Palabras iban y venían, cada vez me envolvía más en lo que me decía; parecería tonto, pero pese a todo eso aún no tenía el valor de invitarla a salir, por el momento estaba tranquilo, no me hacía falta verla para que me haga feliz, y si me hace feliz con una conversación, cuán grande será mi felicidad al tenerla de frente, cuán grande será mi felicidad al escuchar su voz; su voz, era algo que me intrigaba, en mis adentros imaginaba un tono perfecto, no podía ser de otra manera, así que la llame... mi imaginación no me falló, su voz de verdad era perfecta, tan dulce y majestuosa que en seguido me erizó la piel, llenándome de nerviosismo y dejándome sin habla; parecía un niño que no puede completar sus palabras; notando aquello ella exclamaba risas cortas hasta que pude concretar una frase: "sabes, sin verte, siento que te extraño", a lo que me respondió: "espero verte esta semana". Tratando de buscar el día del encuentro, decidimos fuese un viernes, pues debido a sus clases y las mías no podía ser otro día; fue cuando se me ocurrió una gran idea, quizás era algo temprano, pero se dice que nunca es pronto para demostrar lo que se siente, así que le escribí una canción para cantarle con mi desafinada voz aquel día. Y así fue, con nerviosismo a las 17H00 en punto esperaba su llegada, al verla con sus dos minutos de retraso sentí gran ilusión, caminamos un momento, dialogamos nuestros pensamientos, hasta que al pasar junto a un arbusto en donde escondí mi guitarra previamente, la tomé sorpresivamente y le canté mi canción, antes de terminar mi melodía me acerque a su rostro y rosé sus labios con los míos, quizás se asustó un poco de aquello, pero es algo que no pude evitar, varios minutos después se fue, y antes de hacerlo quedamos en vernos el próximo viernes. Estaba entusiasmado por verla de nuevo, aunque demasiado larga parecía la semana durante mi espera, casualmente siempre pasa lento el tiempo cuando esperamos algo que queremos de verdad; ese viernes la noté más hermosa que antes, continuaba preguntándome a mí mismo ¿cómo es que se puede fijar en alguien como yo?... paseamos juntos por la ciudad, el conversar con ella realmente me llenaba, pues admiraba su inteligencia y me encantó su forma de ver el mundo, quizás causaba el mismo efecto en ella, ya que siempre me estaba mirando con una sonrisa; recuerdo me comentó sus gustos, sus actividades diarias, pasatiempos y su desempeño académico, yo hice lo mismo, éramos muy diferentes y muy parecidos a la vez, como el cielo y la Tierra; increíblemente era tiempo de irse, a diferencia de la espera, pasa demasiado rápido el tiempo a su lado, al despedirse me pidió verla el viernes siguiente.
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