Las clases eran interesantes. Marco daba sencillas formas de enseñar lo que verían sin que fuera aburrida. Todo era tranquilo. Janna se había sentado al lado de Star últimamente y comenzó una amistad entre ellas. Dando ciertos chistes sobre los profesores, las clases, los chicos, el baile de fin de año.
-He notado que el profesor Díaz te mira muy seguido. Eso no es normal.
-Tranquila Janna, no debes preocuparte por mí, además, ya te conté por qué me mira a veces así.
-Claro. Pero, eso no justifica que te observe mientras trabajas. Es molesto que alguien te vea así.
-Oh, pues ya sabes cómo se siente el profesor Lucitor cuando llega a hablar con Díaz.
-Es diferente -dijo mirando hacia otro lado- Sólo lo estoy molestado. En cambio, el profesor Díaz lo hace cada vez que te ve. Te usa de ejemplo cuando explica algo, es muy seguido que cuando haga un chiste, tú te rías junto con pocas personas.
-¿Acaso estás celosa? -preguntó sonriendo de lado.
-No, es sólo que no quiero que te pase nada malo. Eres mi mejor amiga, Star.
-Y como tu mejor amiga te digo que no pasa nada, ¿sí? Todo está bien, ya se le pasará.
-De acuerdo.
Al salir de clase de Geografía universal, todos salieron del instituto, ya que el profesor de Álgebra había avisado que no llegaría a dar clases. Janna se despidió de Star y ella salió a la cafetería del centro de la ciudad. Iba a tomar un taxi, ya que había comenzado a llover, y ayer por la noche se le había olvidado tomar el paraguas, hasta que un auto color rojo se paró frente a ella.
-Buenas tardes señorita Butterfly.
-Buenas tardes profesor Díaz. ¿Qué hace aquí?
-Salí al igual que usted, sólo que venía al centro para tomar café.
-Wow, yo también voy al centro a una cafetería que conozco.
-Si usted lo permite -dijo el moreno- Podría llevarla si gusta.
-Oh, bueno...
-Sé que es raro que suba al auto de su profesor, lo sé, pero véame como un amigo. Fuera de la institución, no soy su profesor, y usted no es mi alumna.
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•Tu recuerdo•
De TodoMarco Díaz, vivirá lamentándose de haberse enamorado de una chica menor que él, a la cual le arruinó la vida por completo. Ahora deberá pagar las consecuencias de su torpeza y tratar de no ir a prisión o al psiquiatra al obsesionarse por ella, quie...
