📝 - ℙ𝕚𝕣𝕠𝕡𝕠𝕤 - 📝

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Ya era hora de la luna salga y tome el lugar del sol.. Pero en vez de contar como poesía esta historia.. Nos iremos a la casa de los Bakugo. Katsuki se encontraba solo en su hogar, ya que sus padres estaban por ahí en el mundo y Katsuki estaba en SU mundo.

Miraba con atención y curiosidad la pequeña nota en su mano, le parecía bastante extraño esto de las notas.. ¿Pero a quien no?.. Cualquiera se sentiría extraño y estaría curioso por recibir unas notas hasta en su cara tan misteriosamente.

Él tenía planeado buscar al dueño de esas notas y la joven _____ fue su primera opción, ya que era lo suficientemente rara para hacer esas cosas, pero cuando _____ la convenció de que no era ella dueña de las notas fue tachada de su lista de sospechosos ya no tenía muchas opciones.. Aunque el no lo aceptara, muy en el fondo deseaba que la joven _____ fuera dueña de esas nota..

El sonido de la puerta siendo tocada hizo que Katsuki reaccionara y saliera de su cabeza un rato y se quedó quieto en su lugar.

-¿¡Mitsuki-san!? -Katsuki se levantó rápido al reconocer aquella voz, camino hacia la puerta para luego abrirla y encontrarse frente a frente con _____ -Hou.. Hello Katsuki.. -El joven la miró de pies a cabeza con tranquilidad, pero luego volvió y arrugó su ceño.

-¿Qué es lo que quieres?

-Well ... I.. -_____ sentías la mirada firme de Katsuki sobre ella, lo que empezó a despertar sus nervios y con movimiento rápido le entregaste una caja -They were for your mother, but now they are yours -Dijo sin mirarlo a los ojos -Bueno eso era todo, ¡good bye!

Katsuki miró cómo se marchaba a paso rápido y luego miró la caja en sus manos y volvió a entrar a su casa. Al volver a la sala, vio una nota color morado pegado en el sillón y caminó hasta a él para tomarlo en sus manos y leerla.

PIROPO 11

 "Debería de cobrarte alquiler por vivir tanto en mi mente"

-7w7

Katsuki busco por toda su casa algún rastro, alguna ventana o puerta abierta por su casa, pero no encontró nada. Fue hacia su habitación para guardar la nota y volver al sillón de la sala junto con la caja en sus manos, era de un color rosado pastel y cuando lo abrió pudo ver pequeños chocolates en forma de girasol y otros dulces en forma de granadas. Le había sorprendido sus formas y mucho más sus deliciosos sabores mixtos que contenían cada uno, le había gustado tanto que casi se los comía todos.