venía a ver si estabas bien, con esto de que cancelaste la terapia hoy...

Era cierto, recién llegar, lo primero que había hecho la bruja había sido enviarle un mensaje a la vampiresa diciéndole que al siguiente día no pase a buscarla para llevarla a su terapia para problemas de drogadicción.

  —Estoy bien Bella ¿Estas segura que solo has venido por eso?—pregunto astuta la Ravenclaw.

  —La verdad es que Lukas me envió a verte, quería certificar que estabas bien luego de lo de ayer y que no habías cancelado la terapia por lo de el, ya sabes para no verlo.— dudosa dijo la adulta.

  —Oh no, cancele más por un tema de cansancio y para estudiar, no falta mucho para volver a clases y me gustaría mantener aún el mejor promedio de mi casa.— orgullosa dijo, mejor dicho mintió.

  —Oh está bien, no te sorprendas si luego aparece Alice, creo que el hablo con Alice y Jasper de esto, son como sus padres.

Esa fue información interesante para la bruja, él había hablado con los dos vampiros sobre ella, y además los consideraba como padres.

   —No hay problema Be... —fue interrumpida por el timbre.

Abrió la puerta y se encontró con Edward Cullen apilado en el marco de la puerta sonriente.

   —Tu esposo te espera.— le sonrió la Banshee.

Era increíble como la relación entre las dos hermanos había avanzado tan rápido y tan bien.

  —Bueno... ¡Me avisas cualquier cosa que necesites o pase!— dijo saliendo la castaña depositando un beso en la frente de la adolescente.

  —Ok, adiós Edward.

  — Adiós Harper.— le sonrió a la  británica.

Cerró la puerta y suspiró fuertemente, era tan malditamente igual a su Cedric.

Harper se preguntó porque Lukas habría enviado a su hermana a certificar su estado, porque no habría venido Él. Luego de darle muchas vueltas se rindió.

Charlie bajo las escaleras ya vestido con el uniforme de policía, vio su hija menor en el sofá y no pudo evitar sonreír, Harper y él ciertamente no eran los más cercanos, pero el sentía ese lazo de paternidad hacía la de cabellos castaños.

  —Buenos días.— dijo pasando por su lado el policía.

Harper contestó de la misma manera. Su padre no evitó agradecer por el desayuno y preguntar si no iba a querer algo, Harper negó.

WITCH SWAN| H.p y Crepusculo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora