XXVIII

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Harry's POV

Mientras hablaba con Gabby, la encargada de la sesión, Ariana estaba sentada con su móvil. No podía quitarle el ojo de encima, realmente no podía.

— ... vamos a la parte trasera, hay un jardín enorme, y así las fotografía serán mejores –concluyó Gabby, a la cuál estaba ignorando desde hace rato.

— Me parece bien –acepté–. Iré por Ariana.

Caminé hacia la salita donde estaba sentada, y ella al verme llegar me sonrió.

— Iremos a un no sé qué, así que andando —aplaudí sonriente.

Ella tomó mi mano riendo y seguimos a Gabby por el pasillo del lugar.

Llegamos a una especie de bosque natural. Habían plantas verdes y flores preciosas por todos lados, con unas enormes palmeras dando sombra al lugar. Gabby nos indicó donde posar, mientras ella nos tomaba las fotos.

Dos horas después, estabamos acostados en la cama del hotel, mientras observamos el álbum de fotos que nos entregaron. Ariana estaba preciosa, y las fotos quedaron perfectas.

— Mi favorita es ésta –confesó ella, señalando una foto donde la estoy besando.

— Adoro ésta –le señalé una donde le estoy dando vueltas por el aire, y se ve su hermosa sonrisa

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— Adoro ésta –le señalé una donde le estoy dando vueltas por el aire, y se ve su hermosa sonrisa.

— Te amo

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— Te amo. Me haces tan feliz –dijo ella mirándome.

— También me haces feliz –le dije–. Y te amo tanto o más que tú.

Ella sonrió complacida, y apartando el álbum de fotos de mi regazo, se subió a él.

{Parte con contenido sexual. No leas si no quieres}

— Ariana....

— Cállate. Llegó el momento.

Atrajo mi boca a la suya, y empezó a besarme con fuerza. Puse mis manos en sus caderas, apretándola con fuerza hacia mi polla. Me había puesto tan duro con sólo beso. Ella jadeó con fuerza, mientras jalaba mi cabello excitada. Llevé mis manos a su vientre, y tomé la camiseta que llevaba, sacándosela por la cabeza, revelando su sujetador de encaje blanco. Ella me sacó la camisa en un sólo segundo, y pasó sus manos por mi pecho tatuado.

— Amo éste tatuaje –susurró mientras pasaba su dedo por las golondrinas de mi pecho.

— Yo amo estas nenas –le dije mientras pasaba mi nariz por sus pechos.

Ella rió y se sacó el sujetador.

— Son todas tuyas entonces –dijo tomándolas en sus manos.

Acerqué mi boca a sus pezones, chupándolos. Ella gimió fuerte cuando los mordí, y llevó sus manos a mi cabello jalándolo. Cuando estuve complacido, la puse de pie para quitarle el short sexy que llevaba. Lo dezlicé por las piernas morenas que tiene, dejándola sólo en braguitas de encaje blancas.

— No es justo... Tú tienes jeans –se quejó.

Riendo le ordené sacármelos, pero la muy astuta también me bajó los bóxer.

— Harry... –me miró asustada.

— Ya sé que es grande, pero tranquila, si te va a caber.

— Harry, ¿es normal? Sólo lo he hecho dos veces, y te juro que no eran tan grandes como la tuya...

— Mi amor, no sé si has oído, pero los Ingleses nos caracterizamos por nuestros miembros grandes –le expliqué–. Por ejemplo, la mía mide 22cm, pero si me excito, me crece y me mide 27 cm, sin embargo es más pequeña que la de Liam. A él...

— No quiero saber –me cortó–. Prosigamos.

Tomé un condón de la mesita de noche, y me lo puse. Ariana se quitó las braguitas dejándome a la vista su entrepierna depilada. La acerqué, y para avivar el momento de nuevo, la besé fuerte, mientras tocaba sus pezones. Una vez que me aseguré que estuviera tan caliente como yo, la estiré en la cama y me puse sobre ella.

Pasé la punta de mi pene por su hendidura mojada, y de una sola estocada la metí sacando de su boca un profundo gemido de excitación. Le seguí empalando hasta que mis piernas se entumecieron de la fuerza y potencia con la que le hacia gozar a mi princesa. Ella arañaba mi espalda, mientras chillaba de placer.

— ¡Harry! –chilló cuando me moví más profundo.

— ¡Te amo mi amor!

Seguí metiéndola hasta el fondo, hasta que sentí sus fluidos salir. La embestí una vez más y me corrí en el condón. Traté de tranquilizar mi respiración arrítmica, mientras la abrazaba con fuerza.

— Te amo tanto Ariana, que prefiero que me corten los huevos, a que te ocurra algo....

Le besé los labios, y la cobijé con las sábanas.

— Descansa mi amor –le dije mientras veía sus ojazos marrón cerrarse.

We 1: Honeymoon Avenue ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora