-Y así pasó -dijo la rubia.
-No puedo creer lo que me estás contando, te dije que este profesor no me daba buena espina.
-Te expliqué cómo fueron las cosas, Janna -se quejó la rubia- No quiero que lo andes diciendo a ninguno de nuestros compañeros, por favor.
-¿Por quién me tomas? No diré nada, pero debes tener cuidado con el profesor, ¿eh? No quiero que después andes babeando porque es "el amor de tu vida".
-No digas eso, él es mayor que yo. Además, él está obsesionado con su novia.
-Sólo digo, nada más que no diré nada, ¿entendido? Confía en mí.
-Está bien.
Terminando de hablar, pasaron otras clases hasta que llegó la última: Lectura.
-Bueno, alumnos, -dijo Tom mientras entraba al aula- esta clase será algo sencilla, haremos demostraciones de historias, mitos o leyendas.
Un individuo alzó la mano.
-¿Sí?
-¿Dónde está el profesor Díaz?
-No tarda en llegar, es que está en el sanitario, tiene diarrea.
Todos comenzaron a reírse mientras Tom se arrepentía desde el fondo lo que había dicho.
-No le digan lo que acabo de decir -dijo hacia la clase.
-¿Usted es su pareja? -preguntó Janna- Parece que son pareja, siempre están juntos y dan las clases los dos a veces.
-No, no soy su pareja y tampoco piensen que soy gay porque no lo soy, ¿lo oyeron? -dijo Tom molesto.
-Yo decía nada más, porque tampoco sería problema alguno si fuera homosexual -dijo Janna mirándolo.
-¡Ya dije que no lo soy! -dijo alterado.
-Wow, tranquilo, estoy jugando nada más.
-Y debería dejar de jugar, o tendré que llevarla a la dirección.
Todos los del aula dijeron "Uuuu" en forma de burla y para provocar a Janna, ya que sabían que ella era capaz de contestarle a el profesor por su historial, mismo que comenzó cuando estuvo con su ex novio Oskar Greason en el primer año de Universidad.
-Oh, ¿le incomoda que hable sobre la homosexualidad? -dijo poniéndose de pie.
-No es eso, señorita Ordonia, sólo que es de muy mala educación que hable así de un docente de este instituto que sólo quiere hacer bien su trabajo.
-¿Acaso no me conocía? Nunca me dio clases a mí, pero bien que conozco de usted, aunque parezca cabeza hueca -soltó mientras cruzaba los brazos.
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•Tu recuerdo•
RandomMarco Díaz, vivirá lamentándose de haberse enamorado de una chica menor que él, a la cual le arruinó la vida por completo. Ahora deberá pagar las consecuencias de su torpeza y tratar de no ir a prisión o al psiquiatra al obsesionarse por ella, quie...
