—Sinceramente no puedo creer lo que estás diciéndome, Tom —decía una voz desde el otro lado del teléfono—. ¿No estarás drogado,  cierto? —preguntó, haciendo enojar un poco al británico.

— ¡Por supuesto que no, Robert! Puedes venir tú mismo a comprobarlo —respondió el castaño, observando a través de la ventana cómo Jake mantenía vigilados a Quentin y a Peter.

Éstos habían salido a «jugar» al patio trasero junto con Kyla, la nueva cachorra de Thomas. A pesar de estar seguros ya que ninguno de los dos poseía las habilidades que solían tener en su mundo, Thomas continuaba sintiéndose amenazado por Quentin y Peter.

—Sabes que no puedo, estoy en un viaje a Las Vegas —dijo Robert, mientras escuchaba al menor bufar—. Escucha, si termino allí antes de lo planeado, intentaré ir allí para comprobarlo por mí mismo —añadió, para después colgar.

Tom dejó el teléfono a un lado, observando a aquellos tres jugar con la pequeña cachorra, sonriendo. Verlos de esa forma enterneció el corazón de Thomas, quién pensó en ir a jugar también, pero fue detenido por su conciencia.

—No, si lo hago me encariñaré con ellos —dijo para sí mismo mientras los observaba.

—No tiene nada de malo, supongo —pensó.

—Pero si lo haces, hay un riesgo de que Quentin enloquezca o peor... Jake lo descubra.

— ¿Descubrir qué? ¿Celos, envidia? Por favor, no tengo nada que envidiarle a Peter Parker.

— ¡Tom, ven a jugar! —exclamó Peter, interrumpiendo la discusión del británico con él mismo.

Al no haber respuesta por parte de Thomas, Jake se levantó del pasto y regresó rápidamente a dentro a comprobar el estado emocional del menor.

— ¿Qué te ocurre? —preguntó el de ojos azules—. Siempre quieres jugar con Kyla... —añadió señalando al cachorro y a los demás.

—No creo que esto sea una buena idea... —murmuró el menor, haciendo que Jake se quejara de la misma forma en la que el británico lo hacía.

—Cariño, ¿y qué coño quieres hacer entonces? ¿Soltarlos por la ciudad para que peleen y destruyan todo? O peor,  podrían arruinar nuestra reputación. Los medios creerían que nos volvimos locos creyendo que somos los personajes que interpretamos —dijo el ojiazul de una manera seria, algo que intimidó a Tom—. Sé que es raro, sé que es confuso y muchas cosas más, pero vamos... sabes que tú no te comportas de esta manera —añadió, rodeándolo por la cintura con sus brazos.

—Supongo que tienes razón —murmuró el castaño, haciendo que Jake sonriera ante el comentario—. Pero sigo sin estar de acuerdo... —añadió en voz baja, ganándose una pisada por parte del mayor.

— ¡Detente! —. Un grito proveniente del patio trasero alertó a la pareja.

Jake se separó rápidamente de Tom, quién se sintió abandonado unos segundos.

— ¡No, tú detente, maldito insecto estúpido! —exclamó el villano de ojos azules.

— ¡¿Qué demonios ocurre?! —preguntó Jake gritando, haciendo que ambos se detuvieran con algo de vergüenza.

—El mocoso Parker intentó quitarme a Kyla, era mi turno de jugar —explicó Beck, alejando a la cachorra de Peter, quién rodó sus ojos y cruzó sus brazos.

— ¡Eso no es cierto, él intentó matarla! ¡Quería aplastarla, sólo la estaba protegiendo! —exclamó el castaño, mientras ambos eran observados con decepción por el actor.

— ¡Basta los dos! —gritó, tomando a Kyle en sus brazos y alejándola de ambos—. ¡Tú, ven conmigo! —exclamó tomando a Quentin de la muñeca, quién al principio se resistió, pero después no tuvo más opción que seguirlo.

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