Capítulo 14

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Saliendo del portal, se encontraban dentro de lo que sería la mansión más lujosa de Gravity Falls. A diferencia de la mansión de los gemelos, está glamorosa mansión era más cálida, más ostentosa, llena de cosas modernas y caras. Dipper y Mabel se preguntaban interiormente si habría otra familia Noroeste aquí pero un grito agudo distrajo a toda la banda.

-¡Intrusos!, ¿Ladrones?, ¡Malditos adolecentes, qué cosas romperán ahora!- un sirviente comenzó a gritarles a la vez que sacaba un busto y presionaba un obvio botón rojo, llamando a seguridad.

-Hora de irse- dijo Sam, con un ademán de su mano el vidrio de la ventana junto a ellos desapareció, tomo a su novia en brazos y salió volando.

-Bien, supongo que esto justifica usar mis poderes, ¿no pino?- divertido e inspirado por las acciones de Sammy, tomo al chico Pines en sus brazos sin darle oportunidad de replicar antes de sacarlo volando por la ventana.
Para este punto, Ford ya había asegurado el gancho de su pistola a un árbol y se columpio cargando a Mabel, dejándola a salvo en el suelo dentro del bosque, dónde se reunieron.

-¿Deberíamos rodear por el bosque para llegar al pueblo? Podrían mandar a buscarnos por los alrededores- sugirió Mino una vez estuvieron todos juntos. 

Sam estaba extrañamente callado, es decir, casi nunca habla pero usualmente es el primero en contestar a Mino, preguntó entonces ella que ocurría y Sam entonces desplegó una pantalla en el aire, era como una ventana flotante que funcionaba como camara térmica, algunas criaturas del bosque les estaban prestando atención.

-Vaya, me había preocupado por nada- un suspiro de alivio salió de Ford. Déjalos mirar, igual en este momento somos más raros que cualquier anormalidad de Gravity Falls-.

Caminaron siguiendo los senderos del bosque, rodeando hasta llegar a otra salida del pueblo, al llegar lo primero que notaron los Pines fue que... Nadie era conocido. Todos los residentes eran personas que nunca habían visto aunque a Dipper se le hicieron extrañamente familiares los leñadores del bar... O quizás todos los leñadores se parecen.

No había una Maud en la cafetería, pero la chica de cabellos arcoiris, que era bastante prepotente de hecho, les comentó que no existía ninguna "Cabaña del misterio" y que la única cabaña con su descripción era la casa de un cazador loco y rarito con el que nadie se llevaba muy bien.

En la mitad del bosque...

Sentado en su sofá, sin nada que hacer realmente, cierto chico miraba sus trofeos de caza con sus pensamientos puestos en otra presa. Tranquilo y acostumbrado a su soledad, le sorprendió un poco de escuchar golpes en la puerta pero de igual forma se levanto, dejando el arma que limpiaba recargada en el sillón.

-Si, ¿Quién... - se interrumpió así mismo, en su ojo se vio reflejado aquel en quien estaba pensando hace sólo unos minutos- ...¿Quien eres?-.

El sol era cálido y la brisa era fresca, por dónde vieras en ese lugar apartado la naturaleza gritaba que el verano estaba en su apogeo. La sombra de los árboles daba cierta sensación de frescura pero nada comparado al frío ambiente que se había formado a las puertas de esa cabaña a mitad del bosque.
Todos se quedaron anonadados viendo la mítica visión frente a ellos. Un joven Bill Cipher, algo herido y vestido como gente común, su cabello obviamente había sido teñido en rubio y parecía que llevaba un tiempo sin ir al peluquero pues su color original comenzaba a notarse. Su edad mediaba entre la adolescencia y la adultez, pero su cuerpo trabajado se notaba por debajo de esos vendajes que cubrían su torso hasta la altura de pecho y brazos. Y si no fuera por esos vendajes bien se podría decir que les abrió la puerta semidesnudo.

Gravity Falls: Viajes inesperados.Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα