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Los Potter tomaron la decisión de entrar al castillo donde se encontraron con un Neville bastante golpeado pero se encontraba entero que era lo importante, no dudo en abrazar a sus dos amigos y guiarlos hacia la sala de Gryffindor dónde habían alumnos no solo de Gryffindor, sino las tres casas, excepto Slytherin. Los chicos se alegraron al ver a los gemelos nuevamente y no dudaron en recibirlos con cálidos abrazos después de todo el alboroto que se había creado con el regreso de Voldemort.

— Dile a Remus y a los de más que los gemelos han regresado — Dijo Neville.

A pesar que los gemelos habían desaparecido en los inicios de año y nadie sabía sobre ellos aún y sin equivocarse sabían que volverían ya que eran las personas menos cobardes que habían conocido nunca.

— Y cual es el plan? — Pregunto Neville a lo que todos los presentes hicieron silencio para oír a Harry o a Alaska.

Los gemelos se miraron entre sí y Alaska tomo la iniciativa que su hermano hablase, debían encontrar algo que no sabían con exactitud lo que era y peor aún no sabían dónde se encontraba hasta que Luna, una Ravenclaw hablo sobre una diadema que pertenecía a la fundadora de su casa. En ese momento apareció Ginny quien vio directamente a Harry, Alaska no pudo evitar expresar una sonrisa burlesca al saber el amorío secreto que llevaban estos y como Ron estaba algo molesto porque no lo había notado a pesar que había estado desaparecido seis meses.

— Es Snape, sabe de ustedes — Dijo Ginny con preocupación.

Luego de la muerte de Dumbledore, Severus tomo el lugar del otro hombre dejando entrar a mortifagos para vigilar el castillo y así saber cuando los gemelos Potter estaban en Hogwarts.
Todos los alumnos fueron llamados y en esa oportunidad Harry se escabulló entre ellos para enfrentar a Snape, Alaska por un lado se fue junto sus amigos para buscar a los demás que estaban de su lado.

— Al! — Dijo Remus acercándose a su ahijada.

— Padrino — Sonrió con alegría y lo abrazo.

Luego saludo a los Weasley que también estaban allí. Por un momento al verlos tuvo miedo que algo pudiese salir mal y que alguno de ellos saliera herido o peor aún, muerto.
Alaska se puso en frente y entro cuando oyó la voz de su hermano, sus ojos fueron directo a Snape quien lo vio con odio después de saber todo lo que hizo. Pero este pareció solo ignorarla y concentrarse en Harry, levantó su varita pero la profesora McGonagall se puso enfrente protegiendo al muchacho y fue quien inicio el enfrentamiento acabando con dos de los mortifagos y provocando que Severus huyera de allí. A pesar que fue la alegría de todos volver a ser libres de la oscuridad una niña comenzó a gritar pero luego otra, las sensaciones en ellos cambiaron cuando comenzaron a oír la clara voz de Voldemort.

— Entreguenme a los gemelos Potter y nadie saldrá perjudicado, ellos me pertenecen por eso deben traermelos y serán beneficiados — Todos oyeron a Voldemort dentro de sus cabezas.

Eso hizo que todos tuvieran miedo y se preguntaran si ayudarlos era lo correcto, pero hubo quienes querían llevar a los Potter con el señor tenebroso y eso fueron las serpientes.

— Que esperamos! Debemos entregarle a los Potter! — Dijo Pansy Parkinson.

Alaska con rabia se puso frente a su hermano y levantó su varita dejándole saber que la iba a usar si alguien se acercaba a ella o a su hermano, pero poco a poco los demás se unieron a los gemelos demostrando que los apoyaban. Por esa razón la profesora McGonagall decidió enviar a los de Slytherin al calabozo.

— Que gusto volver a verlos Potter — Dijo la profesora McGonagall a los gemelos que le sonrieron.

— Lo mismo decimos profesora — Respondió Harry antes de salir de allí.

Alaska detuvo a su hermano y le dijo que estaría protegiendo la entrada mientras que esté buscaba el último horrocrux, Harry no estuvo muy de acuerdo con ella ya que prefería tenerla a su lado para protegerla pero termino cediendo.
La muchacha saliendo con la profesora McGonagall y Molly comenzó a crear aquel escudo que protegía a Hogwarts junto con otros alumnos y profesores.

— Iré por tí...mi querida Potter — La voz de Voldemort se oyó en la mente de Alaska provocando que esta se tensionara.

— Ven cuando quieras, aquí te espero — Dijo Alaska entre dientes.

Se aferró a su varita y espero el momento en estar cara a cara con Voldemort para así matarlo de una buena vez.

El fuego dio por comienzo la batalla, el campo de Quidditch se estaba quemando por completo. Los seguidores de Voldemort lanzaron sus hechizos para acabar con la barrera pero era demasiado poderosa para ellos.
Alaska cayó de rodillas cuando sintió que algo se desprendía de ella, levantó su mirada y pudo darse cuenta que una magia aún mayor comenzaba a destruir el escudo.

— VAMOS ENTREN!!! — Los gritos de los demás parecían eco en su cabeza.

Alguien logro levantarla y llevarla dentro del castillo, estaba pérdida pudo sentir como la sangre escurría de su nariz. Pero debió mantenerse firme cuando mortifagos y gigantes comenzaron atacar el castillo, Voldemort estaba cerca, muy cerca.
Cada alma inocente que se perdía parecía que la muchacha podía sentirlo ya que sus ojos se cristalizaban por la rabia y dolor que su corazón sentía. Sin bajar la guardia buscaba a su hermano entre la multitud de personas que corrían en los pasillos. Pero se detuvo otra vez ante la misma horrible sensación que algo se desprendía de ella, su cuerpo se sentía débil como si la hubiesen golpeado muchas veces.

— Alaska! — Dijo Seamus tomándola para que no cayera.

— Harry, has visto a Harry? — Pregunto a lo que esté negó —. Ve ayuda a los demás, iré por él.

Aquellos mortifagos que la reconocían querían ir por ella pero no estaban a su nivel de poder, Alaska acababa con ellos en tan solo segundos. Mientras ella se debilitaba lo seguía dando todo para proteger a los suyos.

— Maldito...— Dijo al ver a Draco y no dudo en ir por él —. Porque lo hiciste?!

El rubio volteó al igual que sus dos amigos y se alejaron con cierto temor al estar desarmados.

— No lo entiendes — Dijo Draco —. Nunca quise hacerte daño, no a tí.

— Pero lo hiciste, sabías que podíamos ayudarte pero fuiste con él — Dijo Alaska con molestía —. Por un momento te creí bueno.

El muchacho y sus dos amigos huyeron cuando otro seguidor de Voldemort se enfrentó con Alaska, este parecía ser un buen contrincante para la muchacha ya que esquivaba con cierta facilidad los hechizos que esta lanzaba. Draco no quiso dejarla allí pero fue arrastrado por Zabini quien le salvó el pellejo antes que Alaska lo matará, si es que esas eran las intenciones de la chica.

— El amo estará feliz de verte — Dijo el mortifago cuando logro que una pared se derribara y desprotegiera a Alaska.

La muchacha intento protegerse con lo único que tenía que era su varita pero antes que pudiese usar uno de sus hechizos alguien más lo hizo salvando así su vida. 

𝐇𝐄𝐈𝐑𝐄𝐒𝐒 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora