Capítulo 10: Espiando.

Comenzar desde el principio
                                    

No digo nada y paso por su lado para cambiarme pero me detiene tomando mí brazo.

—¿Qué pasa?— pregunto.

—¿Qué es esto?— dice y levanta mí mentón tocando con su otra mano mí cuello.

—Nada— pongo una mano en mí cuello y quiero soltarme pero no puedo —Ethan tengo que cambiarme— digo.

—¿Quién te hizo esto?— está serio y eso me molesta.

¿Por qué actúa como si fuera suya, quién se cree?

No porque tuvimos sexo la semana pasada actúe como un celoso y que sólo puedo estar con él.

Oh no, conmigo no, yo no soy, ni seré de nadie.

»¿Fue Ryan?— pregunta y su cara muestra enojo.

—Eso a ti no te importa, yo soy una persona libre y puedo estar con quien se me dé la gana— respondo seca y fría mientras me zafo de su mano para ir a cambiarme.

No tiene porqué hablarme así, si no le hice nada.

Y como dije, si algo no me gusta, puedo llegar a ser una perra con esa persona.

En este caso con Ethan.

Él no dice nada y cierra la puerta del baño.

Me pongo mí pijama, me peino y me acuesto en la cama.

Ethan sale del baño y pensé que se iba a acostar a mí lado, pero no me dijo nada y se acostó en su cama.

¿Quién te entiende idiota?

De pronto me agarra el sueño y pensando en Ryan (por más raro que suene) me quedo dormida.

***

Ryan...— susurro cuando me besa.

Estoy abajo de él mientras nos besamos lentamente.

Traslada su boca a mí cuello y lo muerde logrando que un gemido escape de mí boca.

Él, con sus dedos toca la punta de mis pechos que se yerguen al instante y los apreta para luego lamerlos y chuparlos uno por uno.

Me va a volver loca con eso.

Empieza a dejar besos por mí abdomen y sus besos van bajando hasta llegar a mí intimidad dando un beso en esta haciendo que me estremezca.

Ryan...— gimo, y a la vez suplico.

Di que eres mía Ámbar— susurra haya abajo.

Soy tuya, Ryan, toda tuya— respondo desesperada.

Te amo linda— sonríe.

También te amo.

*
Martes, 15 de marzo.

Me despierto agitada y con mí frente sudada. Miro el reloj. Es madrugada.

Jamás en mí vida tuve un sueño así de erótico.

Jamás soñé con Ryan.

Jamás soñé que alguien me hacía sexo oral ya que nunca nadie me lo había hecho.

Hace mucho que no le dije a alguien que soy suya.

Hace mucho que no le dije a alguien que lo amo.

El Miedo De Ámbar #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora