BONSOIR MONSIEUR | KTH+JJK【Adaptación】

❝Twenty Fourth❞

El camino no había sido incomodo, la universidad estaba a tan sólo cinco minutos del departamento, era una de las mejores universidades de la ciudad, donde aun recordaba como SooBin estaba ilusionado por poder entrar junto a YeonJun cuando empezaron a mirar las distintas universidades de la ciudad. Se habían hecho una promesa de ir juntos y poder así seguir en contacto. Claro que ambos habían ingresado sus papeles y realizado sus exámenes antes de que ocurriera el divorcio de los padres de YeonJun, por lo cual aún se verían en la universidad aunque no fueran amigos.

Pero JungKook podía ver aquel brillo alojado en los ojos de YeonJun cuando había visto a SooBin sentado afuera de la universidad, con su barbilla recargada en la palma de su mano, mirado a todos lados en busca de YeonJun.

O cuando había visto como YeonJun bajaba y corría hacia SooBin, o cuando su hermano menor no había podido evitar lanzarse a los brazos de YeonJun y cerrar sus ojos con fuerza, demostrándole cuanto lo había extrañado.

JungKook en ese momento sintió tranquilidad en su pecho, porque supo que poco a poco las cosas se arreglarían y SooBin podría volver con YeonJun y perdonarlo por haber estado con TaeHyung.

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Se decidió por ir después de aquel mes a su casa, con la excusa de buscar algunas de sus cosas y por allí podría dejar dinero a su madre y dejar un regalo a su hermano. Rogó porque su madre no le impidiera pasar y tocó a la puerta mirando la bolsa donde tenía pan de Gyeongju el cual era el favorito de SooBin y solían comprar siempre que iban de compras.

Suspiró hondo y sonrió no muy seguro cuando vio a su madre abrir la puerta con su rostro serio e impresionado al verlo luego de un mes entero de no hacerlo. JungKook se sintió torpe por un instante.

—Hola, mamá. Vine a buscar algo de ropa y algunas cosas.

La mujer se hizo a un lado y vio a JungKook asentar la bolsa con la comida sobre la mesita de la entrada mientras se deshacía de sus zapatos sucios por el lodo que la lluvia de la noche anterior había dejado.

—¿Por qué no entraste? Tienes llaves.

—Esta ya no es mi casa, eso sería de mala educación. —respondió con una sonrisa y tomando de nuevo la bolsa entre sus manos—. Te traje algo de dinero para que pagues el tratamiento de SooBin de tres meses adelantados. También hay algo extra por si quieren comprar comida o algo por el estilo.

La mujer lo miró sorprendida. JungKook actuaba como si nada hubiera pasado, como si el trato que le hubiera dado no le hubiera importado, al contrario, veía una sonrisa y su rostro mejor que nunca. Podía notar como estaba descansado, tranquilo y feliz, a comparación a cuando solía trabajar y pagar los gastos de la casa, como lucía cansado en todo momento y no tenía tiempo de cuidar de sí mismo.

JungKook era otra persona.

—Con permiso, iré arriba.

—JungKook. —el menor se detuvo y se volteó a mirarla. Vio cómo su madre dejó el sobre sobre la mesa y se acercaba a él—. ¿Quieres tomar algo? Estaba haciendo té y podrías tomar conmigo si quieres.

JungKook lo pensó bien. Quería decirle que estaba ocupado y no aceptar, recordando la manera en que lo había tratado, pero por otro lado se decía a sí mismo que él no era así, que no iba a odiar a su madre por un comportamiento que se justificaba con lo que había vivido años atrás con su padre.

—Está bien, supongo que una taza no estaría mal. —la mujer asintió y fue hacia la cocina con una leve sonrisa.

JungKook subió a la habitación donde antes dormía con SooBin y dejó la bolsa sobre su cama. Se sentó en ella y miró por un buen rato el lugar.